«Se abrió el cielo, bajó sobre Jesús el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma, y llegó una voz del cielo: “Tú eres mi hijo, el amado; tú eres mi hijo, hoy te he engendrado”».
También me dices hoy, Señor, a mí, tú eres mi hijo el amado, yo vuelvo a engendrarte al amor; yo vuelvo a darte eso que tu corazón anhela; yo vuelvo a abrir y ensanchar el espacio de tu interior, ese espacio que ha quedado angosto por la tensión, por la angustia, por la inquietud. Yo lo ensancho. Mi amor ensancha, mi amor abre, mi amor hace cosas nuevas. Y así como el frío encoge y el calor dilata, el calor de mi amor dilata tu interior. El fuego de mi corazón hace que tu corazón también pueda arder y abrírsele amor. No te importe lo que has hecho, entrégame eso que te pesa de lo que no has llegado a hacer. Pero yo estoy aquí para amarte y decirte estoy contigo, estoy en ti, CONFÍA, CONFÍA, porque estoy en lo más interior de ti mismo en el centro más profundo de tu ser de tu existencia en el lugar donde sólo yo habito.
Adoración al Santísimo que tuvo lugar el jueves 9 de noviembre de 2017 en la Parroquia Nuestra Señora de África, de Madrid, sita en C/Algorta, nº 14 (metro entre Urgel y Oporto)
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