Los hechos violentos ocurridos este miércoles en Venezuela y los ataques especulativos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, nos da una clara idea del poder político de los Estados Unidos de Norteamerica. Tal vez el gobierno de Mr. Obana no este enterado de lo que acontece al sur de su país y actúen por su cuenta organismos de tradición golpista como la CIA, eso suponemos de manera ingenua brindándole nuestra confianza al presidente americano.
La influencia que te tienen Argentina y Venezuela en el continente americano es indudable y su esfuerzo para beneficiar a sus pueblos innegable.
¿Quiénes se sienten afectados por la disminución de pobres en Venezuela y por las expropiaciones de la Argentina emanicipadora?
Son las grandes empresas trasnacionales las que pretenden un cambio en los gobiernos de esos países, ¿Qué les importan los muertos que aparezcan? ¿Qué les importan los disturbios armados que fomenten? No, solo importa un cambio de gobierno, más sutil y que entregue las propiedades del estado. Necesitan un gobierno que no les cobre los impuestos y que les permita administrar las empresas relacionadas con el agua, carreteras, las tierras para cultivos transgénicos y los yacimientos petrolíferos.
Veamos que sucede en Venezuela:
El Presidente Nicolás Maduro dice: que sólo tenían una intencionalidad política; querían derrotar a un gobierno legítimo, amparado en la legitimidad y en la constitucionalidad.
El ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, denunció que grupos de infiltrados entrenados en México desataron los enfrentamientos del miércoles tras una protesta estudiantil opositora, de lo que identificó como el plan fiesta mexicana, implementado por grupos de extrema derecha que, subrayó, buscan llevar al país a la guerra civil.
Según Rodríguez Torres, los hechos violentos de este miércoles, tras varios días de manifestaciones estudiantiles contra la inseguridad, la inflación y la falta de productos básicos, fueron actos de carácter conspirativo y organizados por Gustavo Tovar Arroyo, a quien calificó de radical y fascista.
Y la paloma blanca externa:
El ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles afirmó que la violencia le interesa a este gobierno para tapar la crisis que estamos viviendo, y abogó por el diálogo. Dijo que no están dadas las condiciones para pedir la salida del presidente Maduro, rechazó que la oposición promueva un golpe de Estado, e indicó que las intentonas no las hacen los civiles, sino los militares.
La unidad en el gobierno venezolano queda manifestada por el líder de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, el canciller Elías Jaua y las fuerzas armadas.
En Argentina las cosas van en el mismo sentido, Cristina Fernández de Kirchner, aseguró esta noche que su gobierno enfrentó un ataque especulativo en los últimos días, que, dijo, intentó hacer volar a Argentina por los aires.
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