Salario y Productividad en Cuba

• Miguel Alejandro Hayes
• Sáb, 30/05/20 04:30

Silvia Oliva responde: Muchas gracias, Aníbal por su comentario. Al terminar de grabar Miguel Hayes y yo considerábamos que saltaba en este episodio la necesidad de hablar de cómo los tipos de propiedad influían en la productividad. Hemos quedado en grabar en el futuro un Episodio Especial sobre el tema. Nos alegra su entusiasmo con el podcast, muy interesante sus reflexiones, algunas las tomaremos en cuenta para próximos abordajes. Creemos como Ud, que la existencia de la propiedad privada en Cuba ha dado muestras de que cuando las gestiones se despejan de los complejos aparatos burocráticos y enajenantes de la propiedad estatal, se moviliza la economía, la productividad y la satisfacción del trabajador. Espero que las PYMEs, siendo un poco más complejas en su estructura, también demuestren que este tipo de propiedad descentralizada favorece en Cuba a la productividad al crearse un adecuado sentido de pertenencia a la organización, sobre todo si el trabajador ve los resultados de manera individual, en la economía doméstica o en las mejoras de sus condiciones de trabajo. Miguel seguro pasará por acá también a dejar su comentario. Saludos. PD: Ah, y lo de GAESA... no tiene nombre...

• Aníbal De La Vega
• Mié, 27/05/20 13:03

Buenos días, buen episodio, analiza muchas cuestiones, pero creo que hay que ampliar más, aunque se puede ampliar también en otros episodios. Creo que Cuba debería cambiar no solo en cuanto a cuestiones económicas, sino también a relación de poder. Para poder establecer incluso un salario mínimo, no solo necesitamos aumentar la productividad, aunque ustedes han aclarado en este episodio que es posible subir los salarios sin que esto se traduzca en inflación, siempre y cuando no se supere el límite de ganancias de una empresa. Sin embargo, esto no puede suceder si Cuba no empieza a invertir en una industria o empresas altamente tecnológica cuyos productos tengan un alto valor añadido. Las ganancias serían mayores, los salarios podrían subir, e incluso se podría introducir un salario mínimo interprofesional. Creo que para eso es necesario una ley de PYMEs y PYMIs que podrían permitir que particulares comiencen a desarrollar todo esto. Hay gente que me pregunta "de dónde se saca el dinero", o por dónde le entra el agua al coco. Hace ya un tiempo me he enterado que la gente ha creado algunas industrias alimenticias clandestinas, para crear conservas con etiquetas falsas de Conchita o de Taoro y las introducían de alguna manera en el mercado. Esto demostró ser un peligro, porque no tenían la inspección de salud pública correspondientes para ver que la materia prima estaba correctamente almacenada, y que los procesos se hacían cumpliendo con las normas fitosanitarias de manipulación de alimentos, ropa y protección adecuadas y una limpieza y desinfección de las instalaciones y las herramientas de la línea de producción. Si una pequeña industria así ha sido posible, es porque alguien invirtió en ello y lo hizo posible. También el desarrollo de un sector financiero cubano, que haga posible un banco para el fomento industrial que pueda conceder créditos a bajo interés destinados al desarrollo de la industria entre muchas medidas, quizá se podría llevar a cabo la reconversión industrial. El Estado podría incluso priorizar la inversión en PYMIs altamente tecnológicas. Creo que tenemos los recursos humanos para desarrollar ampliamente esto, y que cuente incluso con inversión de cubanos que viven fuera del país, o incentivar el regreso de todos aquellos cubanos que quieran montar una PYMI tecnológica. Hay muchas maneras de incentivar los procesos industriales y empresariales. Con respecto a GAESA, no concibo un conglomerado de ese tipo que esté fuera del alcance de la contraloría, y el Estado también debería convertir la empresa estatal en verdaderamente pública. Todo esto, dicho así, pudiese parecer fácil. No lo es, pero más difícil es quedarse en un discurso anclado al pasado y no dar pasos tendentes a desarrollar el país.