Aprender a ‘fluir’ para dejar de sufrir

Tony Ventura nos habló en el programa del domingo sobre la psicología positiva y el concepto de ‘fluir.
La psicología positiva surge a principios de la década pasada como una reacción a una paradoja que se detecta en el mundo de la psicología durante los últimos 30-40 años. El fenómeno al que nos referimos no es otro que la actitud que hemos tomado de fijarnos únicamente en aquellos aspectos que funcionan mal en nuestras vidas.
A partir del año 2000 se plantea la necesidad de reequilibrar esta situación desde el mundo de la psicología, que comienza a estudiar cómo puede influir en nuestras vidas aquello que funciona bien y que al fin y al cabo, nos hace felices.
 

 
Las emociones positivas
Las emociones positivas deberían estar presentes frente a las negativas en una proporción de cinco a uno en nuestras vidas. Sin embargo, la realidad es otra y somos más conscientes de las emociones negativas que de las positivas.
Ante este fenómeno, la psicología comienza el estudio de las emociones positivas y de cómo pueden influir en nuestras vidas: ¿Por qué están ahí?, ¿qué función han tenido y siguen teniendo?
Están ahí porque nos permiten ampliar nuestro repertorio de pensamiento, abren nuestra mente, nos hacen ser más creativos, y sobre todo nos preparan, nos hacen crecer, para afrontar mejor precisamente los momentos de dificultad.
Cuando se piensa en las emociones a lo largo de la vida, hay que tener en cuenta que los niños pequeños de pocas semanas, apenas tienen emociones positivas. Sin embargo, suelen ser más intensas, más fuertes. A medida que el niño va creciendo, es como si fuera aprendiendo a disfrutar de las emociones positivas, por ello, lo que se ve desde el punto de vista de la psicología a lo largo de nuestra vida, es que la emoción positiva, no es algo tan innato, sino que tenemos que cultivar.
Para ello, debemos cultivar por una lado la consciencia de la emoción positiva y por otro, facilitar que aparezcan las emociones positivas. El objetivo es tratar de favorecer esas corrientes neuronales, esos otros caminos, que son los positivos.
Es interesante ver cómo con algunas técnicas, esos caminos positivos comienzan a crecer, a ser de alguna manera más fáciles, y al final, nuestra vida se va transformando.
 
¿Cómo se generan los hábitos?
Marcándonos rituales. Hay una práctica que se ha difundido mucho en el mundo de la psicología positiva, y que ha dado unos resultados magníficos a muchas personas y que es la práctica de la gratitud. Consiste en que cada día, o una vez a la semana, antes de ir a dormir, escribir en una especie de diario 3 cosas buenas que te han ocurrido y sentir gratitud por ello.
Este ejercicio que parece tan tonto y tan sencillo consigue que esas corrientes neuronales se comiencen a modificar.
 
El concepto ‘fluir’
Es un concepto que desarrolla un investigador en EEUU llamado Mihaly Csikszentmihalyi, uno de los impulsores de la psicología positiva a principios del 2000. Ha estudiado durante 30-40 años la creatividad, haciendo entrevistas a personas que la emplean en su trabajo.
Esas personas le explicaban que cuando estaban inmersos en su tarea, dando lo mejor de sí mismos, se sentían en una estado de flujo, es decir, sentían que lo que estaban haciendo y ellos mismos, era lo mismo. Se sentían motivados por lo que hacían, con seguridad y no tenían noción del paso del tiempo. La palabra ‘fluir’ era un concepto en el que muchos de ellos coincidían a la hora de describir lo que iban sintiendo cuando desarrollaban esa creatividad.
A raíz de ello, Mihaly Csikszentmihalyi comenzó a interesarse por este fenómeno, preguntándose si era algo que nos pudiera ocurrir a todos. Aquello de ‘fluir’ es un estado en el cual estamos funcionando de una manera óptima. Cuando estamos implicados en una tarea, estamos motivados por ella, sentimos que estamos dando lo mejor de nosotros mismos, y perdemos la noción del tiempo. Este tipo de experiencias las describe Mihaly como ‘experiencias óptimas’, en las que estamos utilizando la atención con toda plenitud y por tanto, aportando lo mejor de nosotros mismos.
Os dejamos una entrevista que Eduard Punset le hizo a Mihaly Csikszentmihalyi sobre este tema:
Entrevista a Mihaly Csikszentmihalyi
 
¿Se puede entrenar ese concepto de ‘fluir’?
Nuestro cerebro no es algo rígido imposible de modificar, sino que podemos cambiarlo introduciendo pequeños hábitos, pequeños rituales que lo que hacen es ir favoreciendo los canales positivos que nos hacen disfrutar de la vida. Concretamente el concepto de ‘fluir’ se está utilizando de manera amplia en situaciones empresariales, en organizaciones no gubernamentales, e incluso también en las escuelas. De alguna manera, ‘fluir’ no es algo extraño en nuestras vidas. Cuando somos niños es cuando más fluimos, porque es cuando más capacidad tenemos de centrar nuestra atención en las tareas que desarrollamos. Lo que ocurre es que a medida que vamos creciendo, debido a que automatizamos muchos procesos y no estamos tan atentos a nuestro momento presente, esas experiencias de flujo no son tan habituales. Pero evidentemente se pueden aprender.
 
La Fundación Fluir
Nuestra ‘Fundación Fluir’ lleva precisamente ese nombre porque consideramos que ese estado de flujo es muy importante, sobre todo en los niños, que es a los que la fundación realmente se dirige.
Para ellos, tanto dentro como fuera de la escuela, debemos crear situaciones en las que los niños se encuentren en ese estado de funcionamiento óptimo, y sea un estado en la medida de lo posible normalizado.
Que sepamos marcarnos objetivos que no nos vengan impuestos, sino que sean metas intrínsecas, aquellas que hacemos nuestras. Estos objetivos han de ser realistas, y si son demasiado ambiciosas, deberíamos dividirlas en “sub-metas”

Hay 3 condiciones para que seamos capaces de fluir:
- Debe haber un equilibrio entre las metas y las habilidades, entre las exigencias del reto y las capacidades para lograrlo.
- Las tareas han de producirnos una retroalimentación, es decir, tenemos que ser conscientes de que vamos logrando poco a poco nuestros objetivos. Debemos disfrutar no sólo de llegar a la meta, sino también del camino. La conciencia del proceso es lo que va a producir que tengamos motivación durante la tarea o el proceso de aprendizaje.
- Esta forma de trabajar la psicología positiva mediante el concepto de ‘fluir’, no solo se ha de trabajar con los niños, sino que es una buena idea de cara a las empresas, de manera que la fundación Fluir ofrece varios cursos que podemos encontrar en su página web: www.fundacionfluir.org
 
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