Los cuerpos incorruptos y los ovnis 17/12/2010

El día 3 diciembre se encontraba cerrado el espacio aéreo en el aeropuerto de Barajas en Madrid, a consecuencia de la huelga de controladores. Ese mismo día se avistaron una serie de luces extrañas sobrevolando el aeropuerto, las investigaciones realizadas daban por hecho que era imposible que fueran aviones, ya que estaba cerrado el espacio aéreo, todos los aviones se encontraban en tierra. Exite videos que recogen ese avistamieto de posibles ovnis y que se aprecian esas luces en formación de unas 3 o 4. Este programa está realizando las oportunas investigaciones y profundas sobre este caso.




La Iglesia católica, entre otras, ha considerado tradicionalmente la incorruptibilidad cadavérica de determinados personajes, particularmente santos y beatos, como un signo milagroso de su santidad, y por esta razón son muchos los cuerpos llamados incorruptos que se veneran en santuarios de esta religión. La idea del cuerpo incorrupto suele dar pie a la idea de que estos cadáveres se mantienen en mayor o menor medida tal y como eran en el momento de la muerte. Sin embargo, en realidad estos cuerpos incorruptos por lo general están momificados de modo natural, y aunque no tengan signos de corrupción presentan el deterioro propio de los cuerpos momificados, en ocasiones muy acusado. Por esta razón, las partes visibles de los cuerpos de los santos expuestos suelen estar recubiertas de capas de cera que ayudan a mantener la idea de la incorruptibilidad. Es el caso de los cuerpos de Bernadette Soubirous [1], Juan XXIII [2], el Beato Sebastián de Aparicio [3] (que se conserva en la Ciudad de Puebla, México) o Juan María Vianney [4], mientras que cuerpos como los de San Isidro [5], Santa Catalina de Bolonia [6] o San Francisco Javier [7] se exponen en su estado natural y es apreciable el deterioro de los mismos.
Algunos han producido fragancias u otros fenómenos que sus fieles consideran milagrosos. Los cuerpos incorruptibles usualmente despiden olores dulces. En los países católicos y ortodoxos, esta propiedad es generalmente tomada como señal que el individuo es un santo.