Otras importantes obras de Franz Liszt son la Sonata en Si Menor, el Vals Mefisto, las Rapsodias Húngaras, Mazzepa, Sueños de Amor, Hamlet, la Sinfonía Fausto, la Sinfonía Dante, y dos conciertos para piano. El Concierto para piano Nº 1 en Mi bemol Mayor, el más conocido, presenta un rompimiento con la tradición de los tres movimientos acostumbrados, al introducir, antes del final, un scherzo en Allegretto Vivace. Así la obra se ganó el nombre de concierto sinfónico y ha servido de modelo para intentos posteriores, como en el caso de Johannes Brahms, en su Concierto Nº 2. El majestuoso tema principal del Allegro inicial del concierto de Liszt, se presenta vigoroso en las cuerdas al unísono y se comparte con el solista. Este tema ofrece dos frases diferentes que se articulan como sub temas o ideas temáticas. Liszt propone la modalidad de pasajes que recuerdan los efectos instrumentales de la música de cámara, cuando aisladamente una de las ideas temáticas es desarrollada sucesivamente por el clarinete, el violín y el violonchelo, en pinceladas progresivas junto con el solista. Esta singularidad le da un aporte tímbrico que también inaugura Liszt en diferentes reposiciones de este primer movimiento.
Prueba de fuego para los pianistas son las transcripciones de Franz Liszt sobre los caprichos, conciertos y demás piezas para violín del fenómeno del virtuosismo romántico Niccoló Paganini. Los grandes estudios de Paganini, es una serie revisada por Franz Liszt, el genial pianista austrohúngaro, en 1838. Cerraremos este primer encuentro SOBRE Liszt con una pieza de exigencia máxima, Tema y variaciones Paganini-Liszt , una verdadera aventura del sonido.
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