30. El duelo
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Bienvenida y presentación Te doy la bienvenida al Podcast Vida en Salud, el podcast que te inspira a llevar una forma de vida saludable. Esta propuesta es mi iniciativa y yo soy Diana Valeria.
Declaración de intenciones En este podcast nos proponemos aumentar la conciencia de que la salud es una responsabilidad personal. Porque únicamente tú eres responsable de tu salud, nadie más. Y te ofrecemos información, conocimiento e inspiración que te pueden ayudar a tener seguridad para poder aceptar y tomar esta responsabilidad.
Entendemos la salud desde un punto de vista muy amplio y hablamos de los muchos aspectos que afectan a la vida y que demasiadas pocas veces se vinculan con la salud.
Cuando muere mi… Como te decía en el episodio anterior, he querido abordar el tema del duelo y con este audio inauguramos una serie dedicada a la muerte, a los diferentes aspectos de la muerte que afectan nuestra vida y, por tanto, nuestra salud.
Y si, tal vez el hecho de que nuestras culturas han evolucionado de forma que vamos ignorando cada vez más la existencia de la muerte está generando graves problemas. Es lo que queremos desvelar en esta nueva serie.
En esta nueva aventura comunicativa me va a acompañar mi querida amiga Isabel González, psicóloga, profesora de Kundalini Yoga y meditadora desde hace más de un cuarto de sigo.
Las etapas del duelo Una experiencia a la que se la ha dado el nombre de duelo y que tiene unas formas determinadas y que más o menos son iguales en todos, y que se puede hablar incluso de etapas. Que habíamos dicho que había como 4 etapas generales, que serían…
1. La negación Empezaría por la negación, cuando un apersona recibe la noticia de la muerte de un ser querido…
O se da cuenta de que es más mayor de lo que pensaba, o recibe la noticia de la pérdida de un trabajo o…
Si. Pero sobre todo estas etapas están asociadas a la muerte de un ser querido.
Bueno, están identificadas en base al duelo por la muerte, pero se dan en todos los duelos con sus características diferenciales por cada uno, pero se dan en todos los tipos de duelo ¿no?
Si.
Pues sería eso: la negación, negarlo…
Si, pues si nos centramos en la pérdida de un ser querido, la primera etapa que surge es la negación. Es decir: te comunican la muerte de un ser querido y la primera reacción es: “no puede ser”. Esto no está pasando.
Por ejemplo cuando se murió un amigo de mi hijo, tenían 18 años, más o menos, y me llamó llorando, que casi nunca llora mi hijo, y asustado y me dijo: “es que hasta que no he venido al hospital y he comprobado que era verdad, no te lo he querido decir, porque yo no me lo creía.
Es un mecanismo de defensa, que de entrada, para parar el golpe, es: “no, no puede ser, esto no está pasando”.
Claro, sobre todo cuando es así muy repentino.
Como fue en este caso. Que por una mononuceosis lo ingresan, y después no sé qué pasó en el hospital, que pilló una infección que no pudieron controlar y se murió ¡por una cosa tan sencilla que pasa todo el mundo en su casa!
De hecho el día anterior habían estado hablando tranquilamente por teléfono, que quería ir a verlo, pero él no quería porque se ve que se le había puesto un aspecto muy desagradable y no quiso que lo fueran a ver. Y al día siguiente…
Ya no tuvieron la oportunidad de verse más.
Si.
Muy duro!
Si.
Y bueno, igualmente cuando uno ya sabe que la persona va a morir, en un mes, dos meses. O que está con una enfermedad terminal, que no se sabe el tiempo que va a vivir, pero que ya la muerte empieza a ser inminente, en el tiempo que sea, también empieza ahí un proceso de duelo ¿no?
Claro. Ya de hecho has perdido a la persona tal como era. Ya está, a lo mejor, inconsciente, a lo mejor con mucho dolor… a lo mejor muy triste y esa persona era super divertida y jovial. Osea que la persona, tal como era ya la has perdido.
Osea que sí, ahí ya empieza la pérdida.
Y después de la negación…
2. La Rábia Pues lo que surge es mucha rabia, en muchos casos. Estas etapas son orientativas. No para todo el mundo es igual, ni en el mismo orden, ni se suceden siempre una detrás de otra, pero generalmente…
Ni es que abandones completamente la negación para entrar en la rabia y luego experimentes solo rabia…
Exacto. Se pueden solapar, ir de una a otra…
Y lo que suele venir después es mucha rabia. Un rechazo una sensación de injusticia: ¿por qué a mi? ¿por qué me tiene que pasar a mi esto?
