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Comentarios
Se han visto pequeños roedores entrando y saliendo de la gran pirámide, como también reptiles, y se comentó aquí también en este antiguo programa de “Al Otro Lado“ que al igual en las partes más altas de la milenaria construcción; consabido es que no estarían ahí esos roedores para disfrutar de las vistas, claro que no. Una construcción tan descaradamente descomunal, con esas increíbles piezas tan monstruosamente pesadas y milimétricamente encajadas unas a las otras, donde nos parecería indicar que de su gran compacticidad y opacidad, de ese espesor tan agobiante, que parece hablarnos acerca de su interior, pues nos resultaría tremendamente sencillo admitir que no debería haber más oquedades que las ya conocidas y requisadas, pero claro, esos animalitos nos están indicando, quizás lo contrario. Con sus verdaderos ocho lados, ocho caras y que casi nadie sabe que tiene realmente, pues muchas personas, investigadores y arqueólogos, estudiosos, exploradores, personas famosas en muchos aspectos, turistas, etcétera, de antes y de ahora han llegado a acceder a su interior y han sentido ese asfixiante momento, el que te incomunica totalmente con LA VIDA EXTERIOR . . .
bien!