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🕀 ☧ ✝ En Palestina, en particular sus propios hermanos árabes-musulmanes imponen en el día a día sus costumbres a los cristianos, a pesar de su probada lealtad a la causa común palestina antisionista y de que paradójicamente llevan más tiempo viviendo como comunidad religiosa en la Región, por ejemplo con lo que consideran ofensas al Saría (las llamadas Hadd), graves castigos con penas severísimas por ser homosexual, abandonar a sus maridos, o pretender una educación igual para niños y niñas, pero que no son aplicadas a los violadores si la mujer no lleva hiyab, pues entonces ella sería acusada de inmoral. También extorsionan a sus compatriotas árabe-cristianos cobrándoles por proteger sus negocios y sus casas. Lo llaman Dhimmah, que es un concepto del Derecho Islámico por el que cristianos y judíos deben pagar un impuesto sobre su trabajo, Yizia, y sobre sus casas o terrenos, Jaray. Situación que de manera incongruente no se circunscribe sólo a Gaza (controlada dictatorialmente por el fundamentalismo islámico y donde en la práctica ya no quedan bautizados) sino que se extiende sin embargo también a Cisjordania, autoadministrada bajo un "sistema laico y democrático de inspiración mayoritaria nacionalista y socialdemocrática musulmana moderada y tolerante".5