Impotencia, seguramente.
¿Qué he hecho yo para merecer esto? En fin. Por supuesto impotencia, claro.
Y depende de las circunstancias también puede emerger mucha culpa, en esta etapa, porque: “si yo hubiera hecho tal, o si yo hubiera hecho cual, podría haberme esforzado un poco más y quizá esto no hubiera pasado”.
Le podría haber avisado….
Depende, es que depende de la situación. Entre rabia y culpa se debaten muchas veces, después de la negación.
Y todo es como un diálogo mental que produce emociones ?no?
¡Exacto! Y lo importante de sentirse acompañado en estas etapas. Y la importancia de pedir ayuda y no sumirse ahí en… porque después, la etapa siguiente sería la tristeza profunda, pero pasar de la tristeza profunda de nuevo a la rabia y después a la culpa. Y vas saltando de una emoción a otra y te sientes muy vulnerable, muy frágil.
Desorientada.
También, si.
Porque hay cosas que se explican con dificultad, también.
Y la familia en estos casos suele ser de mucha ayuda.
Claro, un buen apoyo.
Si hay un buen acompañamiento, hay apoyo y respeto también por el proceso, por la necesidad que sientes en cada momento.
Hay momentos que quizá necesitas tranquilidad y silencio. No necesitas que nadie te esté animando. Y hay otras que agradecerás que suene el teléfono y alguien te llame para saber cómo estás.
Pero todo desde mucho respeto, porque las sensaciones son muy cambiantes y puedes necesitar diferentes tipos de acompañamiento dependiendo en qué momento te encuentres.
Claro. Esto me recuerda que alguien, de una familia de unos amigos, está pasando por un proceso de duelo, en realidad, porque es una persona que está en coma, una persona joven de 40 años, y un familiar me estaba comentando que no sabía bien cómo hacer, si llamar a la madre, porque tampoco sabía si llamar o no llamar, porque en cuanto llamaba se ponía a llorar y no sabía si era bueno remover esto.Y es que las personas que están alrededor de una persona que está en duelo, suelen sentirse muy desorientadas también ¡no saben qué hacer! Que si llaman y se pone a llorar se lo toman de una forma negativa, pero a lo mejor para esa persona es un alivio poder llorar con alguien. Porque está llorando siempre sola. Y eso es igual el detonante de algún cambio que ayude a dar un paso más en ese proceso de duelo.
Apunte especial sobre el coma Exacto, si si. Y en el caso del coma es el caso más evidente en que la persona que acompaña se encuentra más perdido porque no sabe qué hacer, cómo acompañar a una persona en coma.
Y no sé exactamente que siente una persona en coma, pero parece ser que hay muchos testimonios que han estado en coma y que luego han vuelto que han comentado que percibían muchas cosas de las que pasaban en la habitación.
Entonces estar acompañando a una persona en coma desde este respeto, desde la conciencia de que puede estar escuchando. Le puedes hablar y expresar lo que sientes, le puedes tocar. Y puedes estar ahí desde la presencia acompañando. Hay muchos testimonios de personas que han regresado del coma y han contado que, a nivel racional no podían expresar pero si que estaban conscientes de lo que estaba sucediendo a su alrededor.
Si, un familiar mío hace muchos años pasó por un proceso de coma del cual regresó, era una niña pequeña y no nos ha remitido nada de eso, pero la sensación que yo tenía era de que era sensible. De hecho le pedí a su tío que le hablara mientras estuviera con ella. Que le hablara y le dijera lo mucho que la quieren, lo mucho que querían volver a estar con ella, lo mucho que añoraban poder abrazarla y estar juntos… Y se le despertó a él ¡la niña se le despertó a él!
¡Qué bonito! Si, hay testimonios hermosos.
Si, pues está bien. Si alguien está pasando por una situación que tiene alguien cercano que está acompañando y está en coma, pues puede, si le resuena, contemplar esto.
Si.
¡Es que la vida tiene muchas formas! Las separamos en nacimiento, vida y muerte, pero hay muchas formas de vida. Que están más allá de la muerte y más allá de la vida y más allá del nacimiento también. Esquematizamos demasiado en nuestra cultura actual.
