HECHOS CAPITULO 3. congregacion biblica en audio 2-9-2014

Hechos 3
Curación de un cojo
3 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. 2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. 3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. 4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. 9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. 10 Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
Discurso de Pedro en el pórtico de Salomón
11 Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón. 12 Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? 13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. 14 Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, 15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. 16 Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. 17 Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes. 18 Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. 19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. 22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; 23 y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo. 24 Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. 25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. 26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.


Curación de un cojo
Versos: 3 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. 2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. 3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. 4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. 9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. 10 Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
En los versos del 1 al 10 vemos el relato de como Dios usa a pedro y a juan para sanar a un hombre que había permanecido invalido por 40 años. Los apóstoles se reunían en un lugar a las afuera del templo llamado la puerta la hermosa, en ese lugar se ponían los mendigos a pedir limosna. Aquel paralitico ve a pedro y a juan que se acercan y les pide limosna, pero pedro lo que hace es invocar el nombre de cristo sobre aquel paralitico y este queda totalmente sano. Noten que pedro y juan no le pidieron dinero a aquel hombre por hacerle el milagro, como acostumbran los lideres iglesieros modernos, los cuales piden diezmos, ofrendas y supuestas semillas de dinero como agradecimiento cuando Dios hace un milagro, lo cual es falso: en ninguna parte de las escrituras nadie jamás ha ofrendado dinero como si Dios exigiera alguna remuneración cuando le hace un bien a alguien: ya que evidentemente Dios no necesita el dinero de nadie como motivo para hacer el bien. Noten también que antes de ser curado milagrosamente, tampoco aquel paralitico les ofreció algún supuesto pacto u ofrenda de dinero a los apóstoles para que luego estos invocaran el poder divino para sanarlo. Es en el moderno sistema iglesiero apostata (SIA) donde se acostumbra a escuchar a los líderes, pastores, ungidos, profetas y apóstoles de las iglesias carismáticas, ecuménicas y pentecostales venir con la doctrina falsa de que si alguien quiere algún milagro de Dios, primero tiene que pactar entregándoles dinero a esos supuestos ministros, ya que ellos se consideran el puente entre Dios y los hombres, por lo cual ha de suponerse que los dineros del pacto que se les entrega es como si se lo entregaran a Dios mismo; lo cual es totalmente falso y diabólico, ya que los apóstoles de Jesucristo y los cristianos del siglo 1 jamás practicaron ni enseñaron tal cosa. Evidentemente lo que vemos en las iglesias modernas con el asunto de que sus líderes exigen de sus feligreses ofrendas, semillas, pactos, diezmo, etc ; lo que deja claro la descomunal estafa impuesta por líderes corruptos (lobos rapaces) que lo único que saben hacer es retorcer las sagradas escrituras para engañar y despojar a los ignorantes que no escudriñan la verdad y que se someten de forma ciega a un sistema gobernados por modernos Diotrefes; ministros avariciosos y ladrones disfrazados de cristianos. En esos primeros versos del capítulo 3 de hechos de los apóstoles vemos que pedro y juan no le exigieron ni un solo centavo a aquel hombre que por 40 años había estado paralitico.
En este tiempo moderno se predica que el cristiano tiene que estar supuestamente prosperado en bienes y dinero para poder afirmar que cuenta con el apoyo de Dios, incluso algunos de estos falsos maestros iglesieros predican que el ser pobre es una maldición de Dios sobre aquellos que no diezman ni hacen pactos de dinero, sin embargo aquí encontramos al apóstol pedro diciendo : ‘’yo no tengo ni plata ni oro’’, a lo cual preguntamos: ¿acaso pedro estaba bajo alguna maldición al decir que no tenía ni plata ni oro?; pues claro que no; no había en medio ninguna maldición: simplemente el apóstol pedro no necesitaba poseer grandes suma de dinero para poder demostrar el poder de Dios.
