Canción de Guerra Sajona - Ivanhoe

El fuego cundía rápidamente cuando un rico apareció en lo alto de una torre como una antigua furia cantando una canción de guerra como los campos de batalla haciéndose escalas de los entonces paganos sajones sus blancos cabellos flotaban al viento brillaba en sus ojos el fuego de la locura y blandía en una mano la rueca a estilo de las parcas que amenazan y abre bien la vida humana la tradición ha conservado estas salvajes estrofas del bárbaro himno que cantó la bruja en medio del fuego y de la muerte mojar nuestros aceros hijos del dragón blanco de la nieve encendida la antorcha quiero veros hija la gente es que la muerte lleve ya la espada y para el convite porque es dura cortante y afilado no en cámara nupcial sea colocada la antorcha en que el azufre se derrite marca vacheron sangre llegue al cuervo ternero que en la sombra roja y grita monja al acero del dragón protervo hija anna frank es el furor agita y ernest negra nube del castillo lleno de muertos barbacana era que se afana por buscar su banquete del rastrillo ojalá las vírgenes esperan de los rasgos de genghis los guerreros que la batalla mueran para ofrecer su boca los más fieros y por dar la sacuden al combate y la parca incremente los abates negra noche cubrió la las sombras acerca de sudor roger la sangre su contorno aprende el fuego y la torre maleta consume con su los palacios bandera ambiente forman oleadas sube a los atónitos espacios como pendón gateras desplegadas regreso a la muerte el alarido y el lamento mostrar de algún herido todos perecerán sin esperanza rom el yelmo la espada y la armadura requiebro con la lanza y el fuego no respeta la morada del rey al clamor de la venganza todos perecerán se perdió y nombre mejor si este fatal pelea como vino las se recrean beber sangre con furor te asombra pues el banquete de la muerte quemad los muros mí pierdan llanto odio y sangre las furias del averno ayuden con sus garras vuestra suerte y que cubra la noche con su manto nuestro gozo gozo del infierno las llamas habían vencido todos los obstáculos y surgió hacia el cielo en el atardecer un ardiente y humeante antorcha visible desde muy lejos atravesar los bosques cayeron las torres resquebrajadas y los combatientes se retiraron del patio los pocos que quedaron de los vencidos escaparon hacia la selva los vencedores reunidos miraban con asombro mezclado de miedo las enormes llamas que volvían bermeja sus propias armas durante un gran rato se vio un rica en lo alto de la torre moviendo sus brazos con la exaltación hacia el cielo y la tierra como enseñorean dose sobre las ruinas que había producido hasta que con un ruido terrorífico se hundió la torre y la incendiaria pereció en las mismas llamas que consumieron a su tirano un espantoso silencio reinó durante unos momentos y los hombres allí presentes no se movieron sino para hacer el signo de la cruz lo rompió la botella oxley diciendo amigos ya no existe la caverna de los tiranos que cada uno lleve su botín al sitio de siempre porque allí al alborear haremos la justa partición entre nuestra gente y nuestros valientes aliados en esta gran empresa de venganza