Ancestralmente a lo mejor no se esquematizaba tanto, y entonces a eso lo llaman pensamiento mágico, cosas poco reales, poco científicas. Pero bueno, está por ver. Aún hemos de caminar mucho la humanidad en cuanto a entender dónde estamos inmersos.
Si, los diferentes estados de conciencia por los que transita el ser, antes y después de la muerte.
Si, si. Y antes y después de la vida!
Y antes y después de la vida, así es.
Bueno entonces después de la rabia vendría…
3. La tristeza Esa tristeza inmensa, como un pozo negro. Una sensación de vacío, de dolor interno, como si te doliera el alma.
De haber perdido el lugar en el mundo.
Si. De no ver la luz al final del túnel, de tener la sensación de que eso no se va a acabar nunca. Una sensación de desamparo, de desesperanza.
Y en esa situación yo siento que ayuda mucho un acompañamiento energético, que sin palabras ayudes a la persona a conectar con ese lugar dentro, donde hay un mar de paz. Y te alivia el dolor. Por lo menos esa es mi experiencia.
Es muy rápido, porque no hay nada que comprender ni nada que explicar. Si no que después de una sesión de Reiki, de Sanación Reconectiva, de transmisión de energía a través de las manos… en fin, hay muchas técnicas. Pero, al menos en mi experiencia, cuando las utilizo en esta etapa del duelo de tristeza, se muy rápido, porque conectan con ese lugar dentro de ellos donde ya hay paz, ya están fuera de ese dolor. Y es como si bajaran un poquito más profundo. La emoción del dolor está a un nivel y luego la paz está ahí también.
Como si pudieran mirar el dolor desde el sentimiento de paz.
Claro, desde su ser en paz, en calma. Entonces se crea una distancia entre el dolor y ellos mismos.
Entonces tal como lo explicas a mí se me forma la imagen de como si dentro de cada uno de nosotros hubieran como diferentes salas o espacios o vasijas, y en una viviera la rabia, en otra el dolor, en otra la paz… Y es como si realmente pudiéramos ir moviéndonos por ahí y que hay cosas que se pueden hacer para que una persona en lugar de estar viviendo la tristeza esté viviendo otra cosa ¿no?
Si. Yo lo explicaría más bien como: un lugar dónde están todas las emociones. Puede ser tristeza, puede ser rabia, puede ser alegría. Todas, las agradables y las desagradables.
…Placer, disfrute, amor…
Están en un plano. En un nivel de profundidad. Y un poquito más profundo, está el ser. El ser profundo, es ser sabio, que te puedes des-identificar de esas emociones.
Es como si te pudieras separar. Aunque somos todo uno y está todo unido, pero eso hace que no te identifiques tanto con ese dolor, de manera que te creas que tu eres esa emoción.
El ser humano es más que…
Es emociones, es mente y, pero también, hay algo más. Entonces si el ser humano, en ese proceso de duelo, puede conectar con ese “algo más”, alivia muchísimo. Te da otra perspectiva. Eso no significa que al cabo de un rato no vuelvas ahí a dónde está el dolor, y lo vivas y lo transites, tampoco es cuestión de evitarlo. Lo mejor es vivirlo.
¡Si puedes! porque a veces el dolor es inhabitable de lo mucho que duele. O al menos esa es la sensación. Por eso nos queremos escapar, por eso tenemos tantas maniobras. Que a lo mejor en otra ocasión podemos hablar de cuántas estrategias utilizamos para escaparnos de vivir el dolor.
Así es. Yo le llamo pasar de puntillas por el dolor. Y en el proceso de un duelo por la muerte de un ser querido tiene que ver con animarse a sí mismo diciéndose, “bueno, yo ya estoy bien, ya estoy mejor… ya puedo empezar a salir” Y queda ahí como ese duelo encubierto, que en cualquier momento se manifiesta, incluso a veces en forma de enfermedad. Pero que por miedo, precisamente a afrontarlo, intentas evitarlo con estas estrategias de evitación.
Y… ¿la desesperación?
Bueno, la desesperación tiene que ver con esa sensación de que nunca se va a acabar, de que no vas a salir de ahí, porque es tan negro, tan duro, tan difícil, tan doloroso, que no ves la salida.
¿Pero eso tiene que ver con esa falta, o porqué se da? ¿tú sabes?
