Gracias Darío y Vilma. Tenemos estas contradicciones señaladas en organizaciones, movimientos sociales y el movimiento indígena. Frente al Gobierno Santos en 2013 se dio el Paro Agrario nacional. Se movilizaron 3 meses movimientos agrarios. Vimos la fuerza en rechazo al modelo económico y al TLC. Este modelo, no beneficia a campesinos e indígenas. Destruye el agro, la tierra y sus derechos y libertades. Aumenta el costo de los insumos sin apoyos, se concentra la tierra, se privatizan las semillas, se beneficia el agro-negocio, se concentra la propiedad de la tierra, se utilizan agro-químicos, se realizan importaciones masivas de productos agrícolas, entre otras cosas. La gente empieza a movilizarse abiertamente contra el modelo. Es la lucha liderada por las Dignidades Agrarias.
Escuadrón Móvil anti-disturbios (ESMAD) y Escuadrón popular en el Paro Agrario de 2013
Luego se crean mesas con campesinos en las que se habla de negociar con campesinos-afros e indígenas: Es la “Cumbre Agraria” en la que están varios sectores campesinos, indígenas. Las Dignidades que habían liderado el paro del 2013 quedan aisladas. Las más fuertes y visibles, no están de acuerdo con las ofertas de Santos que no abordaban ni tocan el modelo. Quedan así, unos en la Cumbre, dispuestos a negociar dentro del modelo y otros fuera. Es la estrategia de dividir en medio de la movilización.
Negocian decretos, acuerdos y presupuestos dejando por fuera lo estructural y limitándose a asignar presupuestos para determinados sectores bajo el modelo. Hasta ahora no han cumplido nada. Como decía Vilma: nada. Frente a las exigencias del movimiento indígena se hicieron decretos de autonomía que excluyen lo estructural y el extractivismo, en particular, la minería.
En consecuencia, en el 2014 no hubo movilización agraria alguna, pero las comunidades de base entran en diciembre a la Liberación de la Madre Tierra. Es una movilización contra los acuerdos, contra la agenda de negociación, y la comunidad vuelve al mandato ancestral de recuperar tierras.
Las dirigencias miran eventualmente hacia la Liberación de Madre Tierra, pero no como lo hacen las comunidades para realmente liberarlas. Las dirigencias las usan para exigir el cumplimiento de los acuerdos con el gobierno y llaman a un paro en agosto próximo. Las bases no quieren que las dirigencias se aprovechen de esta lucha como banderas para negociar proyectos y no tocar temas de fondo, como se hizo ya en la Minga de 2008.
Vemos con preocupación esto. Vemos, desde el Tejido de Comunicación, que el proceso ha recibido muchísimos recursos del gobierno con criterios que contradicen mandatos de la comunidad, a menos que la comunidad decida cómo invertirlos sin perder la esencia de la participación de las comunidades. Esto, las decisiones colectivas se están perdiendo en el marco de estas agendas de dirigencias y de estas negociaciones con un sentido diferente al de las comunidades.
Esto no sucede solamente en Colombia sino donde quiera que se lucha contra el modelo.
Gracias Darío, por contar lo del Congreso CLOC y Argentina. Se ven en los medios, los encuentros grandes y los pronunciamientos, pero cuando se toca la cooptación entra uno en dudas, porque estamos, sin duda, sufriendo la cooptación.
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