“Malos tiempos para la lírica, pero también para el periodismo”, una cita que leí en la página de Antonio Domingo. Y razón no le falta, puesto que el panorama social se parece en este momento… a un camino mal asfaltado.
Ahora no sirven de gran cosa las palabras en un teatro en el que tenemos malos actores como la crisis o la guerra de Gaza. Hace unos días alguien me hizo reflexionar un poco. Juan Ignacio Solera, director del portal de audios Ivoox, comentaba en un correo que me mandó que “Café de noche” era una apuesta interesante en un tiempo difícil.
A decir verdad, lo creáis o no, Café de noche es una gota en mitad del desierto, pero eso no significa que todo sea maravilloso. Ni mucho menos. Una gota puede suponer un gran alivio para un caminante que va por ese desierto que les decía, pero también el calor puede eliminarla en cuestión de segundos, en un abrir y cerrar de ojos.
Corren tiempos jodidos – hablando mal, pronto y porque quiero decirlo así – y la poesía malvive frente al egoísmo del hombre, por lo que no es inherente a lo que sucede en el mundo y demuestra ser de gran utilidad para dar cuenta de ello. Al igual que sirve como reflejo de nuestros sentimientos más profundos, la poesía es el arma con el que combatir contra la injusticia, la violencia y la falta de escrúpulos del ser humano.
En el último programa de Enredados, un espacio sobre tecnología y periodismo, reflejaran muy bien que las palabras, usadas a través de diversos soportes, son las herramientas más idóneas para hacer muestra de cuánto no molesta u ofende una situación que está perjudicando a nuestras vidas. La poesía no está al margen, pero J.J.Pérez tiene razón en aquello de que la verdad, en cualquier tipo de conflicto extremo, es la primera víctima. Por tanto, queda aún más claro que las palabras, bien usadas y en su momento preciso, han de ser las armas con las que luchar contra todo aquello que no funcione. Un servidor se pondrá en primera línea del batallón si hace falta, pero no para utilizar los puños, sino las palabras. Diario de a bordo de Café de noche. Episodio 1
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