Bueno pues por esa falta de apoyo, muchas veces. Cuando estás ahí encerrada con tu propio dolor y no lo puedes compartir, no lo puedes expresar o no tienes el apoyo de otros seres humanos que te… ¡Qué están ahí! Solamente con que estén a tu lado y te hagan un poquito de espejo, te transmitan cariño.
La muerte como cuestión cultural Y ahora se me ocurre ¿esto debe pasar igual en todas las culturas? ¡Porque hay otras culturas que viven la muerte de otra manera!
Si, totalmente. Otras culturas en las que la unidad familiar es mucho más grande. osea viven todavía abuelos, padres, nietos, en un mismo techo. Por lo tanto la muerte es mucho más cercana, porque los nietos ven morir a los abuelos.
Claro.
Porque es algo natural, porque lo presencian.
Y por otro lado hay culturas que consideran la muerte como una liberación y lo que hacen es una fiesta.
Si, el tema de la muerte realmente varía mucho de unas culturas a otras.
Osea en realidad, vivimos el proceso de duelo como lo vivimos en nuestra cultura, porque la idea que tenemos de la muerte es una construcción colectiva. Osea no es realidad, es una imaginación colectiva.
Pues probablemente. Pero es una realidad el vínculo que has establecido con esa persona y cuando no está es normal que duela. Lo que pasa es que para una persona que tiene una concepción de que la vida no acaba con la muerte ese dolor queda más diluido, porque sabes que esa persona no se ha esfumado. Ese ser sigue existiendo.
Totalmente. Mi abuela era una persona que lo que me enseñó es que la muerte en realidad no existe, que ella iba a morir pero que había otros estados además de la vida que conocemos. Incluso ella creía que volvería a vivir, a encarnar. Y era tal su convencimiento que yo no viví su muerte como una pérdida, ni la viví con dolor ¡Y la adoraba a mi abuela!
Si. Y hay otras personas que perciben muchísima paz, mucho amor, cuando se va un ser querido. Una vez fui a una conferencia sobre la muerte y había un testimonio que decía que a veces se llegaba a sentir incluso un poquito culpable porque no había sentido nunca dolor ni pena, porque se había quedado impregnada de amor y de paz. Y fue una experiencia que tuvo en el momento de la muerte de… en este caso era de su madre. Es decir que es super personal, pero tiene que ver mucho con el tipo de relación que has tenido con la persona, con tus creencias sobre la vida y la muerte y sobre lo que ocurre después de la muerte. Y para una persona que ha hecho meditación y que ha tenido experiencias de expansión de conciencia, también han vivido “eso que no muere”.
Cuando has tenido experiencias que te han conectado con esa parte de ti que no es la mente, ni las emociones ni el cuerpo, si no que es algo más sutil y más profundo, estás conectando con ese algo que no muere y por lo tanto, también enfocas la muerte de otra manera.
No es necesario esperar a morirse para encontrarse con eso, con la experiencia de lo que no muere.
Si la persona que ha perdido a un ser querido tiene vivencias de estas, le ayudará a vivirlo de una manera muy distinta. Y a vivir también el acompañamiento si es que ha tenido la oportunidad de acompañar.
Claro es que vivimos de espaldas a la muerte: a la realidad de que la muerte existe, a la realidad de que cada uno de nosotros igual que hemos nacido moriremos… Vivimos ignorándolo. como si no tuviera que pasar. Sabemos que tenemos que comer, que tenemos que trabajar… todas estas cosas. ¡Pero es que de la muerte no se habla!
Nos preparamos para ser profesionales, nos preparamos para ser capaces de cocinar, para ser capaces de relacionarnos con los demás, nos preparamos y nos preparamos. Pero para morir no hay ninguna preparación.
Osea no tenemos en cuenta que va a llegar un momento en que nos tendremos que enfrentar a que nuestra vida se termina. Y eso nos coge por sorpresa ¡pero si ya lo sabíamos que eso iba a ser así!
Igual que ahora pensamos: pues tengo que trabajar y cotizar en la seguridad social porque llegará un momento que ya no podré trabajar o ya no querré trabajar y necesitaré una pensión.
Pues también llegará un momento en que yo me moriré y voy a necesitar hacer una preparación par poder enfrentarme a esa realidad. Pero no se tiene en cuenta. Y la meditación pues es algo que sí que ayuda.
