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Pioneros: Franco Battiato
Franco Battiato. Cantautor y músico, nacido en Sicilia (Italia) el 23 de marzo de 1945. Personalidad entre las más eclécticas y originales de cuantas han aparecido en el panorama cultural italiano de las últimas décadas, ha pasado por múltiples estilos musicales: los inicios románticos, el progressive pop, la música culta o la música étnica, consiguiendo siempre un gran éxito de público y trabajando con colaboradores excepcionales.
Muy unido a su madre Grazia, que murió en 1994, nunca le ha gustado la vida social, prefiriendo vivir de manera discreta en las faldas del Etna.
Habiéndose mudado a Milán a los 19 años, después de haber terminado el secundario, pronto entra en contacto con el ambiente musical: es Giorgio Gaber, en 1968, quien le produce el primer single. A finales de la década de los ’60, el interés de nuestro autor se mueve hacia argumentos espirituales y la práctica de la meditación. Eso es reflejado también en los aspectos artísticos: alejándose de la música ligera, debuta con un álbum, “Fetus” (1971), dedicado al escritor Aldous Huxley, caracterizado por un experimentalismo atestiguado por el recurso abundante a la electrónica. Con las mismas características se lanza el sucesivo "Pollution" (1972), que mezcla a Bach y Strauss con los usuales ingredientes. En 1973 publica "Sulle corde di Aries - En las cuerdas de Aries" (1973), “Clic” (1974) y sigue un tríptico de obras de transición, “M.elle le “Gladiator” (1975), “Battiato” (1976, que marca su llegada a la casa discográfica Ricordi) y “Juke Box” (1977): en este último álbum comienza su colaboración con un violinista de la Scala, Giusto Pio, que tendrá un rol importante en el desarrollo de su obra. En “L’Egitto prima delle sabbie – El Egipto antes de las arenas” (1978), constituido por dos largos temas, tenemos el reflejo de esas repeticiones "minimales" que constituirán el centro de "Music for Airports" de Brian Eno. Un segundo cambio de etiqueta, en favor de la Emi, marca el cambio de paso definitivo: “L'era del cinghiale bianco – La era del jabalí blanco” (1979) anuncia el día nuevo – sobre todo en el tema que da el título al disco y en el hermoso “Stranizza d’amuri” - y “Patriots” (1980) funde instancias experimentales con sonidos pop, de forma tan efectiva que se convierte en un objeto de culto para las radios. Ambos Álbumes parecen una especie de ensayo general para "La voce del padrone - La voz del patrón" (1981), admirable síntesis de las materias más diferentes, la sencillez para los rankings y la elegancia elíptica de las letras, los ritmos bailables y las exquisiteces exótico-históricas. Más de un millón de ejemplares vendidos convierten al cantautor siciliano en una auténtica pop star: para confirmar, el autor firma temas exitosos para varias intérpretes femeninas, desde Alice (que con “Per Elisa – Por Elisa” gana en el año 1981 el Festival de San Remo) a Milva (por ejemplo, la soberbia Alexanderplatz”, en 1982), hasta Giuni Russo (triunfadora en los rankings del año 1982, gracias a la muy agradable “Un'estate al mare – Un verano en la playa”). Sin embargo, el rol no tiene que resultar grato al artista de Catania, ya que, con “L’arca di Noe – El arca de Noé” (1982), se interna en zonas musicalmente ásperas – creando desconcierto en los fans más recientes, a causa, también, de letras bastante crípticas – y en “Orizzonti perduti – Horizontes perdidos” (1983) insiste con los mismo temas, causando una inevitable reducción de las ventas. Sin embargo, alcanza un vértice en “Mondi lontanissimi – Mundos muy lejanos” (1985), disco de síntesis y de recapitulación, rico de