Alcanzamos esta semana nuestro capítulo 106 y seguimos repletando páginas del tercer volumen que dejaremos para generaciones de bibliotecarios y lectores venideros, un volumen que, por el momento, nos está quedando muy oscuro y siniestro con las historias que lo van transitando, pero en el que los viajeros decididos, estamos bien seguros de ello, encontrarán una luz que les guíe en sus compañías y sus lecturas.
Hoy no estamos en nuestro refugio repleto de libros. Hoy nos hemos alejado levemente de la biblioteca que nos acoge cada semana para adentrarnos en el bosque que rodea nuestro castillo cuando no se encuentra entre las nubes. Un bosque neblinoso y profundo, repleto de magia y parajes oscuros, de criaturas malévolas y benévolas, un bosque en el que cualquier cosa parece ser posible… ya lo hemos visitado juntos en alguna ocasión, es cierto, pero este un lugar que siempre consigue sorprendernos, muchas veces para bien, aunque otras…
Caminábamos a través de su espesura en busca de historias que contaros cuando ha empezado a llover y a tronar, así que nos hemos visto obligados a guarecernos de la intemperie y la negrura de la noche. Lo hemos hecho en una pequeña cabaña abandonada, donde el frío es menos intenso que en el exterior y donde, al menos, no nos empapa la lluvia. Junto a la chimenea hemos encontrado algo de leña, suficiente como para pasar la noche. Y al encender el fuego en el hogar es cuando hemos escuchado las voces, voces procedentes del exterior y que se elevaban por encima del fragor de la tormenta.
No es que este bosque, al menos en esta ocasión, sea un lugar en el que uno se sienta tranquilo como para cobijar a extraños, pero no hemos podido mantenernos ajenos y hemos terminado abriendo la puerta. Un relámpago ha dejado entrever tres rostros empapados y ateridos, un hombre y dos mujeres a quienes hemos invitado a pasar la noche con nosotros en este minúsculo cobijo azotado por los elementos…
Una vez más nos asomamos a una publicación en la que están involucrados los amigos de la Asociación Esmater, en esta ocasión una antología dedicada a las Leyendas Urbanas, publicada por la Editorial Universo.
Nos dejamos acompañar además por una leyenda de excepción, "El monte de las ánimas", del genial Gustavo Adolfo Becquer.
Cuidado con lo que pensáis, puede que se cumpla...
Comentarios
Jajaja. Ya somos dos David.
¡Que sí! ¡Que me apuntaré a Esmater! :)