Diana Miriam Fernández divisó desde el colectivo el operativo que Prefectura Naval realizaba en el barrio Villa Rosas y el allanamiento de la casa de la casa en la que vivía con sus padres en Nicolás Levalle al 2300. Tomó otro trasporte hacia la sede whitense de la fuerza de seguridad donde trabajaba su hermano Enrique.
"Había vehículos, gente con uniforme. Cuando iba hacia White con el colectivo también había operativos en la zona de monoblocks. Había camionetas y camiones verdes. Primero encontré a mi papá que que iba a verl si mi hermano necesitaba ropa o algo. Mi hermano habló con su jefe y decidieron que yo iba a hablar con la gente que estaba a cargo del operativo. El apellido del jefe es Rizzo", declaró Diana.
En la requisa en la casa de sus padres, los represores habían encontrado un cuaderno con anotaciones y textos que Diana escribía. "Me interrogaron sobre si tenía actividades políticas y sobre las cosas que yo escribía. Le había llamado mucho la atención y lo consideró -a mi entender- algo muy grave para la situación política de ese momento, que yo tenía entre mis escritos copiada textual una canción de Violeta Parra".
Al rato decidieron mandarla a su casa. "Mi padre iba en su auto y mi hermano conmigo en un vehículo oficial de marina con custodia. En el camino mi hermano tuvo una discusión muy fuerte con las personas que estaban en el vehículo, yo prácticamente iba con los ojos cerrados", aseguró. Esa noche Diana conocería que el jefe del operativo conjunto entre la Armada y la Prefectura era el capitán Hernán Lorenzo Payba, imputado en la causa hasta su fallecimiento impune.
"Cuando estábamos terminando de cenar, tocan timbre, abre alguien, y había dos personas uniformadas y armadas que habían saltado el paredón de la casa, una camioneta de las que usan las fuerzas de seguridad, dicen que nuevamente tengo que ser interrogada y me trasladan al V Cuerpo de Ejército", relató la testigo.
En la sede militar fue interrogada y amenazada por varias personas que entraban y salían de una oficina grande. "En un momento, no era de día todavía, aparece mi hermano. Me llevan al auto, solo me acuerdo de una salida con una rotonda donde había muchas plantas, a él le hablaban firmemente, estaba muy nervioso, me dijo 'Ahora quedás bajo mi total responsabilidad y acá me juego todo yo'.
Diana recordó que "había una ficha, como de fichero, de un tamaño más chiquito de una página A4 de cartulina. Estaba escrita a máquina, tenían montones de cosas escritas, no me acuerdo si eran una o dos. Empezaron a hacer mención que yo había vivido en calle Las Heras, nunca viví fuera de la casa de mis padres, que había participado en atentados, gente, una cantidad de hechos que por ahí conocía porque eran de dominio público. Un detalle que me llamó la atención y no me olvidé nunca fue que en la cartulina, sobreimpreso en rojo, tenía la cara del Che, como una silueta de la cara del Che".
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