La enseñanza bíblica es clara en este caso: dice el apóstol pablo que ‘’EL QUE NO TRABAJA QUE NO COMA’’, y esta regla es aplicable a todos los cristianos si excepción; a menos que algún cristiano sea ya rico por causa de su trabajo o por causa de alguna herencia, lo cual no es pecado; ya que no es ningún pecado tener riquezas y trabajar para superarse; PERO SI ES PECADO PONER TODA LA CONFIANZA EN LAS RIQUEZAS, y eso es efectivamente lo que hacen los modernos lideres iglesieros: ELLOS PONEN TODA SU CONFIANZA EN LAS RIQUEZAS, LLEGANDO AL PUNTO DE HASTA DECIR QUE EL EVANGELIO NO SE MUEVE SIN DINERO; ¡! LO CUAL ES TOTALMENTE FALSO!!
El apóstol pedro y el apóstol juan no necesitaron dinero para predicarle a multitudes de personas, solo necesitaron del poder de Dios, ya que el evangelio se mueve es por el poder de Dios para todo aquel que cree; PERO NO SE MUEVE POR EL PODER DEL DINERO,YA QUE PEDRO Y JUAN NO NECESITARON NI DE PLATA NI DE ORO PARA EVANGELIZAR A MILES DE PERSONAS GRATUITAMENTE Y POR GRACIA.
verso: 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Noten que la curación de aquel que fue paralitico fue completa; no quedaba ningún indicio de que anteriormente ese hombre no caminaba, todo lo contrario; ese hombre estaba en pie ‘’saltando’’ de alegría mientras alababa a Dios. Esto es muy diferente a los supuesto milagros que hacen los modernos ungidos, los cuales solo saben jugar con el emocionalismo y el hipnotismo masivo lo cual provoca en algunas personas reacciones momentáneas de sugestión que los impulsa a ponerse en pie si están en sillas de ruedas. Si vemos que tambaleándose suben a la tarima supuestamente a dar testimonio de su supuesta sanidad, pero lo hace casi cayéndose: ya que simplemente lo que ha sufrido es un impulso emocional que, bajo sugestión, impulsa al cuerpo a ponerse en pie creyéndose sano, cuando en realidad no lo está. Sin embargo, vemos que los verdaderos apóstoles de cristo del siglo 1 cuando declaraban sanidad sobre alguien, ese enfermo quedaba 100 por ciento sano. Incluso si a alguien le faltaba alguna parte del cuerpo, como las manos y los pies, esos miembros corporales eran totalmente restaurados, y de este modo los mancos recibían nuevamente sus manos, los ciegos podían ver y los mudos recibían el habla; incluso los muertos eran resucitados por los apóstoles: ¡!Esos eran verdaderos milagros, los cuales nunca vamos a ver en el sistema apostata iglesiero moderno!!.
versos 11 Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón. 12 Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? 13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. 14 Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, 15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. 16 Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.
Noten como con toda humildad el apóstol pedro reconoce delante del pueblo, los cuales estaban bien sorprendidos, de que el milagro era obra de Dios: por fe en el nombre de Jesucristo, el cual ha usado a los apóstoles para sanar completamente a ese hombre: en ningún momento pedro o los otros apóstoles tomaron para si mismos el reconocimiento de aquel milagro; todo lo contrario: aprovecharon el momento para glorificar al Dios padre y a su hijo Jesucristo y le predicaron a toda aquella multitud.
