Bienvenida y presentación Te doy la bienvenida al Podcast Vida en Salud, el podcast que te inspira a llevar una forma de vida saludable. Esta propuesta es mi iniciativa y yo soy Diana Valeria.
Declaración de intenciones En este podcast nos proponemos aumentar la conciencia de que la salud es una responsabilidad personal. De que únicamente tú eres responsable de tu salud, nadie más. Y te ofrecemos información y conocimiento que te pueden ayudar a tener seguridad para poder aceptar y tomar esta responsabilidad.
Entendemos la salud desde un punto de vista muy amplio y hablamos de los muchos aspectos que afectan a nuestra vida y que demasiadas pocas veces se vinculan con la salud.
Contenido Introducción Quiero hablarte hoy de un aspecto de nuestra existencia muy cotidiano, muy próximo y del día a día y que además es la base de la alimentación saludable. Quiero indagar sobre qué características debería tener la comida para ser sana.
Hace tiempo que quería hablarte de esta forma de observar la alimentación, pero no acababa de encontrar la forma de entrar en el tema, hasta que presencié una escena viajando en un tren de cercanías que me inspiró a empezar a concretar la forma de abordarlo.
Es una tontería, solo fue que alguien ofreció a otro alguien unas galletas que le presento como “Galletas supersananas” dicho con mucho retintín, para luego añadir, “es como si comieras aire”.
Al instante empezaron a desfilar por mi mente la lista de ingredientes que seguramente conformaban esa galletita, que yo prefiero bautizar como pienso (si, el que le damos a las mascotas y animales de granja, eso. Igual que eso).
Y esto es lo que me hizo aunar en un pensamiento al mercado (el mercado global que nos suministra) y a todo lo que se nos vende y ofrece como comida sana.
Me gustaría compartir esta reflexión contigo: ¿qué es comida sana? ¿qué hace que la comida sea sana? ¿cómo debe ser la comida sana?
¿Que deteriore poco la salud de quienes la comen?
¿Que no deteriore la salud quienes la comen?
¿Que mejore la salud de quienes la comen?
¿Que su obtención y procesamiento tengan una incidencia poco negativa sobre la sociedad y el entorno?
Que no incida negativamente para ser obtenida y procesada?
Que su obtención y procesamiento incida positivamente en la sociedad y el entorno?
¿Cómo lo vives tu? ¿qué respuesta me darías?
Vamos a verlo.
En teoría el alimento es algo que nos beneficia. Al menos así es como se entrevé en todas las explicaciones que nos llegan y nos transmiten lo imprescindible que es para nosotros. En este episodio, daremos por hecho que esto es así. Osea haremos ver que si, que el alimento nos beneficia y que es imprescindible para nosotros.
¿Qué nos alimenta? Se supone que el alimento es algo que nos aporta la energía y los elementos que necesitamos para disponer de la energía necesaria para que se den los procesos de mantenimiento de la vida en nuestro cuerpo físico.
Te explican que tu necesitas hierro en tu cuerpo, porque el hierro transporta el oxígeno desde los pulmones y la piel hacia las áreas del cuerpo que necesitan oxigenación (otro día hablamos de la oxigenación ¿quieres?).
Pero el caso ahora es este: ¿crees que si te comes un clavo del metal hierro vas a aportarle a tu cuerpo el hierro que necesita para esta función?
Parece evidente que no. Aun sin entrar en procesos digestivos ni metabólicos, sabes que no tienes la capacidad de masticar un clavo y la sola idea de comértelo te da dolor de estómago.
Digestión y asimilación No, no podemos comer cualquier cosa, no cualquier cosa nos sirve.
Para que lo que comes sea de utilidad para tu cuerpo y no te dañe, has de comer un tipo de cosas que puedas digerir, que tu sistema digestivo pueda procesar. Esto son generalmente sustancias orgánicas.
El hierro de un clavo es un mineral en estado puro, es un compuesto inorgánico. Para que este hierro que se encuentra en las rocas sea asimilable y útil a nuestro organismo, es necesario que sea previamente procesado por las plantas dentro de su “digestión”.
