Una banda de heavy metal se preguntaba allá por los ochenta si se podría jugar con la locura, perderle el miedo y sacar tajada de la situación, En un mundo en que nadie parece actuar de forma cuerda hay que buscar el sentido de las cosas y quizá la solución sea ponerse del lado de los chiflados. Esta respuesta ya la proyectaron en la pantalla mucho antes Stan Laurel y Oliver Hardy, Chaplin, Harold Lloyd o Los hermanos Marx. Mirar para otro lado y hacer como si nada ocurriera, así uno sostiene el peso de la cruz con más facilidad, tomarse las cosas con calma. Brian no se da cuenta de todo esto hasta el final, su compañero de crucifixión le comenta que cuando todo vaya mal, junte los labios y silbe, porque la vida es una mierda y la muerte un chiste, lo que hay que hacer es disfrutar del show.
Brian no quiere ser el Mesías, solo pretende hacer algunos amigos, pertenecer a un grupo, formar parte del Frente Popular de Judea y planear un golpe contra los romanos, malditos sean, que son unos represores y unos tiranos, aunque Mandy, esa madre desquiciada que no para de hablar y le encanta arrojar piedras en las lapidaciones, le cuente que su padre es un soldado romano que la engatusó.
Los Monty Python volvieron a desternillar al respetable con la vida de un torpe en Judea en el siglo I de nuestra era, un infeliz que se verá envuelto en un entuerto sin vuelta atrás, la gente cree que es el mismísimo hijo de Dios. Los genios británicos del humor absurdo encadenan una serie de sketches siguiendo esta trama tan disparatada como la de su anterior película, Los caballeros de la mesa cuadrada, esta vez sobre la leyenda de Arturo y el Santo Grial. Con el rodaje y distribución de La vida de Brian tuvieron más problemas, la tacharon de blasfema, la prohibieron en las salas de varios países, al final ganaron la batalla del fanatismo por un detalle, no estaban representando la vida de Jesucristo, sino de un infeliz que nació en el portal de al lado. Después llegó Scorsese con La última tentación de Cristo.
La genialidad brota de estos seis cómicos, John Cleese quiso ser el protagonista en un principio, hizo del inolvidable centurión desgarbado y del inútil líder del partido revolucionario, Michael Palin, vaya Poncio Pilatos gangoso, Eric Idle, compositor del mítico final sonoro, Terry Gilliam, encargado de la animación inicial y de la surreal escena de la nave espacial, Terry Jones, director del film y la terrible madre que echa la bronca aunque uno esté siendo crucificado, y Mister Graham Chapman, fantástico en su rol protagonista. Años después aparecería en aquel video clip de los Iron Maiden, Can I play with madness? Los Monty Python demostraron que ellos sabían perfectamente jugar con la locura y ganar la partida.
Raúl Gallego
Esta noche silbamos optimistas y miramos el lado luminoso de la vida....
El chaval José Antonio Zabaleta y otros dos chavales algo más creciditos, José Miguel Moreno y Raúl Gallego.
Comentarios
Pero también quiero decir que este es un gran programa y que la opinión anterior sobre la intervención del niño es algo muy personal. No me gustan los programas tipo Máster Chef Junior, La voz kids etc ese tipo de programas me ponen malo y me sacan de quicio. No me gusta que usen la ilusión de los críos para dar espectáculo. Tampoco es este el caso. Les felicito nuevamente por el programa. Un saludo.
He tenido que dejar de escuchar el programa porque el niño me resultaba un poco petardo. Entiendo la ilusión que le puede hacer participar al crío pero no la moda, en los programas, de tener invitados infantiles. A mi personalmente no me aportan nada interesante más allá de la anécdota. Cada cosa tiene su edad.
Gracias por seguir La gran Evasión, Miguel Ángel, anotamos tus peticiones en la ya extensa lista que tenemos, cuando podamos las programamos, salud y cine
Felicidades por el programa, son geniales. En un par de meses me he escuchado casi todos sus podcast. Quería dejarles un pedido entre Excalibur, Los 400 golpes o Érase una vez en América... o si pueden ser las 3 mejor xD. Saludos
Son geniales estos seis locos británicos, imitados por muchos que nunca estuvieron a su altura, espero te guste el programa Álvaro.
Por cosas de la vida incomprensibles nunca ví ésta película hasta hace 5 días.Tenía mis prejuicios pero la he disfrutado mucho.Os escucharé amigos!.
El chico es incondicional del programa y quiso estar en el estudio, no podíamos negarnos, está bastante lúcido y al menos vino al programa en esta época tan difícil de las vacaciones. Teníamos la autobiografía de los Monty en el estudio pero el libraco era tan grande que no pudimos manejarlo en directo. Encantados de que disfrutes los programas amigo Juan, y muchas gracias a los dos por escucharnos. Salud y cine.
El chaval debería aprender a respetar los turnos de palabra, es joven y lo hará, pero de momento no es molesto.
felicitaciones, amigos. Como bien saben, siempre disfruto sus programas. Son los mejores