La historia de un país es también la historia de sus crímenes. Este era el lema que inspiraba y daba razón de ser a la magnífica serie televisiva de los 80 “La Huella del Crimen”, y es, por supuesto, un concepto que hemos hecho nuestro desde la primera vez que El País de los Horrores salió al aire.
Y si los crímenes pueden marcan la historia de un país es porque convulsionan la normalidad del entorno en el que se producen; mucho más si se trata de una población pequeña y tranquila, como era esta desde el que les hablamos, San Vicente del Raspeig, a principios del siglo XX.
Tres crímenes en apenas veinte años, nos situaron en el mapa de la crónica negra española. Uno por absurdo; otro, por espantoso; y el tercero, por aparatoso. Recaló en nuestra conmocionada localidad toda la prensa nacional. El pueblo se tensó, algunas cosas no volvieron a ser como antes, y de aquellos crímenes, con el paso de los años, surgieron leyendas que han llegado a nuestros días...
Despejando el mito, y ciñéndose a los hechos, dos autores, cuya pasión es bucear y rescatar la memoria de la tierra que les vio nacer, han hecho eso mismo, entre viejos periódicos y crónicas de la época, para plasmar el fruto de su investigación en un libro que acaban de publicar: San Vicente del Raspeig: Crónica de Sucesos. Tres célebres casos criminales (1908-1924).
Uno de ellos, Vicente Millán Llín, nos acompañó en el estudio para habar largo y tendido de esta oscura parte de nuestra historia.
El espanto y el mito, tiene muchas veces su origen en la realidad. En nuestra “Parada de los monstruos” les hablamos de un personaje que encaja en el esquema: es legendario, pero para muchos existió en realidad. Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet.
Les damos nuestras particulares sugerencias para que lo pasen de miedo en los próximos días, y les contamos un cuento para inducirles al sueño... uno lleno de pesadillas, porque forma parte de nuestro Club de los Marineros Muertos.
Encuentra más información en http://www.elpaisdeloshorrores.com/wp-admin/post-new.php?post_type=dt_portfolio
Comentarios
Y no tiene absolutamente nada que ver con la de la peli de Tim Burton. Por cierto, Elena... No es "Tud" ni "Deep", sino "Todd" y "Depp" (pronunciados con -o y -e respectivamente).
Yo estuve en la calle Fleet y es una calle concurrida y de lo más normal (en el estilo londinense).