Oramos con el Carmelo de Loeches.
Teresa tambien ora con la Escritura:
“Mirar a Cristo, poner los ojos en él”, no es otra cosa que poner los ojos en el Evangelio “Siempre he sido aficionada y me han recogido más las palabras de los Evangelios que libros muy concertados.” (C, 21, 4)
La Escritura es para Teresa Palabra Viva, que se funde armoniosamente con su vida orante. El Libro Vivo del que habla, es para ella la misma persona de Jesús. Genial identificación de la palabra escrita con la palabra encarnada, adelantándose a los tiempos antes de la Verbum Dei del Vaticano II
La Escritura es la Verdad con mayúsculas y el mayor criterio de discernimiento.
Teresa de Jesús es una mujer bíblica, nos ha enseñado a orar identificándose con los personajes de la Sagrada Escritura. Ella misma resulta ser casi un prototipo bíblico, pareciera que Teresa también se ha escapado de la palabras de la biblia, pues habla con Dios como con un amigo, como Abraham; cara a cara, como Moisés; pidiendo, intercediendo, alabando, reprochando, …( “¿cómo lo consentís…?”), como los profetas, como Jeremías, sentada a los pies de Jesús, como María…, escuchando, mirando las palabras que salen de aquella divina boca (C 26 10), y las palabras que salen son esas palabras tan heridoras (Santa Teresa en Los Conceptos del Amor de Dios, 3, 14)
Mirar a Jesús es pues contemplarle en la Sagrada Escritura
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