Conclusión:
Todo ésto que he escrito obedece a la necesidad que me surge de responder a esas preguntas que me suscita la vida, ya que las explicaciones corrientes no me satisfacen, así que, nada de lo aquí expuesto es un intento por convencer a nadie, sino de encontrar respuestas a quién soy, de dónde vengo y a dónde voy, preguntas que toda persona antes o después termina haciéndose.
He intentado, por todos los medios, no engañarme a mí mismo, y he intentado satisfacerme con las respuestas que expongo en este escrito.
De cuanto he escrito representa mi evolución y me deja claro que para mi;
La naturaleza es el marco desde el que hay que contemplar cualquier cosa, incluso mental y espiritual.
La VIDA se da de muy diferentes maneras, tanto en lo animado como en lo inanimado..
El convencionalismo no es más que una concreción que limita y entorpece el avance humano.
Todo forma una unidad en la que no se puede soslayar, apartar, aislar, obviar ni ignorar a ningún elemento de la misma, ya que redundaría en la destrucción, quizá lenta, pero segura de cuanto conocemos o se puede llegar a conocer.
La VIDA es algo tan hermoso como enigmático, y sólo seremos capaces de extraer consecuencias positivas cuando la respetemos en toda su cobertura real, aunque fijarse sólo en aquellas partes que interesen en un momento histórico solucione, temporalmente, determinados problemas acuciantes, pero, a la larga, pasará factura mostrándonos su repercusión.
Al hablar de INICIO, viene a la cabeza el FINAL, que inevitablemente llegará, e, inevitablemente de la mano de cualquiera con sus respuestas vitales ante sus motivaciones vitales.
Básicamente, cumplo con esa parte de mi pulsión que me hace no dejar de ser, y que, precisa del equilibrio que la inteligencia aporta a ésta forma de evolución natural que soy yo, y soy consciente de que pasará a formar parte, otra vez, del todo, con la descomposición de lo que estoy formado, para ser reutilizado en otra forma de vida, animada o inanimada del futuro, a capricho de la naturaleza.
Sólo espero haber aportado respuestas válidas a la realidad del ser humano, pues moralismos, policismos y autoritarismos militares o económicos, no conducen a nada distinto de la destrucción, de la mano de la alienación para el interés de lo que en cada caso sea su causa, que nunca es nuestra causa natural.
Para terminar, veo al ser humano como una manada de elefantes que por donde pasa, arrasa, pero ellos, nada de ello saben y deambulan según les dicte sus instintos, dando tiempo a que se puedan regenerar los escenarios por donde pasan y están sometidos al equilibrio natural de vida y muerte, ahora bien, esta manada que somos los humanos, tenemos de diferentes que sabemos lo que hacemos, superamos el límite temporal natural de superviviencia y no dejamos recuperarse al ecosistema, más bien, pretendemos, una vez arrasado el terreno, buscar otro en el que le haremos lo mismo.
Al menos, tengo la esperanza de que en mi si hay otra visión y si alguien más aportara a ello, poco a poco, como lo hace la vida, a modo de células dentro de un organismo vivo, cada uno haciendo su función, haremos que el ser humano encuentre el sentido de su evolución, aceptando su espiritualidad natural, que nos viene empujando desde hace milenios para cumplir con nuestro ser, estar y existir, pues requerimos de ello para volver a unirnos con ese TODO del que procedemos, haciendo un mejor reparto de los contextos vitales de todos, pues somos los únicos que tenemos esa capacidad en la naturaleza.
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