María Farantouri es algo más que la voz favorita de Mikis Teodorakis, o aquella muchachita de gafas que en las barricadas del mayo del 68 francés se dejaba ver en París entre los líderes de la revuelta. Es una voz cristalina que ha quedado inscrita ya en el cuadro de honor de la gran música folk europea. María Farantouri, es algo parecido a una heroína. Voz de los exiliados durante la Dictadura de los Coroneles entre 1967 y 1974, activista política luego, como parlamentaria representante del, en esos años, opositor Partido Socialista de Andreas Papandreou, y permanente aliada del célebre compositor Mikis Theodorakis, hoy se le considera la “voz nacional” de Grecia. María Farantouri nació en 1947 en Atenas, en una época difícil para Grecia y el mundo, que todavía contaban sus heridas de la guerra y los resultados de la ocupación nazi. Fue, sin embargo, una era de despertar a la reconstrucción y a lo espiritual. La infancia no fue fácil y sin preocupaciones. La era de la epidemia de poliomielitis, que afectó principalmente a los niños, no la dejó indemne y fue afectada en gran medida al inicio de su infancia. Alejándose de los padres y en cuarentena, la estadía en el sanatorio durante seis meses fue un proceso doloroso para los dos años de María, A partir de ahí, los primeros recuerdos, imágenes y sonidos. La adolescencia, sin embargo, le trajo las incipientes experiencias creativas: la participación en el coro de la Asociación de Amigos de la Música griega le dio la oportunidad de darse cuenta de que la canción sería su estilo de vida. El objetivo de esa agrupación era promover la música basada en la cultura griega y la tradición, y un caldo de cultivo para artistas noveles, que querían dar una nueva vida a la canción griega. En este entorno María Farantouri hizo sus primeros pasos musicales, y a través de su voz de contralto, de un miembro del coro, de pronto se convirtió en solista. En una actuación de la Asociación en 1963, los escuchó Mikis Theodorakis cantando su propia canción, “la nostalgia”, y fue una impresión tan profunda la que le povocó la joven cantante, que al final del concierto fue a los camerinos y le dijo: "¿Sabe que usted nació para cantar mis canciones", "Yo sé" fue la respuesta directa de la joven de dieciséis años. En el verano de ese año, con el cierre de la escuela por las vacaciones de verano, María se incorporó como miembro de los grupos de Theodorakis, y junto a Gregorio Bithikotsis, María se vió por primera vez en el mágico mundo de los conciertos. Pronto su voz estuvo presente en los principales acontecimientos políticos y sociales. En las marchas de la paz sonaba una nueva obra de Theodorakis, Rehén una canción que la juventud militante de María dio a conocer en toda Grecia, y luego en todo el mundo. Fue en 1965, cuando María hizo su primera grabación profesional, como miembro integrante del grupo de Theodorakis, que dio conciertos en Grecia y en el extranjero, llegando a la Unión Soviética. Allí, se enteró del gran compositor ruso Aram Chatsatourian, quien le pidió que se quedara en Moscú para profundizar su educación musical, pero María siguió el viaje musical del compositor griego. Con Theodorakis a su lado, María Farantouri dio a conocer al público en general, la poesía de los griegos premios Nobel de Literatura George Seferis y Odysseas Elytis, entre otros grandes poetas, como de la obra de García Lorca, como escucharemos enseguida. Pero este movimiento cultural y musical, fue interrumpido por el golpe militar del '67. Con la instauración de la dictadura, la música de Theodorakis fue prohibida y, tras cuatro meses de persecución, fue arrestado. Poco antes, en un pedazo de papel de masilla, había logrado enviar en secreto a María, un mensaje corto en el que le aconsejaba volar al extranjero. Tenía sólo 20 años cuando salió de Atenas a París, e hizo lo que él consideraba obvio: cantó en numerosos conciertos, los ingresos de los cuales fueron canalizados a la acción contra la dictadura, convirtiéndose así en un símbolo de la resistencia y la esperanza. Recorrer en detalle la carrera de María Farantouri excedería largamente a este programa. A fin de dar algunos pantallazos, bastaría decir que el periódico ingles The Daily Telegraph la llamó la María Callas de la gente, o el francés Le Monde la definió como la Joan Baez del Mediterráneo. Con giras interminables por todo el mundo: Europa, Australia, Norteamérica y América Latina y el Medio Oriente. María, desempeñó un papel importante en los conciertos, que eran pilares de la fortaleza para el exilio griego y el salto a la solidaridad con los oprimidos en todo el mundo, junto a grandes artistas extranjeros, intelectuales y otras personalidades. Conciertos en las míticas salas del Olimpia, Salle Pleyel, el Lincoln Center o el Albert Hall, son sólo algunos de los escenarios que fueron testigos de esta lucha. Como ciudadana y artista del mundo se une con artistas extranjeros y ha colaborado en festivales internacionales con grandes personalidades del mundo de la música y de la canción, como Zülfü Livaneli, Leo Brower, Lucio Dalla, Maria del Mar Bonet, Mercedes Sosa, Juliette Gréco, Myriam Makeba, o junto a John Williams, a quien escucharemos a continuación, entre muchísimos otros músicos. Finalmente, en noviembre de 2002, asistía a su concierto en la Universidad de Santa Bárbara, un gran hombre y gran músico, el saxofonista Charles Lloyd. Los dos artistas se sintieron muy cerca y nació una buena amistad. En julio de 2004, cuando Charles apareció en la colina de Lycabettus, le pidió que cantara su canción Wind Blow, que fue un momento especial en la vida musical de María y de una experiencia diferente. Y seis años más tarde, en junio de 2010, ambos artistas aparecen en un concierto conjunto en el Odeón, con un repertorio de la tradición griega, las canciones de Mikis Theodorakis, y composiciones propias de Lloyd. El concierto fue grabado por Manfred Eicher de ECM para el Concierto de Atenas, y editado en CD en septiembre de 2011. Sólo vale agregar que en septiembre de 2004, el presidente griego Constantinos Stephanopoulos, en mérito a su carrera y a su tarea en la difusión de la canción griega, le otorgó a María Farantouri la Cruz de Oro de la Orden del Fénix. Comentarios basados en notas del sitio mikis-theodorakis.net y una crítica de Carlos Pérez Cruz para el sitio clubdejazz. En cuanto a la música que compartimos, durante el programa se escuchan los siguientes temas: 01 - María Farantouri - Mirtia (Singing the songs of Theodorakis) 02 - María Farantouri - Sto Perigiali to Krifo 03 - María Farantouri - Kaimos 04 - Maria Farantouri - Romance Pascual de los Pelegrinitos (Homenaje a F G Lorca) 05 - María Farantouri & J.Williams - Tou Anemou (Songs of Freedom) 06 - María Farantouri - To Mikrou Voria 07 - Maria Farantouri & Charles Lloyd - requiem 08 - Maria Farantouri & Charles Lloyd - hymnos_stin_ayia_triada_-_hymn_to_the_holy_trinity 09 - Maria Farantouri & Charles Lloyd - epirotiko_meroloi_-_lament_from_epirus 10 - Maria Farantouri & Charles Lloyd - kratissa_ti_zoi_mou_-_i_kept_hold_of_my_life 11 - Maria Farantouri & Charles Lloyd - taxidi_sta_kythera_-_voyage_to_cythera. 12 - Maria Farantouri & Charles Lloyd - mori_kontoula_lemonia_-_little_lemon_tree Es una realización de Jorge Laraia.
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