Al igual que ocurre con muchos de sus coetáneos y compañeros en la creación y crecimiento de la fértil escena escandinava de principios de los noventa, los finlandeses Amorphis nunca tuvieron miedo a cambiar, evolucionar y experimentar aunque eso les costara el desdén de los que se decían sus fans.
En la fructífera carrera de la banda liderada por Esa Holopainen y Tomi Koivusaari, de hecho, ha habido unos cuantos puntos de inflexión graduales pero más o menos definidos que les han llevado de ser una banda pionera y reverenciada del doom / death melódico a convertirse, desde hace ya unos años, una de las agrupaciones más reconocibles, originales, fiables y melancólicas que pululan por el panorama metálico. Mirando la vista atrás, de todas maneras, nos atrevemos a decir que el punto de inflexión más decisivo de la larga trayectoria de los de Helsinki llegó en 1996, precisamente, de la mano de Elegy.
Comments