temas extraordinarios (“No Time No Space”, “L’animale – El animal”, “Chan-son egocentrique”, y aquella “I treni di Tozeur – Los trenes de Tozeur” ejecutada en 1984, en pareja con Alice, en el escenario del Eurofestival). En del año 1987 la primera verdadera ópera de Battiato: presentada en el Teatro Regio de Parma, “Genesi – Génesis” (1987) obtiene buenos comentarios de la crítica y un buen éxito de público, permitiendo el lanzamiento de "Fisiognómica” (1988), óptima obra en que se encuentran, entre otros temas, “E ti vengo a cercare – Y voy a buscarte” y “Nomadi - Nómadas”. Un año más tarde, al fin, sale un doble cd en vivo, que incluye tres temas nunca grabados antes (“Lettera al governatore della Libia – Carta al gobernador de Libia", "Alexander platz” y “Mesopotamia”, inicialmente asignada a Gianni Morandi). El período tal vez más feliz de Battiato termina aquí: aunque sucesivamente siempre quede muy activo (con títulos como “Come un cammello in una grondaia – Como un camello en un canalón”, 1991; “Caffè de la Paix”, 1993; “L’ombrello e la macchina da cucire – El paraguas y la máquina de cocer”, 1995; “L’imboscata – La emboscada”, 1996; “Gommalacca – Goma laca”, 1998), a pesar de que no falten canciones de absoluto nivel (desde “Povera patria – Pobre patria” a “Breve invito a rinviare il suicidio – Breve invitación a aplazar el suicidio”, de “Strani giorni – Días extraños” a “La cura”, de “Shock in my town” a “E’ stato molto bello – Ha sido muy hermoso”), parecen haberse perdido el entusiasmo, la fuerza, la capacidad de asombrar. Los siempre agradables “Fleurs” (1999-2002; tres recopilaciones de covers de antaño, italianas y no) demuestran dificultades en la proposición de inéditos, confirmada por la forma no excelsa mostrada en “Ferro battuto – Hierro forjado” (2001, con una versión de “Hey, Joe” de Hendrix) y en “Dieci stratagemmi – Diez estratagemas” (2004). Ni siquiera su actividad de director cinematográfico, desde “Del perduto amor – Del perdido amor” (2003) a “Musikanten” (2005), ha, encontrado, lamentablemente, el aprecio de la crítica y del público.
Muy unido a su madre Grazia, que murió en 1994, nunca le ha gustado la vida social, prefiriendo vivir de manera discreta en las faldas del Etna.
Habiéndose mudado a Milán a los 19 años, después de haber terminado el secundario, pronto entra en contacto con el ambiente musical: es Giorgio Gaber, en 1968, quien le produce el primer single. A finales de la década de los ’60, el interés de nuestro autor se mueve hacia argumentos espirituales y la práctica de la meditación. Eso es reflejado también en los aspectos artísticos: alejándose de la música ligera, debuta con un álbum, “Fetus” (1971), dedicado al escritor Aldous Huxley, caracterizado por un experimentalismo atestiguado por el recurso abundante a la electrónica. Con las mismas características se lanza el sucesivo "Pollution" (1972), que mezcla a Bach y Strauss con los usuales ingredientes. En 1973 publica "Sulle corde di Aries - En las cuerdas de Aries" (1973), “Clic” (1974) y sigue un tríptico de obras de transición, “M.elle le “Gladiator” (1975), “Battiato” (1976, que marca su llegada a la casa discográfica Ricordi) y “Juke Box” (1977): en este último álbum comienza su colaboración con un violinista de la Scala, Giusto Pio, que tendrá un rol importante en el desarrollo de su obra. En “L’Egitto prima delle sabbie – El Egipto antes de las arenas” (1978), constituido por dos largos temas, tenemos el reflejo de esas repeticiones "minimales" que constituirán el centro de "Music for Airports" de Brian Eno. Un segundo cambio de etiqueta, en favor de la Emi, marca el cambio de paso definitivo: “L'era del cinghiale