Vengo aquí, Señor, para llenarme de Ti, para llenarme de tu Amor, de tu Presencia, de tu Misericordia, de tu Santidad. Yo vengo aquí porque Tú eres el Santo y yo quiero ser santo, porque Tú eres Bueno y yo quiero ser bueno, porque Tú eres Bello y yo quiero vivir esa belleza interior. Quiero, Señor, ser como Tú. Tú me muestras Tu Santidad, Tu Presencia y yo estoy aquí hoy, Señor, aquí me tienes. Tú me cubres de tu amor y nada ni nadie me pueden separar de tu amor porque Tú me amas inmensamente. Cúbrenos, Señor, con tu amor. Cubre con tu amor el pecado de tu pueblo. Cúbrelo con tu misericordia porque tú amas a tu pueblo.
El espíritu me elevó y me condujo al pórtico oriental del Templo. A la entrada del pórtico había veinticinco hombres. Él me dijo:
– «Hijo del hombre, éstos son los hombres que maquinan el mal, que dan malos consejos en esta ciudad. Dicen: “¡No será pronto cuando haya que construir casas!” Por eso, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre.»
El espíritu de Yahveh irrumpió en mí y me dijo:
– «Di: Así dice Yahveh: Eso es lo que habéis dicho, casa de Israel, conozco bien vuestra insolencia. Habéis multiplicado vuestras víctimas en esta ciudad; habéis llenado de víctimas sus calles. Por eso, así dice el Señor Yahveh: Las víctimas que habéis tirado en medio de esta ciudad son la carne, y ella es la olla; pero yo os haré salir de ella. Teméis la espada, pues yo traeré espada contra vosotros, oráculo del Señor Yahveh.» (Ez 11, 1-8)
Adoración al Santísimo que tuvo lugar el jueves 19 de octubre de 2017 en la Parroquia Nuestra Señora de África, de Madrid, sita en C/Algorta, nº 14 (metro entre Urgel y Oporto)
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