El gijonés Marcos Antuña es el coordinador del grupo de gestión de la pandemia en EDP, una etapa profesional que comenzó a principios de marzo y que es, asegura, “de la que más orgulloso me siento”.
En EDP la crisis sanitaria causada por el COVID-19 no les pilló por sorpresa. Para nada. Según revela Marcos Antuña, llevaban desde enero atentos a la situación que se estaba viviendo en China. A finales de mes, el grupo EDP a nivel mundial comunicó a todas las unidades que estaban en situación de espera y seguimiento, pues se presumía que el tema era serio. No iban desencaminados, a pesar de que gran parte de la población no quería darle importancia y aseguraba que era una gripe más. El 6 de marzo, en el grupo EDP se pasó al estado de alarma y declaración de pandemia y comenzaron a tomar medidas, entre ellas, la creación de un gabinete de gestión de la pandemia, el cual se ha reunido diariamente desde entonces; la activación del plan de contingencia ante crisis y la aplicación de medidas de seguridad, así de acciones de continuidad y de comunicación. “Somos un servicio esencial y en una situación como esta, si falla el agua, la electricidad o el saneamiento tanto en empresas como en negocios y domicilios puede ser una catástrofe”, afirma Antuña, quien hace hincapié en que están trabajando “con gran responsabilidad y garantizando la máxima seguridad de los trabajadores”. Hasta la fecha, no ha habido ninguna incidencia.
El ser una empresa avanzada desde el punto de vista digital y de sistemas ha favorecido que se implantara con éxito el teletrabajo. Gran parte de sus trabajadores están desempeñando sus funciones desde sus domicilios, y los que lo hacen presencialmente lo hacen en condiciones de máxima protección y seguridad. La situación, asegura, “está controlada”, y espera que siga siendo así en todos los aspectos. Reconoce que uno de sus mayores temores es que su entorno más cercano no consiga “llegar a la otra orilla sin novedad”, y también que la sociedad no logre sacar una enseñanza de todo esto que estamos viviendo. “Las personas tenemos el defecto de olvidarnos rápidamente de lo malo, y cuando normalizamos las cosas volvemos a actuar como si nunca hubiera pasado nada o no fuera a pasar, y creo que no debemos caer en este error”.
Convencido de que Asturias saldrá reforzada tras esta crisis “porque aquí somos resistentes y tenaces, y, sobre todo, estamos dando ejemplo y demostrando una gran seriedad en estas jornadas de confinamiento”, alaba el papel de las instituciones regionales. “Hasta ahora hemos tenido una colaboración total y hemos atendido a todos sus requerimientos, y he de decir que sus responsables han sido muy francos, abiertos y colaborativos, poniéndose a disposición de las empresas”. Una situación que demuestra que la colaboración entre todos los estamentos es fundamental. “Creo que a partir de ahora se agudizará e intensificará claramente”, concluye.
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