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Comentarios
ah! y un abrazo muy grande desde Vancouver!
brutal la leyenda del toro y la osa. increible. La charla impresionante, muy buen nivel.
Se me ha caído la boina escuchando el cuento-cantar del oso y el toro. Qué grande.
uhgg
Estaría muy bien una nueva entrevista a Jorge María Ribero-Meneses. Creo que personifica en sí mismo la Cantabria más oculta. Daría para una temporada completa y no dejaría a nadie indiferente. Getxo.
No interesa. Se limitan a la postura negacionista sin aportar más que opiniones e ideas dogmáticas super conocidas
No temáis, no se perderá: La fuente de la tradicion no deja de brotar, a no ser que se detenga el tiempo o no haya nadie que recoja los nuevos testimonios. :D. Eso sí, quizá, a partir de ahora, en los nuevos testimonios de historias como la del toro y el oso, ya no exista conciencia del toro como símbolo solar, símbolo por tanto de orden y, con ello, del Bien enfrentado a lo salvaje, a lo inculto, al Mal (podría haber sido el lobo en lugar de un oso pero, además de que el oso pueda o no ser mas representativo de esas tierras, el lobo es “la otra sociedad” depredadora que compite con la humanidad mientras que los osos son solitarios y asociales: lo peor de lo peor, vamos, lo malo entre lo malo. ;D)…quizá las nuevas generaciones den mas importancia a factores como la estética, la potencialidad física y las técnicas de combate de las bestias enfrentadas que a factores morales, como si se tratase de uno de esos programas de Discovery Channel en los que intentan dilucidar si el tiburón blanco es mas letal que el tigre de Bengala (¿Cómo organizar un combate entre ellos para comprorbarlo? jaja). El sabor de las tradiciones que conocemos, que para nosotros es añejo, se disolverá con el que adquiera al recibir esas nuevas aportaciones, eso está claro, pero, cuando los programas de Discovery Channel parezcan tan añejos al público general como los beatos de Liébana nos lo parecen a nosotros, las tradiciones acogidas a esa estética de manga o videojuego parecerán a aquella gente del futuro tan añejas como lo pagano y agropecuario nos parece a los urbanitas de hoy día. Aunque la antropología no precisa de preferencias estéticas o ideológicas a la hora de recoger y analizar las historias que se presenten, sean cuales sean y se influyan con lo que se influyan (y arriesgándome a parecer un abuelo cebolleta que parezca preferir lo viejo a lo que esta por venir) es una pena que esa modernización no presente a su vez la profundidad que se intuye en lo que, hasta hace un tiempo, ha sido la tradición oral. Por ejemplo, en esta historia del toro y el oso, no sería de extrañar que se ocultase, a través de símbolos, la narración fundacional de un monasterio construido a músculo por de los propios monjes y la capacidad de estos, y especialmente de su abad, de conseguir el apoyo físico de la gente de aquellos pagos para levantarlo, incluyendo en el exito de esta empresa el adoctrinamiento en la ley de la iglesia de aquella gente (Vamos, que la Iglesia, llegó, vió, venció e incluso convenció, pues le comió el coco a los recalcitrantes paganos del lugar). Sin embargo, el estilo “videojuego” que ha de venir será más chato, más mecánico, más concreto y superficial y, si es trascendental, será más fantacientífico, mas globalizado y menos arraigado (no hay que escandalizarse por ello, el cristianismo fue en su momento una globalización cultural y la mayor parte del corpus tradicional actual pertenece a época cristiana ni que sea en la forma y, aunque el contenido profundo sea precristiano, el condicionamiento de la forma modifica el contenido). Este “achatamiento” ya sucede en parte en la propia tradición oral que llega hoy a nosotros, solo hay que ver la leyenda del toro y el oso trenzada e interpretada espléndidamente por el trovador: la batalla deja de tener un peso mítico fundacional, se pierde la representación simbólica moralizante de los personajes y ni siquiera sucede en un pasado histórico remoto, sino que es “una historia de aldeanos y animales” ocurrida en tiempos “de la abuela”. Como si de un Belén puesto en navidad se tratase, donde todo queda reducido a “lo que se ve”, sin misterios que desvelar, para que los niños de la casa adelanten cada día a los pastores un par de pasos y lleguen al pesebre (sin saber siquiera con que objetivo) -había un chiste de Percih que presentaba “el belenextric”, donde los pastores iban por railes y manejados con control remoto, jaja-: la tradición persiste pero el contenido se ha vaciado (o se ha llenado con otro). En definitiva, es lo propio de la tradición oral: recordar tanto como se olvida, pues, como memoria viva que es, es la cosa más frágil, engañosa y variable que existe. Por eso es tan importante que se recojan y cataloguen todos los pasos posibles de ese proceso magmático de creación, consolidación, diversificación, decadencia, destrucción, reconstrucción, renovación, reinvención y, de nuevo, creación, etc. D’ont stop!!! Un fuerte abrazo y mucho animo en vuestro empeño y labor! : Quien salva una forma de ver el mundo salva un mundo entero. ;D
Me encanta las secciones de leyendas y tradiciones,sobretodo las entrevistas que hacéis vosotros a los paisanos,en persona. Enhorabuena por el programa y gracias por el trabajo y el esfuerzo.