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Comentarios
Lo de los medios se soluciona fácil.... que las licencias no las den los políticos que sean libres y por tanto que cualquier ciudadano q sea periodista pueda solicitar un número d canal d TDT
Me encanta la idea de culpabilizar al trabajador-periodista. Si la empresa para la q trabajo contamina la culpa es del trabajador no de la empresa. Ja. No desviemos el foco de atención, un trabajador no sabe las prácticas de todos loa departamentos de la empresa.
No hace falta seguir protestando, lo que sí es necesario es concentrar las fuerzas en independizarse de esta sociedad saltándose sus límites y optar por pequeñas organizaciones basadas en nuevos principios, unas, la mayoría fracasarán por sus propias incongruencias, pero las que sobrevivan serán la alternativa y deberán luchar contra sus debilidades desestabilizadoras y el Gobierno opresor que verá en peligro su monopolío del poder. Estos grupos exitosos sabrán que una buena parte de sus posibilidades de supervivencia y desarrollo dependerá de la manera de resistir al Estado para quizás, un día, cuando hayan alcanzado un gran nivel de organización, pasar de la defensa al ataque y destrucción del régimen oligárquico actual. La base de estos grupos será la inteligencia con la que alcanzar una gran efectividad en el uso de herramientas científicas y tecnológicas empleadas de la misma manera que hacen los pigmeos cuando cazan a un elefante.
Estos tertulianos son igual que los cazadores que sobreexplotan a una especie cinegética, la acaban extinguiendo. Igual va a pasar con el chollo de farfullar sobre política y que mantiene el estómago de muchos en este país repitiendo consignas de uno u otro color que está aburriendo al espectador lo que hará que se sustituya el debate político de los mass media por puro espectáculo apolítico donde cada día se sepa menos de quién nos gobierna, igual se acaba con la figura del político sustituido por showmans y payasos (otros) que nada tengan que ver con la temática política de las que comen periodistas o pseudoperiodistas bien pagados por las sectas políticas que a su vez reciben su pastuqui de los peces gordos. Y lo más triste es que la muerte de esta pseudemocracia y pseudoinformación no le importará a casi nadie (salvo a los que vivían de ella). Mejor que infotoxicar es acabar con toda la información, ocultar al máximo quién verdaderamente gobierna y de paso acabar con otra profesión (si se puede llamar profesión por lo que se suele ver) en este país.