Noten que en el verso 15 pedro dice que a Jesucristo lo resucito Dios su padre, lo cual evidencia que la doctrina unicitaria es totalmente falsa, ya que la moderna doctrina unicitaria asegura que Jesucristo es al mismo tiempo el padre celestial. La doctrina unicitaria no la conocían los apóstoles de Jesucristo ni los cristianos del siglo 1, ya que ellos lo que sabían y reconocían era que Jesucristo tiene a un Dios y padre por encima de sí mismo, el cual es mayor que el mismo cristo, ya que el mismo Jesucristo, en juan 14: 28 reconoce que su padre es mayor: y no solo eso: sino que Jesucristo testifica que el Dios supremo (el padre) es tanto su padre como también su Dios, lo cual certifica que el Dios padre es un Dios mayor que el hijo; vamos a leerlo:
Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.’’(Juan 20: 17)
Por lo tanto, los primeros cristianos del siglo 1 nunca dijeron que Jesucristo fuera el mismo padre celestial, lo que ellos sabían era que Jesucristo tiene a un Dios y padre que es superior, esto es lo que enseñan los apóstoles, vamos a leerlo:
‘’ Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo…1 de Pedro 1: 3, 5
‘’Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, ’’ 2 Corintios 1:3
‘’El Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento. ’’ 2 Corintios 11:31
‘’Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. ’’ Efesios 1:3.
EL PADRE CELESTIAL JAMÁS HA MUERTO, SU HIJO UNIGÉNITO SI MURIÓ Y RESUCITÓ; POR TANTO: NO SON LA MISMA PERSONA.
Si aceptamos la creencia de los unicitarios y de los trinitarios tendríamos que creer que fue el padre supremo quien puso su vida por el pecador: por tanto tendríamos que creer que fue el padre celestial quien murió y fue sepultado por tres días y que luego ese mismo padre muerto se resucito a si mismo: lo cual seria totalmente contradictorio; primero porque las escrituras muestran que quien puso su vida por los pecadores no fue el Dios padre sino su hijo, ya que fue el padre quien entregó a su hijo por nosotros; leámos Romanos 8: 32: ‘’El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?’’. Ese pasaje es clarísimo, no necesita comentarios.
Además: Si en realidad las supuestas tres personas que componen LA SANTÍSIMA TRINIDAD fueran coeternas, co-iguales e indivisibles, como afirman los trinitarios, entonces esas tres personas también murieron cuando Jesús murió en el madero.
Pero resulta que el padre celestial nunca ha muerto ya que Dios es incorruptible (no puede morir), Los trinitarios y los unicitarios olvidan que las escrituras aseguran que el único que siempre ha tenido inmortalidad absoluta (siempre ha existido y nunca puede morir) es únicamente el padre celestial; el Dios supremo, leámoslo; "el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén." 1 Timoteo 6:16…también este otro pasaje demuestra que el padre es el único inmortal, es decir: nunca ha muerto y jamás morirá: "Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén." 1 Timoteo 1:17… Esa inmortalidad absoluta es lo que hace que el Dios padre sea ‘’el único Dios verdadero’’, el altísimo, el Dios supremo, de quien proceden todas las cosas.
pero el hijo de Dios, Jesucristo, al no ser el mismo Dios padre, si pudo morir, leámoslo: ‘’Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, murió. ’’ Lucas 23: 46. Como podemos ver en ese versículo Jesús encomienda su espíritu (su existencia o vida) en las manos de su padre, esto no podía haberlo hecho si el padre y Jesús fueran la misma persona. Segundo: el padre celestial fue quien levantó a su hijo de entre los muertos, leámoslo: ‘’ A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. ’’ Hechos 2:32…. Sigue diciendo el apóstol pedro: ‘’ y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. ’’ Hechos 3: 15. Estos pasajes demuestran de manera irrefutable que el padre celestial fue quien levanto a su hijo Jesucristo de la tumba, lo que deja mas que claro que el padre celestial jamás ha muerto y nunca morirá. Esto quiere decir que el padre celestial y su hijo Jesucristo no son la misma persona, sino que son dos personas totalmente literales. Por lo tanto, repito, esa doctrina abominable que enseñan esos falsos cristianos y falsos maestros es una doctrina DIABÓLICA por excelencia, cumpliéndose así en esos engañadores la profecía del apóstol Pablo, el cual dijo que los apóstatas de la fe apartarían sus oídos de la verdad, y se volverían a los cuentos, es decir, a las fábulas mentirosas: "Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a las fábulas." (2 Timoteo 4:3-4).
Verso: 17 Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes. 18 Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer.
