Hoy quiero escribirle a los hombres. Sin embargo, si eres mujer, te recomiendo que lo leas también. Como mujer, esto te servirá en tus relaciones con tus hijos, esposo, líder de una organización, etc. La diferencia entre los hombres y los niños no está definida por la edad. Basta con mirar a nuestro alrededor para darse cuenta que existen niños de 45 años y hombres de 15 años. (A lo largo de este artículo al referirme a “niños” me refiero a los “niños adultos” que nunca maduraron). Esta semana visitando mi iglesia, escuché el mensaje que quiero transmitirte hoy. Este mensaje confrontó mi vida a tal punto, que me dije a mi mismo que todo hombre que sigue mi blog necesita escucharlo. (Para escuchar el podcast dale click a “Play” en el botón abajo. Si deseas leer en vez de escuchar el podcast puedes seguir leyendo abajo.) (Subscríbete al podcast dándole click aquí) A continuación te dejo las 5 marcas del carácter que diferencian a los hombres de los niños: 1- Los hombres tienen una visión mientras que los niños viven el día a día Los hombres tienen una visión a largo plazo. Ellos entienden que tienen un rol clave en este mundo y todas sus decisiones están basadas en el progreso de su visión. Tener una visión de largo plazo los lleva a comprender la gratificación diferida, la ley de la siembra y la cosecha, el sacrificio de hoy por un mejor futuro mañana. Este modo de pensar se ve reflejado en todas las áreas de su vida: valores, manejo de las finanzas, manejo tiempo, etc. Por el contrario, los niños sólo viven el día a día. Ellos quieren disfrutar el hoy sin importar las consecuencias mañana. Nunca logran desarrollar el dominio propio y la ética de trabajo. Todo su enfoque está en la búsqueda de placer temporal; y cuando esa sensación de placer se acaba, salen rápidamente en la búsqueda de una nueva fuente de placer vana y efímera. 2- Los hombres son protectores mientras que los niños son depredadores Los hombres tienen un profundo llamado a la protección. Ellos buscan proteger no sólo a su familia y seres queridos, sino también al débil y al necesitado. Ellos no aprueban el acoso, intimidación o humillación de otros. No toman ventajas de la debilidad ajena. Por el contrario, su deseo los lleva a proteger al necesitado. Los niños son depredadores. Ellos disfrutan ganar a costa de otros. Cuando un niño (adulto) sale con una mujer, busca su placer personal por encima la reputación o el futuro de la dama con quién sale. Si descubren el “talón de Aquiles” de algún individuo, se aprovechan de este para obtener una ventaja competitiva de manera no ética. En los negocios siempre buscan las relaciones Ganar-Perder. Disfrutan más el fracaso del otro que el éxito obtenido. 3- Los hombres trabajan mientras que los niños juegan Los hombres no le tienen miedo al trabajo. No se quejan por despertarse temprano, estar cansados o acostarse tarde. Ellos entienden que lograr un sueño en la vida requiere trabajo, y mucho. Los niños nunca quieren trabajar. Siempre son víctimas de su situación. Tienen pereza mental y física constantemente. Son los mejores para conseguir excusas del por qué su negocio no funciona, o no funciona su trabajo, etc. A pesar de que jugar es algo importante y necesario, los niños siempre están jugando: jugando con sus proyectos, con las relaciones, con la vida en general. Los hombres entienden que existe un tiempo para jugar, pero también un tiempo para trabajar. 4- Los hombres entienden el poder del equipo, los niños quieren siempre ser las estrellas El objetivo de un hombre no es resaltar, es lograr resultados. Ellos entienden que para lograr grandes cosas necesitan a un equipo, necesitan atraer otros a su visión, a su causa. El objetivo de un hombre es lograr la visión, no resaltar. Los niños sueñan con ganarse el premio de jugador más valioso. Buscan brillar en todo lo que hagan y si no brillan, se molestan y se van del equipo. Su visión es egocéntrica. Ellos ven al equipo simplemente como una herramienta para crecer y brillar. El hombre entiende que si ayuda a otros a brillar, entonces él brillara por reflejo. 5- Los niños se preocupan en estar en la mayoría, los hombres no les importa ser minoría Un hombre entiende que sus valores y su actuar automáticamente lo pondrá en la minoría. Y él está bien con eso. Un hombre sabe que muchos se burlarán cuando no se aproveche de una mujer, o cuando no pueda ir a una noche de amigos por estar con su familia o cuando no se aproveche de una persona desesperada para sacarle provecho. Un verdadero hombre es minoría… y la minoría es solitaria. Necesitas estar preparado para eso. Un niño siempre busca la aprobación del grupo, la popularidad, estar bien con el mundo, la moda y la última tendencia. Su criterio propio está moldeado por la sociedad y su valor está en la aceptación y no en la convicción interna de valores. La pregunta que necesitas hacerte hoy es ¿Eres un hombre o un niño? ¿Qué pasos de cambio y compromiso puedes empezar a dar hoy para convertirte en el hombre que deseas? Si existe algo en este mundo que necesitamos es hombres. Tenemos demasiados niños.
Comentarios
El ser un "hombre" lleva muchas variantes, y al tratar de llegar a serlo se puede perder el "nino", que yo pienso es mas importante aun.
e,a sszzzS!
El comentario anterior es mio y mi nombre es Miguel Núñez de México.
Me encantó el enfoque que disté de diferenciar a un hombre y un niño en lo relativo a la función de los hombres y su contribución como protectores, guías, líderes de una organización. Sólo es importante recordar que se corre el peligro de que El Niño interior se pierda por completo y ya no juegue y el hombre en su afán de lograr resultados lo bloquee. Jesus dijo dejad a los niños venir a mi y no se ol impidáis por que de los tales es el reino de los cielos. Esa parte es importante recalcar. Saludos y felicidades por aportar valor a mi vida.
En la foto pareces Pepe del R.Madrid, cámbiala por favor.
Gracias a todos por sus comentarios! Muy apreciados!!
Uno de los mejores audios que escuche en mi vida. Excelente!!!!
Hola mi nombre es Rosa, nos encanta tu programa lo oímos todas las mañanas para crecer y creer en nosotros mismos nuevamente, tus palabras llenan de motivación nuestros días y sabemos que aún podemos cambiar y llenar nuestro día a día con nuevas metas y propósitos. Nos recuerdas cosas que habíamos olvidado. Gracias. Gracias por existir. Namaste. Te doy 5 estrellas excelente
Exelente