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Comentarios
Hola, he tropezado con este podcast por casualidad, y aprovecho para dejarte una sugerencia. Si tienes oportunidad, puedes leer un libro llamado Head over Binge, de Kathryn Hansen. En él se expone un punto de vista distinto al clásico sobre los trastornos por atracón, y cuestiona que su origen esté en ninguna experiencia previa, trauma, infelicidad... etc. sino que se asocia simple y directamente al modo en que nuestro cerebro está configurado. La causa directa y única de los atracones son los potentes IMPULSOS previos que siente la persona por darse un atracón, esos que tú llamas, muy acertadamente, reptilianos. Los impulsos por darse un atracón son creados por el cerebro primitivo, la parte de nuestro cerebro más animal y más instintiva. El motivo por el cual los crea es, INSTINTO DE SUPERVIVENCIA. Esto ocurre especialmente en las personas que han tenido una historia de dietas frecuentes y relativamente continuas, círculos viciosos adelgazo-engordo, o bien preocupación constante por el peso y la imagen corporal, o bien todas ellas. El cerebro primitivo asocia la mentalidad de restricción alimentaria con riesgo de supervivencia (en el pasado no había mercadonas en cada esquina y la comida había que trabajársela mucho), y envía esos fuertes impulsos para darse un atracón y hacer acopio de energía de cara a la futura restricción. El otro cerebro, nuestra parte voluntaria y más humana (corteza prefrontal) recibe los impulsos y, si les concede atención y credibilidad, reacciona ante ellos y los ejecuta: te das el atracón. Este libro dice que la corteza prefntal (cerebro humano) tiene la total capacidad de no actuar ante los impulsos que el cerebro primitivo envía sin pensar, y por tanto no actuar en ellos. Es cuestión de ser consciente de ello, separar esos dos cerebros y visualizar el humano por encima del animal, de manera que se vuelve más fácil deslegitimar los impulsos y por tanto no actuar a ellos, como cada día decidimos no actuar ante otros miles de pensamientos o impulsos random, porque simplemente no los tomamos en serio, o no les prestamos atención y entonces desaparecen (o más bien son sustuidos por otros :)) Quién no ha sentido alguna vez el extraño impulso de saltar cuando está asomado a un balcón muy alto, o en la cima de una montaña con gran vacío, o arriba de un puente elevado. Y no por ello saltamos... Mucho ánimo. Esos impulsos no son TÚ, es tu cerebro más primitivo, instintivo e irreflexivo que no sabe que nuestro entorno ha cambiado 360º desde la última vez que evolucionó. Tu verdadero TÚ es tu corteza prefrontal, y tiene plena capacidad para no actuar ante los impulsos, siendo consciente de que simplemente son basura neurológica proveniente del cerebro primitivo.