Palabra de Francisco 20210613. Fratelli tutti” – (lectura continua: Cap VIII).

Palabra de francisco buenas era una producción de y para magia radio con la voz de hecho no vega a el capítulo octavo las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo es el último de la encíclica fraternal y tutti hermanos todos y el papa francisco lo inicia diciendo las distintas religiones a partir de la valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de dios ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad el diálogo entre personas de distintas religiones no sea meramente por diplomas y amabilidad o tolerancia como enseñaron los obispos de india el objetivo del diálogo es establecer amistad paz armonía y compartir valor es y experiencias morales y espirituales en un espíritu de verdad y amor el fundamento último los creyentes pensamos que sido una apertura al padre de todos no habrá razones sólidas y estables para el llamado a la fraternidad estamos convencidos de que sólo con esta conciencia de hijos que no son huérfanos podemos vivir en paz entre nosotros porque la razón por sí sola es capaz de aceptar la igualdad entre los hombres y de establecer una convivencia se ubica entre ellos pero no consigue fundar la hermandad en esta línea quiero recordar un texto memorable si no existe una verdad transcendente con cuya obediencia nombre conquistas su plenitud su plena identidad tampoco existe ningún principios juro que garantice relaciones gustas entre los hombres los intereses de clase grupo nación los contrapone inevitablemente unos a otros si no se reconcilia la verdad transcendente triunfa la fuerza del poder y cada uno tiende a utilizar hasta el extremo los medios de que dispone para imponer su propio interés la propia opinión sin respetar los derechos de los demás la raíz del totalitarismo moderno hay que verla por tanto en la negación de la dignidad trascendente la persona humana imagen visible de dios invisible y precisamente por esto sujeto natural de derechos que nadie puede violar y el individuo en grupo la clase social ni la nación o el estado no puede hacerlo tampoco la mayoría de un cuerpo social poniéndose en contra de la minoría desde nuestra experiencia y desde la sabiduría que ha ido amasando sea lo largo de los siglos aprendiendo también de nuestras muchas debilidades y caídas los creyentes de las distintas religiones sabemos que a ser presente a dios es un bien para nuestras sociedades buscar a dios con corazón sincero siempre que no lo acompañemos con nuevo los intereses ideológicos o instrumentales nos ayuda a reconocer los compañeros de camino verdaderamente hermanos creemos que cuando el nombre de una ideología si quiere expulsar a dios de la sociedad se acaba por adorar ídolos y enseguida el hombre se pierde pierde su dignidad siendo pisoteada sus derechos violados ustedes saben bien a que atrocidades puede conducir la privación de la libertad de la conciencia y de la libertad religiosa y como esa herida deja la humanidad radicalmente empobrecido privada de esperanza y de ideales cabe reconocer que entre las causas más importantes de la crisis del mundo moderno están una conciencia humana anestesiada y un alejamiento de los valores religiosos además del predominio del individualismo y de la filosofía materialistas que divina y san al hombre y los humanos y materiales en el lugar de los principios supremos y otras dentales no puede admitirse que en el debate público solo tengan voz los poderosos y los científicos debe haber un lugar para la reflexión que procede de un trasfondo religioso que recoge siglos de experiencia y de sabiduría textos religiosos clásicos pueden ofrecer un significado para todas las épocas tienen una fuerza motivador a pero de hecho son apreciados por la corte de vista de los racional racional por estas razones si bien la iglesia y respetar la autonomía de la política no reniega su propia misión al ámbito de lo privado al contrario no puede ni debe quedarse al margen en la construcción de un mundo mejor ni dejar de despertar las fuerzas espirituales que fecunda o que secunden toda la vida en sociedad