Edición 137 de La Gran Evasión, 16/5/2017, Apocalypse Now, una obra maestra absoluta, de un autor, de un director absoluto, Francis Ford Coppola. En 1979 exhibió su versión del relato de Conrad, El Corazón de las Tinieblas, una Epifanía visual y auditiva, un profundo viaje al infierno, al corazón mismo de las tinieblas, porque es un viaje interior, al corazón humano, al alma del hombre civilizado en una situación extrema, se ponen a prueba los cimientos que nos conforman, el bien y el mal, la moral, la supervivencia, los métodos socialmente aceptados...todo ello trasladado al Vietnam...a un conflicto que conmocionó el mundo.
La Película fue un pulso de Coppola, consigo mismo, arriesgó todo su dinero, sus bienes, su carrera, su posición, su prestigio, su propia cordura, porque en ese proceso lleno de vicisitudes y contratiempos, completó el mismo viaje que Willard, se convirtió en Kurtz, a pesar de la complejidad del rodaje en Filipinas, los costes de producción con los helicópteros del gobierno local, el clima adverso, un tifón arrasó los decorados, el cambió de protagonista (Harvey Keitel ) el infarto de Sheen, los abusos de drogas y alcohol del resto del reparto, las pasadas de Hopper, la aparición de Brando....la historia sin final, que rodaba escribiendo por las noche las escenas del día siguiente, adaptándose al momento, incorporando vivencias personales...hasta que después de dos años y un sacrificio enorme, una fuerza de voluntad inmensa...Coppola nos regala una obra maestra, consigue cerrar un círculo, una adaptación maldita, que Wells no pudo nunca terminar y que a él casi le cuesta su carrera...pero que dio como resultado la obra definitiva sobre la guerra el Vietnam.
Para la historia del cine quedan la locura y el despropósito, la carga de helicópteros al son de la cabalgata de las Walkyrias de Wagner que masacra una aldea vietnamita, podemos ver en Kilgore (magnífico Robert Duvall) al militar americano, un Patton actualizado, duro, valiente y fascinado por la guerra, temerario, obsesionado y fuera de sí con unos métodos comprables a los de Kurtz, su discurso sobre el Napalm es la prueba. La interpretación de Martín Sheen en el hotel de Saigón, una auténtica catarsis, los tripulantes de esa barcaza que remonta el río, Clean, Laurence Fishburne, ese adolescente de raza negra que representa a todos esos jóvenes americanos que fueron sacrificados en esa selva, Chief, Albert Hall, el jefe de la barcaza, que llora con una bandera raída en las manos, Chef, Frederic Forrest, vaya reacción al encontrarse al tigre, una crisis de un tipo desubicado en una selva, en una guerra, perdida, Lance, Sam Bottoms, totalmente colgado de un ácido para huir de esa realidad que acribilla a tiros a unos pobres desgraciados vietnamitas, que solo ocultaban un cachorro....y la presencia más absorbente y siniestra, fascinante, Kurtz, Brando, sus métodos van más allá de lo soportable para la sociedad, él tiene el poder absoluto de decidir, no ha sido empujado a cometer actos indeseables, él ha decidido cometerlos...ha traspasado los bordes de la locura, “¡El horror!” que cita Kurtz, es la condición humana, terrible, tenebrosa, que no está en lo más hondo de la selva, en los salvajes, el autor nos dice que la génesis del mal está en el ser humano, eso insinúa Conrad, el verdadero origen del horror es el hombre blanco, Coppola señala a los responsables de esa guerra injustificable, y deja un resquicio de esperanza, aunque sea débil, un poco de fe en la bondad del ser humano, con la reflexión final al arrojar las armas y la fusión del ídolo de piedra con el hombre.
