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Y todavía es peor cuando finalmente Jacob se arrodilla ante su hermano y le implora por su vida, después de todas las judiadas que le había hecho ; a lo que Esaú accederá conmiserándose de su hermano y perdonándole la vida.
Hay exegetas que lo interpretan como un símbolo de la astucia y cobardía judía además de una espiritualidad lunar y por lo tanto, femenina, representada por Jacob y su madre; frente a la ingenuidad nórdico-aria y una espiritualidad viril y solar encarnada en la figura de Jacob.
Se te ha olvidado explicar que la madre de Jacob lo prefiere porque mientras que su hermano Esaú se pasaba todo el día fuera, cazando y practicando artes marciales, pues Jacob se quedaba con su madre ayudándola en las tareas del hogar.