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Tierras españolas, nuestras, de todos los españoles, es nuestra región de Extremadura, la que rebosa de mil historias y leyendas sorprendentes, tristes, como la de esa niña vestidita con el trajecito de la Primera Comunión; extrañamente fallecida y a la cual enterraron de la misma guisa, que se mantuvo encriptada e incorrupta, a la cual le creció el pelo misteriosamente y ha sido cuidadosamente retocada durante mucho tiempo por las parroquianas de la localidad, fue trasladada y se piensa que su féretro está aún por ahí. - Esa guapa doncella berberisca, que cuenta la leyenda que ante su encantamiento ha de contar todas las estrellas del firmamento para liberarse de tal atadura. - Tesoros. Cómo el hallado por dos hermanos a muy poca profundidad en la localidad de Aliseda (zona del ejido), y que se bautizó con el mismo nombre, el cual no fue realmente valorado, dada su procedencia y hasta que el gobierno tuvo constancia de él. - Virgencitas. Como la de Argeme, en la localidad de Coria en Cáceres; durante la guerra de la independencia, un fraile, Fray José de Coria pudo salvarla del posible asedio llevándola a la Cueva del Misterio. Allí se cuenta que fue custodiada por unos lobos mientras la imagen quedaba sola en la cueva. Los mismos lobos acompañaban y guiaban desde el convento hasta la Cueva dónde se encontraba la virgen.