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Las ratas que transportaban los mismos barcos que zarpaban y atracaban en el puerto de la capital sevillana contenían la temida enfermedad de LA PESTE; las ratas de a bordo, portadoras de este terrible, contagioso e incurable mal mortífero, cuajadas de pulgas transmitieron el mal a través de las picaduras de estos pequeños insectos a los seres humanos, porque muy consabido es que estos bichitos se alojan en la ropa y acuden a la penuria: falta de higiene, de alimentos suficientes y adecuados, etcétera, por tanto y ante la escasez generalizada de todo cuánto se podía necesitar en la Sevilla de esta época, al ir muriendo gente, la ropa era aprovechada por otros congéneres muy faltitos de todo lo necesario para subsistir, y así, a la vez eran picados y retransmitidos de los síntomas mortales de la enfermedad que iba cada vez más en aumento y creando una altísima incidencia de la epidemia y un decrecimiento de la demografía muy notoria, a tenor de las fechas y el evidente menor número de habitantes que rondaba Sevilla.También en otras capitales y ciudades españolas cómo Málaga fueron azotadas por esas fechas de la temida y devastadora Peste Bubónica o Peste Negra; en la actual zona del ejido, que entonces estaba muy alejada de la urbe era dónde se trasladaban los cadáveres o víctimas mortales de la epidemia, y actualmente se encuentran unos cuatro mil restos humanos en esta zona de la ciudad malagueña.
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"Voces del Misterio" ESPECIAL en el que nuestro compañero Jose Manuel García Bautista nos habla de un tema histórico de actualidad: LA EPIDEMIA DE PESTE EN SEVILLA de 1649. Desde una de las vertientes que mejor domina, la Historia, nos acerca a este suceso que marcó la Historia de la ciudad hispalense.