Queridos amigos. Según Forbes y Forges, la revista y el humorista respectivamente, el equipo más poderoso del mundo es el Real Madrid. Su valoración supera los 700 millones de euros. La venta de camisolas de Cristiano sigue viento en pompa. Incluso, por primera vez, ha superado al número de camisetas vendidas con la cara del Ché. Bien es cierto, que la temporada valencianista es francamente deplorable. Pero ser el más caudaloso, como el Amazonas, no es sinónimo de ser el más importante. Porque, sin ninguna duda, la formación más influyente del planeta, es el Club Bilderberg. Su nombre, procede del hotel en el que tuvo lugar la primera reunión en los Países Bajos. Muy cerquita de Holanda. A su cita anual, acuden mediante invitación, más de un centenar de las personas más influyentes del mundo. En dicha invitación, se indica claramente la indumentaria que deben lucir los invitados, prohibiendo expresamente la utilización de calcetines blancos. Por eso, Florentino Pérez, el mandamás merengue, tiene vetada la entrada. El foro del Club Bilderberg se desarrolla siempre en complejos hoteleros de lujo. Las conferencias, al igual que ocurre con la Ryder Cup, deben realizarse alternativamente en Europa y América del Norte. Las actividades del club se financian con aportes de decenas de mecenas que organizan docenas de cenas benéficas. En su oficina de prensa suelen ser tan escuetos, como Luis Enrique en cualesquiera rueda de prensa. El misterio que rodea sus cónclaves anuales es el mejor caldo de cultivo para todo tipo de teorías, especialmente las conspiratorias. Los máximos mandatarios bilderberguenses son unos seguidores incondicionales de José Mourinho. Porque ambos defienden que sus sesiones a puerta cerrada. Desde su creación en 1954, este foro informal arrastra la reputación de ser el club secreto que elige a los líderes mundiales. Margaret Thatcher participó en 1975 y cinco años más tarde, se instalaba en el número 10 de Downing Street. Como Leo Messi, que con 13 años se instaló en La Masía y cuatro años más tarde, se enfundaba la remera número 10 del Barça, que como el Bilderberg, es més que un club. Buenas tardes, y saludos cordiales.
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