En el Chad viven 12 millones de personas, de los cuales casi 7 millones son niños o jóvenes, y ostentan en conjunto los récords mundiales más indignantes: 70% de analfabetismo, la esperanza de vida más corta del planeta, y la mayor mortalidad infantil, entre otros. Y uno surrealista: ser de forma constante uno de los cinco países más pobres del mundo a pesar de exportar petróleo. Y a pesar de todo esto bailan y cantan, quizás como una forma de olvidar los problemas que enfrentan en su vida cotidiana. A pesar de la abundancia en recursos naturales, principalmente petróleo y uranio, Chad continúa ocupando uno de los últimos puestos de la clasificación de países elaborada por Naciones Unidas según el Índice de Desarrollo Humano. En torno al 60% de la población del Chad (estimada en 12 millones de personas) vive con menos de 1 dólar al día. Esta contradicción entre la importante disponibilidad de recursos naturales y la persistencia de elevados índices de pobreza de la población es la razón por la cual la sociedad civil del Chad pone su empeño en exigir y luchar para lograr un reparto justo de los beneficios conseguidos con las industrias extractivas. Chad es, además, un país en conflicto. Este conflicto, que presenta dinámicas tanto internas como regionales, con Sudán y la República Centroafricana, supone una seria amenaza para la vida, la seguridad y los medios de vida de la población, especialmente en el este del país. Situado en África centro-septentrional, situado al sur del desierto del Sahara, Chad es un país sin salida al mar, que limita al norte con Libia, al este con Sudán, al sur con la República Centroafricana y al oeste con Camerún, Nigeria y Níger. El lago Chad, por el cual el país obtuvo su nombre, es el cuerpo de agua más grande en Chad y el segundo más grande de África. Yamena es la capital y la ciudad más grande de este país que es el hogar de más de 200 etnias. Si bien el francés y el árabe son las lenguas oficiales, en el país se hablan además otras lenguas y dialectos, mientras que las religiones con más seguidores en el país son el islam y el cristianismo. Solo un 2% de la superficie del país es cultivable, y un 20 % esta cubierta por vegetación. La región central, el Sahel es una sabana, que converge en los márgenes del lago Chad, situado en el centro de la frontera occidental. Este lago cubría gran parte de la región en periodos geológicos anteriores y en la actualidad su nivel sigue reduciéndose debido a la evaporación. La historia de Chad es la del choque –al menos desde el siglo VII d. C.- ente los pueblos nómadas, islámicos, del norte y las sara, animistas, del sur, que vivían de la agricultura y de la caza. Durante varios siglos, antes de la llegada de los colonizadores europeos, los pueblos del norte esclavizaron a los del sur. Los primeros europeos en llegar fueron los misioneros, que ya a fines del siglo XVIII habían logrado convertir a los sara, quienes recibieron educación europea y se aliaron con sus conquistadores para combatir a los norteños. Hacia 1885, los franceses iniciaron la conquista de Chad, pero no la ocuparon efectivamente hasta 1920. En 1946, se convirtió en parte de los territorios franceses de África ecuatorial, en1958, fue proclamada una república autónoma, y en 1960 se le otorgó la independencia. El primer presidente del Chad independiente fue N'Garta Tombalbaye, quien en 1962 proclamó la primera Constitución del país. En 1975, Tombalbaye, líder del Partido Progresista Chadiano fue depuesto y asesinado. Bajo su gobierno se agudizaron los antagonismos étnicos y religiosos, así como la discriminación económica entre el norte y el sur. En los primeros años ochenta, la guerra civil se generalizó en el país, con frecuentes intervenciones libias. En 1979, las tropas francesas entraron a Yamena, acordándose un alto al fuego por mediación de Sudán, y luego se nombró un gobierno representativo de once facciones. Pero las diferencias entre distintos políticos terminaron en sangrientos choques de facciones. Uno de ellos reagrupó sus fuerzas, tras encontrar apoyo en Libia, y luego de cruentas luchas, se reconoció a Habré como legítimo jefe del estado de Chad. Pero sus opositores, dirigidos por Maldum Badá e Idriss Deby Imo, formaron un alianza militar contra Habré que provocó su caída y su sustitución en la jefatura del estado por Idriss Deby. Finalmente, Francia y el Banco Mundial se hicieron cargo de gran parte de los costos de la reconstrucción de un país deprimido por más de 25 años de guerra civil. Debido a su gran variedad de idiomas y pueblos, Chad posee un rico patrimonio cultural, lo que llevó al gobierno de Chad ha promover la cultura y las tradiciones nacionales abriendo el Museo Nacional de Chad y el Centro Cultural de Chad. En cuanto a la música, los chadianos tocan instrumentos como el kinde, un tipo de arpa de arco; la kakaki, un cuerno largo hecho de estaño; y el hu hu, un instrumento de cuerdas que utiliza calabazas como altavoces. Otros instrumentos y sus combinaciones están más vinculados a grupos étnicos específicos: los sara prefieren silbidos, balafones, arpas y tambores kodjo; mientras los Kanembu combinan los sonidos de los tambores con los de instrumentos de viento. El pueblo de Chad ha despreciado habitualmente la música moderna. Sin embargo, desde finales del siglo XX se ha despertado un mayor interés en ella y se ha fomentado la distribución de CD y casetes de audio de artistas chadianos. Pero, la piratería y la falta de garantías jurídicas para los derechos de los artistas, siguen siendo problemas para el desarrollo de la industria de la música en Chad. En 1964 se formó el grupo musical Chari Jazz, con lo que se dio inicio a la escena de la música moderna en Chad. Más tarde, grupos con más renombre como African Melody e International Challal intentaron mezclar la modernidad y la tradición en su música. Por su parte, grupos populares, como Tibesti, se han aferrado con mayor rapidez a su herencia cultural al interpretar música sai, un estilo tradicional del sur de Chad. Como en otros países del Sahel, la literatura en Chad ha padecido una sequía económica, política y espiritual que ha afectado a sus escritores más conocidos, tanto que los autores de Chad se han visto obligados a escribir desde el exilio, contribuyendo con obras muy ligadas a temas como la opresión política y el discurso histórico. Desde 1962, veinte autores chadianos han escrito más de sesenta obras de ciencia ficción. En 2003, el único crítico literario de Chad , Ahmat Taboye, publicó su libro Anthologie de la littérature tchadienne para brindar un mayor conocimiento de la literatura de Chad a nivel mundial y entre los jóvenes de su país; y para compensar la falta de editoriales y de campañas de promoción de la lectura en Chad. Comentarios basados en una nota de Pablo Bohórquez Rodríguez y en los sitio Ecured y Wikipedia. En cuanto a la música hemos recopilado distintos temas del Chad, desde los sonidos más tribales hasta interpretaciones de músicos o grupos como Gosrabe, Tibesti, Maitre Gazonga, Darsila, Almarhoum Mohamed Ahmed Youssouf, Chari Jazz, Coollectif Sao Fils Sut Tol y Yasmine. Es una realización de Jorge Laraia.
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