Una odisea, un viaje por el río infernal hasta el templo de Kurtz, una obra inabarcable con una Banda Sonora magnifica, compuesta por el padre de Coppola, Carmine Coppola y el propio Francis Ford Coppola, apoyado con temas míticos como el The End de The Doors, la Creeadence y Suzie Q, el extracto de Wagner y las Valkyries, The Rolling Stones y su Satisfaction. Una fotografía de Vittorio Storaro que quedará para la historia, las tinieblas y la luz se dan la mano....acérquense también al montaje de 2002, "Apocalypse Now Redux", la versión total del director, me parece una maravilla, la vuelta de tuerca definitiva, esos 49 minutos extra, desarrollan un poco más, si cabe, el descenso por el Aqueronte a través del tiempo, con el episodio de la plantación francesa, las Playmates en ese vertedero, un caos sin mando...........una apuesta impensable hoy en día, con un talento excepcional, que analiza el horror de la guerra, la desintegración del hombre, una búsqueda nihilista....tan fascinante y ambiciosa que te deja impactado....sobrecogido. En ese reino de locura y sombras donde Kurtz es el amo y señor, ahí, cohabitamos todos.....porque ese tipo forma parte de todos nosotros...porque podemos matarlo..... pero no tenemos derecho a juzgarlo...
Bailamos una danza sórdida con las playmates de Radiopolis, José Miguel Moreno, Raúl Gallego y Gervi Navio, mientras, en lo más profundo de la sala, nuestro crítico Cesar Bardes, a machetazos de cine....desentraña el horror.
Un último regalo, unos versos de T. S. Eliot:
“No cesaremos en la exploración
Y el fin de todas nuestras búsquedas
Será llegar adonde comenzamos,
Conocer el lugar por vez primera.
A través de la puerta desconocida y recordada
Cuando lo último por descubrir en la tierra
Sea lo que fue nuestro comienzo:
En la fuente del río más largo
La voz de la oculta cascada
La voz no conocida porque nadie la busca,
Pero escuchada, aquí, ahora, siempre—
Una condición de sencillez absoluta”
Gervasio Navío Flores.
Comentarios
Otra perfecta gran obra maestra. De acuerdo con el señor César
Saludos Ramiro, gracias por escucharnos, no hay que bajar del barco hasta el final.....abrazos de cine.
Saludos desde Cd Juárez Chihuahua, México
Muy cierto, la mayoría de reediciones son puro marketing y hacer caja, se mancilla el espíritu de la obra original, como ET, a mi si me gusta mucho el Redux, pero entiendo a quien le parece que corta el ritmo, bueno, gracias otra vez por tus comentarios y sigue difundiendo la Gran Evasión, saludos de celuloide.
Tendria que estar prohibido que los directores retocasen sus propias peliculas, como George Lucas en Star Wars o Spielberg en E.T. (me cago en el puto CGI, se ha cargado al muñeco original, ahora se nota que en algunas escenas es un pegote de videojuego, los ojos cantan mucho). A mi el Redux me gusta (enriquece mas, aunque tambien corta algo de ritmo), pero para quien no le entraba esta peli, ahora si que se lo pone ya todavia mas dificil, ya que solo se puede ver la version extendida de 2001. El apocalypse now que yo vi de niño ya no existe, y eso es triste. Es como si tu banda de rock favorita decide que su maravilloso disco del 89 necesita retoques: poner o quitar este tema, etc... Las obras se han de dejar como estan.
Un placer acompañarte desde tan lejos, gracias Sudantex por tu comentario, es muy cierto, el monólogo del Horror es inmenso, Brando está sublime y Coppola lo filma con una maestría asombrosa, nos vemos cuando canten las Valquirias, el cine nos acerca.
Una película lacerante y visceral sin lugar a dudas, de esas que dejan huella. Recuerdo haberla visto hace años cuando salio el DVD de la versión “Redux”, y desgraciadamente se me hizo excesivamente larga. Es la primera vez que escucho los diálogos en castellano (La visione en V.O.), el discurso de Kurtz (Brando) pone la piel de gallina, engloba toda la temática de la pelí, mas a aun en español (el doblaje es tremendo). Muy buen programa/podcast gracias y saludos desde algún recóndito lugar de Sudamérica.
Sin duda, gracias por escucharnos Lauce3, nos vemos en el reino de Kurtz, río arriba...donde nace el horror.
Peliculon!.