Cuando comes una planta que ha absorbido el hierro de la tierra, este hierro está disponible para ti. Lo puedes masticar, lo puedes digerir y las sustancias que tu organismo descompone (sintetiza) mediante la digestión pueden llegar hasta las células para que éstas lo aprovechen como “combustible”.
Qué es un alimento orgánico Para que podamos decir que un alimento es orgánico éste ha de tener una estructura químico-molecular afín a la nuestra.
Las plantas absorben los minerales de las rocas que gracias a la intervención de microorganismos específicos son diluidos en el agua. Una vez que estos minerales pasan a formar parte de la estructura vegetal, su composición molecular es afín a la nuestra.
Cuando comes la carne de un animal, estás comiendo también un vegetal, aunque procesado por un animal. Porque tu no comes animales carnívoros. Comes herbívoros, granívoros, pescados que se alimentan de plancton y algas, … Los animales te abastecen de los ingredientes vegetales que contienen todos esos principios que son los que tu puedes absorber, asimilar y procesar, pero están alterados por el organismo del animal. Esto lo veremos en otro episodio con más detalle.
¿Entonces cualquier sustancia que entre en nuestro organismo, si proviene de una planta, es sana?
No exactamente, no.
El alimento en los vegetales Hay componentes en las plantas que no pueden ser procesados por tu cuerpo, pero que le producen reacciones de regulación que te ayudan a adaptarte a las circunstancias biológicas que te toca vivir.
Y también hay sustancias que ingresan en tu organismo junto con con las plantas, que no pueden ser procesadas ni por ellas ni por ti.
Como los agroquímicos, que se incorporan en la planta aumentando su volumen, o la envuelven para repeler o envenenar a los insectos que se alimentarían de ella, o para envenenar a las plantas compañeras que crecen a su lado, etc. pero estas sustancias no son integradas ni “asimiladas” por la planta. Así que estos componentes entran a nuestro organismo tal como salieron del laboratorio.
Eliminación de los residuos En forma química no orgánica, ni el organismo vegetal, ni el organismo animal pueden procesar ni beneficiarse de estas sustancias. Por lo que cuando las ingieres, tu cuerpo las identifica como algo extraño y quiere eliminarlas.
Porque si no … ¿Qué crees que hace tu cuerpo con lo que no puede procesar, ni asimilar, ni absorber?
Pues lo elimina, o lo intenta eliminar, mediante las heces, la orina, el sudor… y también lo expectora en forma de moco.
No pasa nada, tu cuerpo cuenta con eficientes sistemas de eliminación de sustancias nocivas. El sistema renal, partes del sistema digestivo, como el intestino grueso, el hígado, la vesícula, la piel con sus millones de poros que exudan hacia el exterior, los pulmones… Forman un mecanismo preciso y efectivo para mantener el cuerpo en óptimas condiciones de funcionamiento, expulsando a fuera las sustancias que no sirven más que para entorpecer esa eficiencia.
Pero… ¿Puede con todo?
El problema real se presenta cuando el volumen de sustancia que ha de expulsar el organismo es mayor de lo que está “diseñado” para gestionar. Te lo imaginas ¿verdad? La sustancia que el cuerpo no puede eliminar, se acumula en los tejidos y, en muchas ocasiones, generando síntomas. Esto es algo que resta salud a tu cuerpo. Porque el organismo no puede funcionar bien con residuos acumulados por los rincones.
Más condicionantes Pero no es solamente por la boca por donde ingresan a nuestro organismo sustancias que son imposibles de procesar para éste.
También las respiramos cuando están suspendidas en el aire, como el CO2 que desprenden los tubos de escape de los vehículos a gasolina, o las sustancias que vuelcan a la atmósfera las chimeneas de muchas plantas de fabricación de los más diversos materiales que utilizamos en nuestra cotidianidad.
Otra de las cosas que necesitamos, y mucho, es el agua. El agua es uno de los bienes más preciosos de la tierra. Es el elemento que mantiene el ciclo de la vida contenido en su propio ciclo infinito. Sin agua la vida no sería. Al menos no sería como la conocemos.