bianco – La era del jabalí blanco” (1979) anuncia el día nuevo – sobre todo en el tema que da el título al disco y en el hermoso “Stranizza d’amuri” - y “Patriots” (1980) funde instancias experimentales con sonidos pop, de forma tan efectiva que se convierte en un objeto de culto para las radios. Ambos Álbumes parecen una especie de ensayo general para "La voce del padrone - La voz del patrón" (1981), admirable síntesis de las materias más diferentes, la sencillez para los rankings y la elegancia elíptica de las letras, los ritmos bailables y las exquisiteces exótico-históricas. Más de un millón de ejemplares vendidos convierten al cantautor siciliano en una auténtica pop star: para confirmar, el autor firma temas exitosos para varias intérpretes femeninas, desde Alice (que con “Per Elisa – Por Elisa” gana en el año 1981 el Festival de San Remo) a Milva (por ejemplo, la soberbia Alexanderplatz”, en 1982), hasta Giuni Russo (triunfadora en los rankings del año 1982, gracias a la muy agradable “Un'estate al mare – Un verano en la playa”). Sin embargo, el rol no tiene que resultar grato al artista de Catania, ya que, con “L’arca di Noe – El arca de Noé” (1982), se interna en zonas musicalmente ásperas – creando desconcierto en los fans más recientes, a causa, también, de letras bastante crípticas – y en “Orizzonti perduti – Horizontes perdidos” (1983) insiste con los mismo temas, causando una inevitable reducción de las ventas. Sin embargo, alcanza un vértice en “Mondi lontanissimi – Mundos muy lejanos” (1985), disco de síntesis y de recapitulación, rico de temas extraordinarios (“No Time No Space”, “L’animale – El animal”, “Chan-son egocentrique”, y aquella “I treni di Tozeur – Los trenes de Tozeur” ejecutada en 1984, en pareja con Alice, en el escenario del Eurofestival). En del año 1987 la primera verdadera ópera de Battiato: presentada en el Teatro Regio de Parma, “Genesi – Génesis” (1987) obtiene buenos comentarios de la crítica y un buen éxito de público, permitiendo el lanzamiento de "Fisiognómica” (1988), óptima obra en que se encuentran, entre otros temas, “E ti vengo a cercare – Y voy a buscarte” y “Nomadi - Nómadas”. Un año más tarde, al fin, sale un doble cd en vivo, que incluye tres temas nunca grabados antes (“Lettera al governatore della Libia – Carta al gobernador de Libia", "Alexander platz” y “Mesopotamia”, inicialmente asignada a Gianni Morandi). El período tal vez más feliz de Battiato termina aquí: aunque sucesivamente siempre quede muy activo (con títulos como “Come un cammello in una grondaia – Como un camello en un canalón”, 1991; “Caffè de la Paix”, 1993; “L’ombrello e la macchina da cucire – El paraguas y la máquina de cocer”, 1995; “L’imboscata – La emboscada”, 1996; “Gommalacca – Goma laca”, 1998), a pesar de que no falten canciones de absoluto nivel (desde “Povera patria – Pobre patria” a “Breve invito a rinviare il suicidio – Breve invitación a aplazar el suicidio”, de “Strani giorni – Días extraños” a “La cura”, de “Shock in my town” a “E’ stato molto bello – Ha sido muy hermoso”), parecen haberse perdido el entusiasmo, la fuerza, la capacidad de asombrar. Los siempre agradables “Fleurs” (1999-2002; tres recopilaciones de covers de antaño, italianas y no) demuestran dificultades en la proposición de inéditos, confirmada por la forma no excelsa mostrada en “Ferro battuto – Hierro forjado” (2001, con una versión de “Hey, Joe” de Hendrix) y en “Dieci stratagemmi – Diez estratagemas” (2004). Ni siquiera su actividad de director cinematográfico, desde “Del perduto amor – Del perdido amor” (2003) a “Musikanten” (2005), ha, encontrado, lamentablemente, el aprecio de la crítica y del público.