Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
respect reaccionarios
Hasta luego Lucas
Claro, porque esta genial cruzarte todos los días con la estatua del DICTADOR que asesinó a tu abuelo... Podcast que no vuelvo a bajarme más.
Las normas las crean los usos. En español hay una tradición de pronunciar los extranjerismos según la grafía como si fueran palabras autóctonas. Compartimos tal costumbre con otras lenguas de nuestro entorno como el inglés y el francés. En cambio, en otras lenguas, como el alemán, se valora el conseguir una pronunciación fiel al original o, al menos, lo más cercana posible. Esto también tiene sus límites. Es imposible conocer la pronunciación de todas las lenguas y no siempre es fácil imitarla. A veces los locutores de las noticias sudan tinta china para nombrar a los mandatarios de los diferentes países en las cumbres de la Unión Europea. Buen programa, como siempre.
Un alemán muere cada vez que se pronuncia Weimer como (ueimer).