¡No es un audiolibro!
A los miembros de La Milana Bonita nos gustan las polémicas literarias. Qué le vamos a hacer, somos así. Disfrutamos como niños leyendo en los periódicos las reacciones que suscita una novela; nos excita el “olor a sangre” mezclado con el de la tinta; y nos conmueve (de verdad) que aún hoy en día unas pocas palabras amontonadas en unas hojas de papel sean capaces de despertar conciencias (para bien y para mal). En nuestros micrófonos hemos hablado de Los versos satánicos, de American Pshyco, del Ulises… Y siempre, en cada uno de esos programas, nos preguntábamos si en una sociedad como la nuestra, donde cada vez se vive más de espaldas a la literatura, sería posible una controversia similar. Pues parece que contra todo pronóstico, sí. Prueba de ello es la última obra del siempre controvertido escritor francés Michel Houellebecq: Sumisión.
El narrador, poeta y ensayista nacido en la isla de la Reunión en 1956 parece, visto lo visto, que se afana por seguir la estela de los escritores malditos, es decir, de aquellos que son odiados y admirados a partes iguales. Hosco y zafio ante la prensa y el público, su pluma prodigiosa ha encandilado a la crítica y a una importante legión de seguidores acérrimos. Con su primera novela, Ampliación del campo de batalla, saltó a la fama y se postuló como una de las grandes promesas de la narrativa francesa; con El mapa y el territorio se consolidó como una voz imprescindible dentro del panorama literario mundial. Hace un año publicó Sumisión, sin lugar a dudas no es su mejor novela, pero con ella ha conseguido consolidarse además como un personaje mediático.
La lectura de Sumisión nos lleva a Francia en el año 2022. En el país galo se avecinan elecciones presidenciales y, pese a que la alternancia de los partidos políticos tradicionales se había sucedido de manera ininterrumpida en los últimos años, el Frente Nacional (partido de extrema derecha) había crecido de manera impresionante hasta convertirse en la primera fuerza del país (solo vencida por las grandes coaliciones de las fuerza moderadas). Pues bien, en eso lento y cansino devenir de los acontecimientos ocurre un hecho insólito: la Hermandad Musulmana (partido islámico moderado francés) consigue desbancar a los socialistas como segunda fuerza lo que provoca que en la segunda vuelta los franceses deberán votar a un partido de corte musulmán o a un partido de extrema derecha.
De esta manera, Michel Houellebecq consigue volver a poner el dedo en llaga. Las críticas, una vez se conoció la sinopsis de la obra, no se demoraron más de unas horas. Por supuesto, tachaban a la novela de islamófoba y criticaban que el autor cediera su simpatía a la malencarada Marie Le Pen. Nada más lejos de la realidad, en realidad, Sumisión se caracteriza por la normalización absoluta, por la falta de alarmismo, lo que hace que su lectura sea aún más inquietante. ¿Os animáis a leerla con nosotros?
¡La revolución ha comenado!
Comentarios
Mi novelista favorito desde hace muchos años. La trama es lo de menos en la mayoría de su obra. Es un maestro en dibujar las relaciones humanas sin acritud y con toda su crudeza
Programa brillante! Acabo de terminar de leer este libro y la verdad que me ha enganchado pero me desagradaba muchísimo y al final me ha dado como una especie de urticaria. El autor me recuerda a Albert Pla, tanto físicamente como de comportamiento
Hasta ahora dudaba de leer esta novela ya que me he dejado llevar por la corriente y pensaba que su autor había querido solamente escribir algo polémico que le hiciera vender muchos ejemplares. He comenzado a leerlo y estoy de acuerdo con Edu, es interesantísima y nada tiene que ver con lo que se ha dicho de ella. Gracias por haber hablado de ella.
Ayer mismo mataron a un chaval francés del Frente Nacional tras ser atacado por una decena de antifascistas... Los medios de comunicación ocultan información. Allá cada uno si quiere creerse lo que le diga la televisión o prefiere buscar información por su cuenta y tener una opinión personal de la actualidad política, económica etc etc
Adios Adios Argentina
Adios Adios Argentina
Adios Adios Argentina
Oh !! Que hombre tan horrible!!
El placer es mezquino, se agradece el análisis. La fanaticada pedía a gritos un Houellebecq. Saludos desde Argentina