Luego está el hecho de que la humanidad somos, en alguna de nuestras dimensiones, en algunos de nuestros aspectos, una unidad. Si algún componente del colectivo humano sufre, en realidad toda la humanidad sufre con él, aunque no queramos verlo. El sufrimiento deteriora la experiencia humana reduciendo la calidad de vida y el nivel de vibración. Y además es una realidad que tiene muchos orígenes y muchas formas.
Pero en realidad esta unidad va más allá. El colectivo humano es una unidad dentro de otra unidad que lo contiene: la unidad del planeta tierra, la unidad de Gaia, el concepto Gaia que contempla a la tierra como un sistema, del cual la humanidad vendría a ser un órgano.
Así que si cualquiera de los componentes o habitantes de Gaia sufre, toda Gaia sufre y se descompensa con él.
Definiendo el alimento sano Pues con la información anterior ya podemos ir definiendo algunos aspectos a tener en cuenta para considerar sano a un alimento. Lo voy a enumerar:
Un alimento sano ha de ser digerible y asimilable por tu cuerpo. Y quiero decir que tu cuerpo no es como todo el resto de los cuerpos de los humanos. Cada uno de nosotros cuenta con un cuerpo exclusivo e igualmente exclusivas son sus características, como por ejemplo, la capacidad de digestión y asimilación.
No ha de añadir al cuerpo sustancias que éste no pueda procesar. No ha de producir acumulaciones ni añadir venenos o tóxicos, si prefieres llamarlos así. Y en este punto nos volvemos a encontrar con que somos cada uno muy exclusivo y que tal vez no a todos nos intoxican las mismas sustancias, o al menos, no de la misma manera ni con la misma intensidad. Depende del estado del cuerpo y de su naturaleza individual.
No debe ni promover, ni mantener, ni depender de ninguna actividad que añada partículas nocivas en el aire que respiramos, partículas que nuestro sistema no pueda procesar. Que además de deteriorar la calidad del aire que respiramos, enturbiando nuestros pulmones, dificultan las otras formas de vida en la Tierra, contaminan el agua y en consecuencia a las plantas y a los animales, entre ellos a los cultivos y al ganado.
Entonces en lugar de deteriorar la calidad del agua del planeta, debería respetar y colaborar en el ciclo de vida que ésta forma en sus dinámicas terrestres. Sin interferir ni dificultarlo.
No debería producir sufrimiento a ningún ser humano. Cualquier forma de producción de un alimento que conlleve explotación o abuso hacia alguna persona no puede dar un alimento sano. Porque en este proceso se está alimentando la falta de salud de las personas. Cada uno de nosotros formamos parte del colectivo humano, lo que le pasa a uno, nos pasa a todos. Solo que solo el que lo vive sabe qué está pasando. El resto lo vivimos desde el subconsciente colectivo. Que es un coco muy malo y que nos domina a voluntad. (ya hablaremos sobre el subconsciente colectivo, ya).
Debería no ser dañino para ninguna de las criaturas que viven y componen este magnífico sistema que vive, sostiene y se sostiene en el planeta Tierra: la Gaia. Debería respetar a todas las criaturas de Gaia. Porque al igual que cada uno de nosotros formamos parte de este colectivo humano, el propio colectivo humano forma parte de Gaia, la vida del planeta. Cualquier cosa que pase a cualquiera de las formas de vida del planeta, nos está pasando a todos.
…
¿Te parece muy complicado?
Espero haberme explicado bien, de verdad. Porque si puedes entender esto, podemos establecer un código que nos servirá de base para hablar de los alimentos con propiedad.
Tal como yo lo veo, queda mucho por destapar sobre el tema de la alimentación y la nutrición. La información que corre es poco clara y sobre todo poco rigurosa. Porque todos los discursos que “defienden” una u otra dieta, uno u otro alimento, casi siempre se basan en “verdades” científicas. Y si algo deberíamos haber aprendido de la ciencia es que no es tan estable como nos pretende hacer creer que es. Que las cosas son de una manera hasta que el premio novel del año descubre que son de otra. No sé si me explico.