En primer lugar te ayuda a vivir bien. A vivir de forma más consciente y con más plenitud y como efecto colateral, también te ayuda a vivir unos duelos más conscientes.
4. La aceptación Y bueno, si seguimos con las etapas, después vendría, al final, la aceptación. Que en todo este proceso, si se hace bien, si se elabora bien, lo que surge en muchas ocasiones es un proceso de despertar, de transformación, si la persona está abierta.
Porque es un momento en el que te cuestionas muchas cosas, te planteas otras, y muchas veces haces cambios importantes en tu vida.
Porque el estar en contacto con la muerte te recuerda que no estás aquí para siempre y que tu orden de prioridades necesitaba un cambio. y ante estas situaciones te obligas a ser muy honesto contigo mismo y a tocar fondo, y a dar importancia a las cosas que de verdad la tienen.
Has podido profundizar en muchos aspectos de tu vida que de otra manera quizá no lo hubieras hecho.
Es como que te provoca una maduración como persona.
Claro, si.
Hace que tu vida de un giro hacia…. ¡Tomar una responsabilidad por la vida!
Si, es una manera de verlo.
Y estar donde quieres estar, y hacer lo que quieres hacer… Y si, una responsabilidad de no culpar a otros por no hacer lo que no has hecho. Si no asumir tu la responsabilidad y hacer lo que quieres hacer en la vida.
Las diferentes formas de vivir el duelo Pero bueno, yo creo que hay personas que se han enfrentado a un proceso de duelo, porque han perdido a un ser querido y no han llegado a estas conclusiones.
Claro. Lo mismo que hay situaciones en la vida en que unas personas se hunden y otras salen a flote. Renacen y se reinventan y crecen. El duelo es una situación más de intensidad, en la que no todo el mundo reacciona igual. Pero puede ser una oportunidad con muchos beneficios a la larga.
Claro.Cualquier cosa que esté tocándote, que te zarandeee y te obligue a afinar. A ser más exigente contigo misma, con lo que quieres, con lo que no quieres…
Por lo menos capacidad de resiliencia se desarrolla.
De repente sufre una transformación. Fui a una formación de acompañamiento en la muerte y además de profesionales había también personas que habían tenido pérdidas, y había una pareja que habían perdido a un hijo.
Pues el padre estaba haciendo un proceso increíble de apertura, de descubrir cosas, desde la serenidad. Y la mujer no quería saber nada de nada. Estaba anclada en la tristeza y en la rabia. Y no salía. Había caído en un pozo y no había manera de que saliera.
Y él, en cambio, estaba super participativo, implicándose en la formación esta, que era un residencial de 5 días con Marie Lise Labonté.
Entonces ellos asistieron al curso y ahí se veía clarísimo, los dos ejemplos de un duelo bien elaborado y uno patológico en el que la madre se había quedado atascada y no había manera, en cambio el padre había hecho una transformación. Estaba ligero de carga.
Ya ¿Y qué es lo que hizo que uno lo viviera de una manera y el otro de otra?
Pues yo no hablé mucho con ellos pero lo que sí que pude constatar es la diferencia, osea que en una misma familia, en una misma situación, uno lo vive de manera que se convierte en un trampolín para un crecimiento y una transformación y otro se queda ahí bloqueado y no puede salir.
Básicamente hay un porcentaje que es que no quiero salir. A pesar del dolor es que no me hables, no quiero. No quiero que me digas nada. Quiero conservar todo en su habitación, quiero conservar todos los recuerdos, quiero hacer un altar con sus cenizas y no me hables de nada más, porque me aferro a esto.
Es una forma de vivir la muerte… ¿pero no hay culpa ahí detrás? o…
Puede haber culpa o puede no haber culpa, pero…
Es una forma de vivirlo. En definitiva somos nuestras elecciones.
Lo mismo que hay personas que hacen su proceso, se abren, se relacionan. Y otras se quedan ahí. No les interesa nada ¡porque les produce tanto dolor!
Un compañero de mi hija murió muy joven, de cáncer, y el padre ha hecho un proceso más saludable, pero la madre, si ve a mi hija, mira para otro lado para evitar saludarla. Porque solamente de verla que tiene la misma edad que tendría su hijo, le produce tanto dolor… Que prefiere no ver a los amigos que compartían cuando estaba su hijo en vida.
Supongo que de todo se sale, pero mucho más lento y sufriendo mucho más.