Noten en estos pasajes que el apóstol pedro alega ignorancia en el proceder de esos israelitas cuando incitaron a que Jesús sea crucificado. Es lo mismo que cristo dice cuando lo estaban clavando en el madero: ‘’padre perdónalos porque no saben lo que hacen’’. En el verso 18 se asegura de que el Dios padre tiene el control de todas las cosas, incluyendo la muerte de su hijo unigénito, el cual entrego su vida voluntariamente para cumplir los designios del Dios supremo y realizar así el camino para la redención del género humano que el Dios padre había escogido: todo esto quiere decir que dios el padre conoce el porvenir: nadie vive ni muere sin su anticipado conocimiento, es que por esto que al final de cuentas todo acontecimiento siempre lleva de manera inexorable al cumplimiento de los designios divinos dictados por el Dios supremo.
Versos: 19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
El verso 19 denota la sencillez del mensaje del evangelio: ‘’arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados’’; eso es lo que debe hacer todos aquellos que Dios ha llamado y atraído a cristo; simplemente arrepentirse de sus pecados y convertirse al señor obedeciéndole por agradecimiento por haber sido un elegido del señor, por pura gracia, tal y como lo demuestra el apóstol pablo en la siguiente lectura:
"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira" (Romanos 5:8-9).
Cuando Dios nos atrae por medio de su espíritu y luego somos justificado por cristo es entonces que se activa el don de fe y comenzamos a creer ya que la fe ‘’es un don de Dios’’:"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Yahshua el cristo"(Romanos 5:1). Entonces debemos tener claro que toda la obra de redención del hombre es por la misericordia de Dios, tal y como se lee en este impresionante pasaje:
"Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia." (Tito 3:4-5).
El apóstol pedro continúa su discurso diciendo lo siguiente en los versos 22 al 25:
22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; 23 y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo. 24 Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. 25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.

En el último verso de todo el capítulo 2 de hechos de los apóstoles, se termina con un impresionante pasaje, dice:
26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.
Noten que este pasaje identifica a Jesucristo como ‘’EL HIJO DE DIOS’’, ya que evidentemente los primeros cristianos nunca dijeron que cristo sea el mismo Dios padre, como aseguran los unicitarios; como tampoco nunca dijeron que Jesucristo sea ‘’la segunda persona o hipostasis del dios trino’’; como aseguran los trinitarios, ya que esos primeros cristianos tampoco conocían al dios trino, el cual fue introducido en el cristianismo en el siglo cuarto después de cristo a través de la gran ramera católica romana. Lo que en realidad conocían esos primeros cristianos es que para arcanzar la vida eterna solo necesitaba tener el conocimiento de dos personas divinas; el padre y el hijo, tal y como lo ordeno el mismo Jesucristo, vamos a leerlo:
‘’y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti: el único Dios verdadero, y en Jesucristo; al cual tú has enviado.¨ (Juan 17: 3).
También dice el señor; ‘’ no se turbe vuestro corazón: ‘’crean en Dios; crean también en mi.¨ (Juan 14: 1).
Ahí lo tiene bien claro; la enseñanza fundamental para alcanzar la vida eterna no es el trinitarismo ni tampoco el unicitarismo; la verdadera doctrina es creer en el Dios padre y en su enviado Jesucristo, por lo tanto son dos personas divinas totalmente literales, siendo el padre mayor que su hijo.
La doctrina de EL PADRE Y EL HIJO es lo que enseñaron los apóstoles del siglo 1, veamos estas palabras del apóstol pablo:
‘’ para nosotros, sin embargo, hay un Dios: el padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para el; y un señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él. ’’ (1Corintios 8: 5-6).
Esta es la doctrina que también predicaba el apóstol juan, vamos a leerlo:
‘’Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al PADRE Y EL HIJO. Si alguno viene a vosotros, Y NO TRAE ESTA DOCTRINA, no lo recibáis en casa, ni le digáis: !Bienvenido! porque el que le dice bienvenido participa en sus malas obras.¨ (2 Juan 9-10).