Esta semana mantenemos el pulso, el latido y la reflexión sobre nuestro desarrollo como seres devoradores de energÃa. Nuestra bulimia petrolera, eléctrica, gasÃstica nos plantea escenarios, presentes y futuros, que cuesta imaginar. Trataremos de poner luz, rostro, y mirada a nuestras enfermedades como sociedad moderna, occidental, heteropatrialcal, violenta... sin llegar a la desesperanza. Pero si siendo subjetivas y honestas. Sin echar sal a las heridas, pero si sajándolas para que supuren y las podamos limpiar después.
En una primera y profunda conversación, estaremos con Yayo Herrero, investigadora social y polÃtica, divulgadora del pensamiento ecofeminisma, licenciada en AntropologÃa Social y Cultural entre otros tantos estudios. Con ella nos acercaremos a muchos de los debates que plantea la finitud de los recursos del planeta y el capitalismo como guÃa hacia un futuro incierto. La transición energética, el trabajo, los cuidados, el consumo, las relaciones humanas, la lucha colectiva... en definitiva, las realidades que nos plantea la crisis civilizatoria en la que nos vemos inmersas.
En la segunda parte de la Revuelta Nómada hablaremos con Manolo VÃlchez. Comunicador en temas de vida algo más sostenible, colaborador en diversas publicaciones y organizaciones ecosociales. Trataremos de vislumbrar proyectos de autogestión y autoconsumo de energÃa, y plantearemos las dudas que generan la implantación de las mismas en un mundo tan poblado y con tantas ansias de comerse todo el planeta a dentelladas. ¿Será posible un relevo de energÃa renovables, limpias e inagotables en el cenit del petroleo?
Comentarios
joeeee... no he podido llegar ni a un cuarto del audio, porque se me ha puesto un dolor de cabeza que vamos. Menudo batiburrillo de ideas inconexas!!!, al final, no se si soy un cabrón por ser hombre o por ser un consumidor de recursos energéticos o por algún motivo, pero vamos, que he quedado totalmente convencido de que soy un cabrón...
¿Qué no cabe ni un tonto más?, te sorprenderÃas del espacio libre que queda para llenarlo de tontos...
¿Ecofeminismo?... En España no cabe un tonto más.