El atracador de la bicicleta 7T #3

Hola soy pilar por y esto es tipo el art un podcast narrativo y multi temático basado en informaciones y hechos reales que atrapan mi atención visita mi web para obtener las fuentes y documentación y palabra puntocom que se escribe de pilar paul mi apellido habla punto com buscar también en las redes sociales no te olvides de darle un laica este episodio y de suscribir comienza ya pipo las black el atracador de la bicicleta la mochila deportiva se estaba convirtiendo en un pulmón corriente de sudor en cada pedal hada sentía su presencia pegada atravesando la respiración el bulto ya no se movía sólo se llenaba de piedras era como tener un pequeño ser colgado que el ralentí pisaba cada segundo el corazón aumentaba de pulsaciones sabía que no podría mantener demasiado tiempo el rendimiento si quería escapar a la fatiga mental era su quinto atraco ya no era que el deportista de élite ahora sentía las limitaciones en las subidas algo no iba bien y cuanto antes tenía que buscar la salida de esa trampa de policías que sentía cada vez más cerca pero se iba a recuperando y aún las calles parecían mantequilla bajo sus ruedas las piernas soportaban el recuerdo de los grandes entrenamientos en el velódromo pero por cuánto tiempo más hoy no luchaba por mantenerse encabeza hoy no tenía que evitar los empujones de los que tienen hambre por desmarcar se no aquí la ciudad entera se transformaba en un túnel de obstáculos a cada mini segundo la probabilidad de un golpe se multiplicaban y caería sino mantenía la concentración habían pasado sólo seis minutos desde que diera el golpe y tres en sacar todo el dinero del asombrado cajero no hay sirenas baja al ritmo mantendría y el oxígeno es fundamental que siga regándolas mitocondria la calma es su único salvoconducto para una correcta oxigenación y para librarse de cualquier sospecha lo sabe encontró el callejón y lo enfiló como una bala de golpe nadie le seguía era todo producto de su imaginación el corazón seguía agitado a una velocidad desconocida para el veintiséis de mayo del dos mil el cajero del banco de la sal en los suburbios deja island park abrió la ventanilla a ese joven sonriente con gorra que le daban los buenos días buenos días en que pueda ayudarle el chico sacó una tarjeta de petición de fondos en la que estaba escrito esto es un robo con todo tu dinero en la bolsa sin dejar de sonreír llevó su mano derecha hacia la cintura trasera del pantalón con la otra le pasaba la bolsa de plástico del supermercado en completo silencio el cajero metió más de cuatro mil dólares muchas gracias que tenga un buen día salió a paso normal haciendo fuertemente su botín se quitó la gorra y camino tranquilo por la calle en dirección al parking donde tenía la bicicleta la bolsa era pesada se pregunta cuánto dinero habría le hizo nudo y la dejó en el suelo mientras se quitaba la chaqueta y el pantalón debajo su mayor del ciclista se colocó el casco las gafas los guantes y metió la ropa y el dinero en la mochila cruzada al salir del garaje el coche patrulla paso adelante haciendo sonar su sirena separó un instante ante el paso del policía que le devolvió el saludo con gesto apretado cruzó la calle y corrió en dirección contraria al banco en menos de sesenta segundos había vaciado el cajero limpiamente sin prisa sin pausa sin estrés luego pedaleo cincuenta y cinco minutos hasta allí el son park wilmer bajo de la bicicleta y se quitó la mochila pasó cerca de unos cubos de basura sacó la bolsa de plástico y tiro todos los billetes al fondo de un contenedor vio caer grupos de papel moneda que dejaban un golpear sordo nunca lo contó agarró dos billetes de veinte esa tarde sintió un gran descanso otra vez lo había logrado