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Comentarios
El funcionamiento interno de los partidos de masa no puede ser democrático. Esto es sabido desde que Michels enuncia su ley de hierro. En toda organización siempre manda una oligarquía. La superioridad de la oligarquía es la superioridad de una minoría organizada frente a una mayoría desorganizada. La única forma de evitar que todo el sistema político se transforme en una oligarquía por extensión d ela que ya existe en el seno de os partidos es la separción de poderes en origen (por ejemplo, elecciones separadas a legislativo y ejecutivo) y que exista mandato popular, es decir, capacidad de dar y quitar cargos públicos y revocar leyes por parte de los ciudadanos.
Democracia es soberanía popular. El soberano decide en quién delega su poder y cuándo retira dicha delegación. El soberano también puede revocar leyes aprobadas por el parlamento. El sistema de partidos actual no respeta el madato popular. España, por tanto, no es una democracia. Es una oligarquía de partidos. Simplemente, los votantes refrendan listas de candidatos que elaboran los jefes de partido. La oligarquía de partidos usa entonces los resultados electorales para medir sus fuerzas y repartirse el poder. El problema de los pactos, además, es que destruyen el mandato popular. Las cúpulas de los partidos ¿Han preguntado acaso a sus votantes si aprueban o no estos pactos?
Desde luego vaya tontería quererse uno meter en cuestiones internas de los partidos. A mí no me importa cada partido como lleva su régimen interno, si es democrático o no. No, lo que me importa es lo que yo veo de su obra y que repercute en la ciudadanía, que se organicen internamente como les venga bien a cada partido, eso ni importa al ciudadano ni a nadie más que a cada partido... así es que, en esto, Rivera se equivoca, me parece una idiotez.
Por fin en este País tendremos a gente honrada en las instalaciones, a la cárcel con los corruptos. Gracias a todos los medios decentes que han apoyado este cambio Histórico.