El caos en que se ha visto involucrada nuestra alimentación es tal que ya ni siquiera sabemos qué es bueno para nosotros. Nos pueden vender cualquier cosa como comida sana y ni nos lo cuestionamos. Nos lo creemos tal cual.
Los cereales del desayuno (más pienso) son sanos, ¡¡pues a dárselo a los niños!!
El salmón es saludable (aunque sea de piscifactoría que ha perdido hasta su color original y nos lo han de vender coloreado), ¡¡pues todas las semanas salmón!!
La dieta X (cualquiera) es sana, !!Pues a hacernos aférrimos defensores de ella¡¡
¿Sólo a mi me parece que esto no va por buen camino? ¿alguien más lo ve?
Creo sinceramente que para que cada uno de nosotros pueda llevar una dieta saludable, es necesario ampliar la mirada y basar las observaciones en aspectos más simples, más evidentes y por tanto estables que se manifiestan en nuestro día a día. Como por ejemplo las señales que da el cuerpo, del que estamos tan desconectados. Atender el estado de la piel, la intensidad de la mirada, la frecuencia y aspecto de las deposiciones, el tiempo que dura la digestión, osea el tiempo que tenemos la sensación de estar digiriendo, o el tiempo que tardamos en volver a tener “hambre” (lo que llamamos hambre, que no es), el tiempo que podemos estar sin comer,el tipo de cosas que se nos antoja comer, etc…
Así es como yo me oriento para comprender mi estado personal de salud interna. Y la lista de requisitos que he enumerado hoy, nos puede servir para fijar algunas claves inamovibles sobre nuestras necesidades nutricionales y la naturaleza de nuestra comida.
Bueno, seguiremos hablando sobre comida más adelante. Va a haber muchos más episodios dedicados a esta área tan importante de nuestra existencia. Por hoy ya he abordado lo que quería abordar. Ahora quiero invitarte a participar.
Participa ¿Cuántos alimentos conoces que cumplan estos requisitos?
Tal vez sea sencillo encontrar alimentos que cumplen de forma aislada alguno de estos requisitos, pero ¿TODOS?
¿Qué opinas?
Si te animas a escribirme los alimentos que conoces que pueden cumplir estos requisitos, o alguno de ellos, yo los recogeré y haré un listado para compartirlo.
¡Comenta y escribe qué alimentos conoces que cumplen todos o alguno de los requisitos!
Estaría bien si argumentas qué requisito crees que cumple el alimento, o los alimentos que propones.
Puedes comentar aquí en las notas del programa en la web dianavaleria.eu o en la plataforma que estés escuchando o mandarme un email a vidaensalud@dianavaleria.es con tus respuestas.
Espero que te haya gustado el reto y espero también tu participación en la propuesta.
Seguiremos avanzando por esta vía en próximos episodios y con otros invitados, desgranando las cualidades de los alimentos y su forma de interaccionar con nosotros y nosotros con ellos.
Hoy lo dejamos aquí.
En el próximo episodio estaré con Jordi Gutiérrez que nos hablará del elemento metal dentro de la salud taoísta y nos dará algunas indicaciones para que podamos transitar por este período con mayor salud e integridad.
Peticiones Comparte si te ha gustado.
¿Te gustaría recibir un aviso en tu correo electrónico cada vez que publique un nuevo episodio? Pues suscríbete en: dianavaleria.eu/suscripcion
Para responder el reto de hoy y decirme qué alimentos te parecen más saludables, o si quieres proponer un tema, o exponer una pregunta, escríbeme a vidaensalud@dianavaleria.es.
Agradecimientos Muchas gracias por escucharme. Gracias por participar desde este lugar que da sentido a lo que es Vida en Salud.
Agradezco también a Kitflus la cesión de las fantásticas melodías del programa.
Nos reencontramos hablando del elemento metal en la salud taoísta.
Despedida Que pases muy buenos días y excelentes noches. Hasta la próxima!
Para ahondar más en la característica de la resonancia puedes escuchar el episodio 10 del podcast haciendo clic aquí.
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