Imaginemos el mundo sin música. O imaginemos un mundo donde se nos dice qué interpretar, qué cantar, e incluso qué podemos escuchar en la intimidad de nuestros hogares. Ese mundo ya existe. En más países de lo que se puede creer, músicos y compositores se encuentran bajo amenaza. Y esa amenaza está creciendo. Como dijo el famoso escritor George Bernard Shaw: “Todas las censuras existen para impedir que cualquiera intente desafiar las concepciones actuales y sus instituciones. Pero por otro lado, todo progreso se inicia al desafiar las concepciones actuales y al luchar por la suplantación de las instituciones existentes. En consecuencia, la primera condición del progreso es la eliminación de las censuras”. Uno podría preguntarse por qué la música está siendo censurada. ¿Por qué tantos músicos han sido torturados, encarcelados, exiliados e incluso asesinados. ¿Por qué ciertas formas de la música ha sido silenciada? Puede ser tan simple como lo dijo el músico sudafricano Johnny Clegg: "La censura se basa en el miedo". La música es una expresión libre de las ideas, las tradiciones y las emociones de las personas y de los pueblos. Sin embargo, estas expresiones pueden entrar en conflicto con los que detentan el poder, cuando las ideas están fuera de la corriente de pensamiento oficial o de la práctica de un régimen o de un grupo de interés particular. Y hay quienes no se detienen ante nada para reprimir. La censura musical llevada a cabo por los Estados, las religiones, los sistemas educativos, las minorías o los grupos de presión, en la mayoría de los casos, violan gravemente las convenciones internacionales de derechos humanos. Presentado por la ONG Freemuse y la cantante Deeyah este disco es una declaración única de artistas que están unidos en un solo tema, la protección de la libertad de expresión musical, una libertad que muchos dan por sentada. El álbum está lleno de canciones contemporáneas de artistas que han sido censurados, perseguidos, encarcelados y torturados incluso, por una razón muy simple: su música. Freemuse, con sede en Dinamarca, es la única organización internacional dedicada a la protección de los músicos y compositores, y a su derecho a la libertad de expresión. El disco ha sido compilado por Deeyah, una cantante noruega-pakistaní quien después de años de sufrir hostigamientos por elegir la música como forma de ganarse la vida ahora se ha dedicado a promocionar los derechos humanos y la libertad de expresión. Como expresa Deeyah en la cubierta del disco: "Esta es una colección de canciones de artistas de todo el mundo que se han enfrentado a la censura o se les ha prohibido la música. Estos artistas y otros como ellos en los distintos rincones del mundo, deben tener el derecho a existir y expresar libremente sus sentimientos y opiniones a través de su arte. La música no debe ser silenciada". El CD “Escuchar lo prohibido” ha sido bien recibido por los organismos de radiodifusión en toda Europa. Desde que el disco fue publicado en marzo de 2010, las radioemisoras de países como Suiza, Alemania y la República Checa han ofrecido programas especiales al respecto, mientras que otras emisoras nacionales, por ejemplo, de los países escandinavos, han realizado entrevistas en vivo con cantantes encarcelados, como Lapiro de Manga, de Camerún, o exiliados, como Tiken Jah Fakoly, desde Costa de Marfil. Entrevistado por Jungeltelegrafen, un programa musical de la NRK de Noruega, Tiken Jah Fakoly apoya firmemente a su colega encarcelado Lapiro de Mbanga, cuando dice: “Lapiro hizo lo que los artistas deben hacer en nuestras sociedades, donde la gente no puede hablar libremente. El lucha por la democracia y deben ponerlo en libertad. "Normalmente la gente recibe trofeos por vender más discos, pero en este CD se destacan artistas, que luchan por la justicia y eso es una buena idea", dijo el Ganador del Premio Freemuse 2008. Además de los intérpretes reunidos en este disco, desde Madonna a Wagner, y desde Afghanisan a los EEUU, son muchísimos los músicos que de una u otra forma han sido objeto de censura por sus creaciones. Al sólo título de ejemplos podríamos mencionar al trío femenino de música country de los Estados Unidos Dixie Chips, cuyos discos fueron boicoteados y hasta destruidos por estaciones de radio locales, después de sus comentarios anti-Bush, los varios videos prohibidos a Madonna, y Eminen el rapero norteamericano incluido en la lista negra de varias estaciones de radio. Y no podemos dejar de mencionar a Victor Jara, asesinado por la dictadura de Pinochet, o al pianista de renombre internacional Miguel Angel Estrella, prohibido, encarcelado y torturado por la junta militar argentina. Pero no sólo en nuestra época suceden estas cosas, ni sólo en la música popular. En el siglo XIX y comienzos del 20 también fueron objeto de censuras compositores de música clásica como Giuseppe Verdi cuando "La Traviata" fue prohibida en toda Europa por la lírica "Él se llevó el premio deseado en los brazos del amor", que se consideró demasiado sugerente, el ruso Dmitri Shostakovich fue censurado y hostigado durante el tiempo de Stalin en el poder, Igor Stravinsky, cuando su arreglo para el Himno Nacional de los EEUU fue prohibido en Boston en 1941, o el austríaco Arnold Schönberg, prohibido en la Alemania nazi, donde las autoridades calificaron su música como "degenerada" y "bolchevique". Para este disco que quiere contribuir con la liberación y la no-censura de los músicos de todo el mundo, se le pidió a muchos artistas, la mayoría de ellos que tienen canciones de protesta, que se junten. Se trata de un trabajo que logró reunir a 14 artistas de todo el mundo quienes experimentaron la censura, la violencia, que fueron encarcelados o que sufrieron el acoso de la ley por el simple hecho de componer su música. Su realización tuvo una duración de dos años, el disco ya está terminado y se puede encontrar en la página oficial de Freemuse, cuya dirección es freemuse.org Deeyah, una de sus promotoras, comentó que la música censurada suele ser olvidada, y que este proyecto es una buena medida para dar a conocer estos problemas que existen dentro del ambiente de la cultura y el espectáculo. Los comentarios están extraídos del sitio Freemuse.com, mientras que el disco que hoy compartimos fue editado en marzo de 2010 por el sello de Noruega, Grappa Records, y luego distribuido a nivel internacional. Debo agradecer a Ole Reitov, uno de los directores de Freemuse, que ante mi pedido, me haya enviado un ejemplar de este disco. Durante el programa se escuchan interpretaciones de Mahsa Vahdat (Iran), Chiwoniso Maraire (Zimbabwe), Kamilya Jubran (Israel/Palestina), Lapiro De Mbanga (Camerun), Ferhat Tunç (Turquía), Fadal Dey y Tiken Jah Fakoly (Costa de Marfil), Aziza Brahim (Sahara), Marcel Khalife (Líbano), Kurash Sultan (Uighuristan), Haroon Bacha (Pakistan) y Farhad Darya (Afghanistan). Es una realización de Jorge Laraia.
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