El bosque habitado - Me cuidas, te cuido. Soy Tierra - 03/12/17

Bienvenid@s a un bosque habitado por dignidades y reconocimientos a la Tierra y a l@s cuidador@s. Somos ecodependientes e interdependientes, como dice Yayo Herrero. Y Gustavo Duch habla de tierra y mujer como sujetos históricos activos en la Revolución de los Cuidados que ahora no tiene género. 
La cultura del cuidar y el cultivar. Una cultura que tiene mucho que ver con una famosa frase de Eduardo Galeano que Duch convirtió en uno de nuestros gritos de defensa: “Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, cultivarán huertos… que alimentarán al mundo”. Y es Gustavo quien ha escrito además de libros, artículos y también textos en la Revista Soberanía Alimentaria, quien ha creado tantos cuentos conmovidos… Cuentos donde el “Érase una vez” puede ser “Érase muchas veces” y “Érase que será”… será… 

Tierra, mujer y cuidados hacia todos los seres vivos de todas las especies. Cuidados de la Tierra. De la Madre Tierra. Cuidados hacia la dignidad femenina de todos los tiempos y de todos los espacios. Cuidar a quien nos cuidad. Proteger a quien nos protege. Cultivar a quien nos da la vida. Así nos ilustra Gustavo Duch en sus palabras habladas y además escritos, sobre todo en “Mucha gente pequeña”, publicado en Pollen Edicions. 

Así que, cargado@ de munición, como quien lanza bombas de semillas, oiremos su discurso y sus relatos, como también los textos que brotan en los semilleros particulares de Ignacio Abella, Fernando Fueyo y Alfred López. Todo ello al ritmo de una banda sonora propia de una “Pure Heroine”, protagonizada musicalmente por la cantante neozelandesa Lorde, cuyo nombre de pila es Ella Yelich, y que ha traído hasta el bosque el conmovido Enrique Domingo.

Y ahora siéntate bajo el tilo más cercano a casa. Dispón todo tu ser para ser embriagado por todas sus propiedades y cierra los ojos. Coloca suavemente las manos sobre tus rodillas y respira profundamente… Entra en estado de abandono y escucha, escucha a la Tierra y su afán por cuidarnos, sin duda, territorio conmovido…¡Arriba las ramas!

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