Hoy tratamos un tema de vital importancia para los instructores online: qué alternativas tenemos para vender nuestros cursos. O lo que es lo mismo, cómo conseguimos el money, la tela, los pavos, los patos, la panoja , llámalo como quieras.
Pero antes veamos cómo ha sido nuestra asombrosa semana:
Francesc:
Ha lanzado un nuevo curso en Viademia donde muestra cómo crear un proyecto audiovisual de un alumno de principio a fin.
Está planeando un viaje a Madrid con quedada incluida y muchas cosas chulas.
David:
Ha adquirido un router 4g para poder trabajar mientras viaja (cosa que hace más bien poco). Pero como se va a Zaragoza en Semana Santa y no puede dejar de dar soporte a los alumnos no le ha quedado más remedio. De esa forma podrá luego compartir sus increíbles aventuras como nómada digital.
Está replanteando el diseño de la home de SiliCodeValley para que se aprecie mejor la duración de los cursos.
Ahora sí, vamos con el tema del día. A la hora de vender cursos online podemos clasificarlo en 2 grandes bloques:
Venta de cursos por unidad Es la forma más conocida y se trata de asignar un precio a tu curso y ponerlo a la venta.
En este bloque podemos diferenciar entre:
Dar acceso de por vida al contenido (ojo si también incluyes soporte).
Que el curso esté limitado en el tiempo, con una fecha de inicio y final. En este caso suele haber una interacción cercana con el instructor, el precio suele ser más elevado y se suelen hacer entregas y seguimientos de proyectos. Además, el precio acostumbra a ser más elevado (a partir de los 300€ y llegando a varios miles).
Finalmente, también podemos encontrarnos aquí con la venta de bundles, que se trata de ofrecer varios cursos a la vez por un precio inferior que si los vendieras por separado. Este tipo de ofertas se suelen hacer para ocasiones como Black Friday.
Venta de cursos por membresía Ya lo hemos comentado en varias ocasiones, se trata del modelo de ingresos que utilizamos ambos en nuestras academias online.
Se basa en ofrecer una suscripción recurrente mensual/anual/semanal (el tiempo lo decides tú) de manera que tus alumnos tienen acceso a todos tus cursos y lecciones (y soporte) mientras paguen.
Podemos llevarlo a cabo de varias formas: Desde nuestra propia plataforma Aquí la solución más “sencilla” será crearnos una academia con WordPress. Y con sencilla nos referimos a que no tengas que programarla desde cero, ya que en WordPress existen varios plugins que nos facilitarán la vida.
En este caso somos 100% responsables de nuestro éxito o fracaso, pero con la gran ventaja de que no tenemos que repartir ganancias con nadie (más allá de las comisiones de las pasarelas de pago).
Además, dependiendo de nuestros conocimientos la podremos hacer 100% a media (o siempre puedes delegar la creación de tu academia online a un tercero).
Mediante un marketplace: Ya hemos explicado en otros episodios qué son los marketplaces. El ejemplo más conocido es Udemy. Sus principales ventajas son:
Se encargan del marketing o, dicho de otro modo, te traen alumnos.
Nos alojan los vídeos.
Gestionan los pagos.
Ofrecen una buena experiencia de aprendizaje al alumno.
Pero también tienen inconvenientes:
Ojo con no leer la letra pequeña, muchas veces estamos cediendo nuestro contenido a la plataforma.
Quienes cobran son ellos, tú sólo recibes comisiones por las ventas que recibes. Si la venta te la consiguen ellos solo recibes un 50% de comisiones y si además la venta viene de un afiliado un 25%.
Viven en un Black Friday perpetuo, aunque tu curso valga 100€, lo venden siempre por 10€. No les falta imaginación en inventarse fiestas para devaluar tus precios.
El soporte que ofreces a tus cursos es de por vida. Imagínate haber cobrado 2,5€ por un alumno que no para de preguntar día sí, día también.
Compites con otros instructores. No te ofrecen una plataforma propia, sino aparecer entre cientos de cursos de otros instructores de la misma temática, haciendo complejo que puedas diferenciarte.
Con plataformas 360º Las cuales te permiten construir tu propia academia online, pero sin que esta esté bajo tu control.
Las más conocidas son Hotmart, Teachable y Thinkific. Y cada día están saliendo nuevas como setas.
Su funcionamiento es muy simple: tu creas tu academia con ellos y a cambio por cada venta que tengas, se quedan una comisión.
Comparten las mismas ventajas que los marketplaces con la diferencia de que aquí el marketing lo haces tú, ellos no van a traerte ningún alumno.
Pero con la ventaja de que vas a poder mostrar tus cursos en tu propia academia, sin que aparezcan los de la competencia.
Además, la mayoría de ellas suelen ofrecer planes de precio mensuales donde conforme más pagas, menos comisión se quedan por venta.
Combinando Youtube más Patreon Es la solución ideal si ya eres un creador de contenido educativo en Youtube y tienes una cantidad importante de suscriptores.
Patreon permite que tus fans te financien tu actividad de forma recurrente patrocinándote mediante un sistema de micropagos.
Es decir, tu creas tus cursos en Youtube de forma gratuita, pero tus suscriptores te pagan por Patreon para apoyarte y que sigas haciendo lo que haces.
Además, los fans (tus mecenas) reciben recompensas a cambio de su patrocinio (dependiendo de la cantidad aportada).
En Twitch a cambio de donaciones Twitch es la plataforma por excelencia para emitir gameplays en directo y además permite recibir donaciones.
En un futuro próximo no vemos descabellado que alguien se anime a enseñar en esa plataforma a cambio de donaciones. ¿Tú qué piensas?
Financiar la creación de tu cursos con crowdfunding Finalmente, otra forma muy interesante de validar que hay mercado para los cursos que quieres ofrecer es crear una campaña de crowdfunding para financiar su creación.
Tenemos el ejemplo de Nick Walter, un instructor americano que logró viralizar una campaña en Kickstarter para su curso “How to Make a Freaking iPhone App” donde inicialmente sólo pedía 1.000$ y logró alcanzar 66.533$.
En este caso lo que hizo fue una preventa de su curso, de manera que quien lo adquiría durante la campaña lo obtenía a un precio mucho menor. Y una vez finalizó lo vendió en Udemy obteniendo aún más ingresos.
Nick Walter descubrió un filón en este modo de financiarse y ya lleva 7 campañas (ninguna repitió el mismo éxito).
Conclusiones: Como has podido ver no son pocas las formas que existen para monetizar tus cursos online, te animamos a que compartas tu opinión y si se te ocurre algún otro modelo de ingresos lo dejes en los comentarios. Así ayudaremos a más personas.
¡Sed muy felices!
Comentarios