Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
El problema que encuentra el historiador español de hoy cuando empieza a estudiar la década de los 30 hasta el final de la Guerra Civil, es que comienza con un prejuicio de víctimas y verdugos que ha ido interiorizando a lo largo de los años de formación. Todo eso se les viene abajo, y de forma traumática en muchos casos, cuando a un crimen de los "verdugos" siempre encuentran otro mayor de las "victimas". La guerra fue evitable y se habría evitado si el Gobierno legítimo de la República se hubiese molestado por cumplir y hacer cumplir las leyes. Mientras sigan los Juliá y su tribu hablando de culpables e inocentes asociado a bandos y no a personas y hechos concretos de unos y de otros no adelantaremos nada. Basta ya de mitos y de leyendas. He visto mucho más sincero reconocimiento de culpa en la derecha, en la izquierda casi todo lo que veo es el desempeño de un papel, el de víctima, pero también hubo verdugos de lo peor entre ellos. Mientras esa sea la división, la de izquierda-derecha, no habrá reconciliación. Mientras haya unos que quieran creerse moralmente superiores frente a los otros, no habrá reconciliación posible. Si no se reconoce que hubo buenos en los de contrarios y malos en los nuestros seguiremos así hasta que encontremos otro motivo de enfrentamiento más poderoso que la Guerra Civil y el franquismo.
Asi se da una conferencia. Me gusto el dominio, el tempo, la simplificación, dejando que el oyente paladee los bocados exquisitos sin atragantamientos de erudición
Gran conferencia, interesantisima.