Los grados de implicación con la persona que despides ¡Pero es que una madre es una madre y un padre es un padre!
Me has hablado de madres y padres en las dos ocasiones, y claro, entiendo que un padre tiene una implicación con un hijo, que no digo que no lo quiera, pero es una implicación, por lo menos, más distante. Que una madre ha gestado a un bebé dentro de sí y es una pérdida de algo muy propio. Es una pérdida de algo demasiado querido. Es que tiene que ser … Yo gracias a Dios no lo he vivido y espero no vivirlo nunca, pero tiene que ser algo muy doloroso. Muy doloroso.
Si. Yo tampoco, gracias a Dios!
Y esperemos que así sea. Y esperemos que no…
Pues si. Curiosamente en estos dos casos el padre pudo hacer un duelo más saludable y a la madre le costó más.
Claro, porque según el grado de implicación que tienes con la persona que se va, el duelo tiene una intensidad u otra.
Tipos de duelo Bueno! y después hay diferentes tipos de duelo. El más doloroso desde luego es la muerte de un ser querido, pero parece ser que justo después, lo más doloroso es un divorcio.
Que es como la muerte de un ser querido… Que no es que se muera para todos, pero sí que se muere para ti.
Claro, exacto. Por dentro se produce un dolor tremendo, te sientes super vulnerable, super pequeña. Ahí también aparece, desde luego, la culpa, la frustración. Ojalá lo hubiera podido hacer mejor. la sensación de soledad, de que no sirves. Sobre todo si hay otra persona y te quedas con la sensación de que no vales.
Por supuesto la pérdida de un trabajo también, sobre todo si te echan, tienes la sensación de que no vales, de que no has sido suficientemente bueno.
Pero su resulta que la empresa cierra, por ejemplo…
Es diferente, pero sigues sin tu fuente de ingreso y eso es una pérdida importante.
Se te retira el derecho a la vida, tal como es ahora mismo el trabajo. Lo que es el trabajo en nuestras sociedades actuales, es como que se te niega el derecho a la vida.
Toda tu fuente de bienestar está relacionada con los ingresos y con el trabajo.
Bueno, de bienestar y de subsistencia. Es más que bienestar un trabajo. Es imprescindible para la supervivencia hoy en día.
Si.
Y después hay otro duelo muy importante: el envejecimiento, que a veces queda muy enmascarado en esta sociedad en la que le damos un culto a la juventud y intentamos alargar esa etapa como sea. Con cirugía estética, con cremas, con apariencia, para conservar esa juventud. Y al hacer eso estamos luchando contra un hecho y es que van pasando los años y vas pasando por etapas distintas.
¡Pues muchas gracias!
de nada.
Bueno, al menos a mi me ha gustado mucho conversar contigo este rato. Estoy segura de que a quien nos esté oyendo, le va a parecer también un rato agradable.
¡Pues ojalá le pueda servir!
Resumen Pues bueno. Esto es lo que hemos podido ofrecer Isabel y yo hablando sobre el duelo, cada una desde su conocimiento y su experiencia de vida. Creo que han salido aspectos interesantes a tener en cuenta y espero que pueda servirte si estás pasando por un proceso de duelo. Y espero que te sirva también si estás acompañando a alguien que esté viviendo un duelo. Aunque este acompañamiento específico lo trataremos en un episodio específico.
En el próximo episodio retomaremos el tema de cómo empezar a comer mejor, que ya iniciamos en el episodio 29. Je je, es un método que voy creando a medida que te lo voy presentando. Osea que podemos decir que es un método especialmente creado para ti
Creo que abordaremos el tema de las dietas específicas de cada especie y qué pasa con los humanos (osea contigo) en este aspecto. ¿que para qué te sirve esto? Pues te sirve y mucho. Lo verás en el próximo episodio ¡el episodio 31 ya!
Agradecimientos Gracias por escucharme. Gracias por participar, por tus comentarios y sugerencias. Gracias por darle sentido al podcast Vida en Salud. Sin oyentes ni existiría.
Gracias también a Kitflus la cesión de las melodías del programa.
Peticiones Comparte si te ha gustado.
Permite que los niños escuchen este podcast. La información que vamos dando será una muy buena capacitación para ellos desde cualquier edad.
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Nos reencontramos hablando de nuevo sobre cómo empezar a comer mejor.
Despedida Que pases muy buenos días y excelentes noches ¡Hasta la próxima!
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