El programa realiza un recorrido por el interior de la casa y el puesto de trabajo de un ciudadano cualquiera, analizando las trampas químicas que le rodean.
TRAMPAS QUÍMICAS
"Carga tóxica" es un inquietante recorrido por el interior de una vivienda normal y un análisis de las trampas químicas que rodean a cualquier ciudadano de la sociedad del bienestar en su casa o en su lugar de trabajo. Y la historia de la lucha por salir adelante de varias personas afectadas por un exceso de estas sustancias tóxicas.
La química está presente en todos los objetos cotidianos: forma parte del plástico, de los detergentes, del barniz de los muebles, de la tela de la ropa. “La vida, tal como la conocemos hoy, sería imposible sin química”, afirma Juan José Nava, vicepresidente de FEIQUE (Federación Empresarial de la Industria Química Española). Pero algunas de esas sustancias pueden tener efectos tóxicos, acumularse en la sangre, y producir enfermedades.
Un análisis permite revelar el contenido químico de la sangre de cualquier persona. A ese residuo se le llama "carga tóxica" y sirve para indicar la cantidad de sustancias sintéticas acumuladas en su organismo. Cuando ese índice rebasa unos límites, la vida para quien soporta esa carga se hace insoportable. Eso le ocurre a Laura Domínguez, que hace siete años, cuando trabajaba como telefonista, fue afectada por una fumigación contra insectos en el local de su empresa. Desde entonces, casi cualquier producto le hace sufrir una crisis química. Una laca de uñas, un perfume, el olor de un coche nuevo la pueden llevar al hospital. Resume sus dificultades diciendo: “Me siento como un insecto superviviente de una fumigación”.
La enfermedad de Laura se llama “Síndrome de Hipersensibilidad Química”, pero algunos la han bautizado como “Alergia al siglo XX”. No tiene tratamiento, pero afecta a miles de personas que un día fueron intoxicadas: funcionarias, como Carmen Gómez, limpiadoras de hotel, como Lola Fernández o peones de obras públicas, como Mario Arias. Ahora deben cargar con las secuelas el resto de sus vidas.
NUEVAS ENFERMEDADES
Los casos que se producen en el lugar de trabajo son los más visibles. Pero también en el interior de los hogares están apareciendo nuevas enfermedades que algunos científicos atribuyen a los efectos secundarios, y desconocidos, de algunas de las más de 100.000 sustancias químicas con las que convive cualquier ciudadano europeo.
Durante la Primera Guerra Mundial el hombre ensayó nuevas armas de destrucción: las sustancias químicas sintéticas. Los derivados del cloro, primero, y más tarde los del fósforo, se convirtieron en armas mortíferas: asfixian, abrasan, atacan el sistema nervioso. En tiempo de paz, estas sustancias encontraron una aplicación civil y se convirtieron en productos para eliminar las plagas de los cultivos, y los insectos de la vida cotidiana.
Científicos, como el granadino Nicolás Olea o el alemán Michael Braungart, estudian desde hace años los efectos de algunas sustancias químicas que forman parte de objetos cotidianos. Biberones y chupetes, empastes dentales o determinadas botellas de agua mineral contienen “disruptores endocrinos”, sustancias sintéticas que al penetrar en el interior de los seres vivos se comportan como hormonas, y pueden provocar alteraciones en la sexualidad de los niños. La sospecha de que muchas sustancias de uso cotidiano tienen graves efectos sobre la salud de las personas, que pueden provocar cánceres, malformaciones o mutaciones, ha puesto en marcha una iniciativa legislativa en la Unión Europea. Una propuesta de “Reglamento Comunitario” que está provocando una agria polémica entre ecologistas y representantes de la industria química.
"Carga tóxica" ofrece un análisis y una reflexión sobre las miles de sustancias a las que el ser humano se expone a diario y de las que apenas se saben efectos, y aún menos interacciones entre sí. Pero ya hay estudios científicos y voces de expertos que denuncian sus efectos nocivos para la salud (cáncer, problemas inmunitarios, etc.). Y es que los químicos pasan a la cadena medioambiental y a los seres vivos, incluido el ser humano.
Consecuencia de un mundo desbordado por ellos, la Naturaleza se rebela con inunciaciones, cambios climatológicos, etc., y el cuerpo humano con múltiples enfermedades. Como el llamado Síndrome de Hipersensibilidad Química Múltiple (SQM), que una vez que se manifiesta es crónico y muy limitante.
Padecerlo significa que sus afectados han rebasado la "carga tóxica" que su cuerpo admite, y esto hace que "reaccionen" con múltiples síntomas a la mayoría de químicos a los que a partir de ese momento se expongan. La enfermedad puede aparecer por una exposición química puntual del sujeto (ej.: fumigaciones en el trabajo), o por exposición contínua a dosis bajas/medias.
El documental muestra el SQM a través de los casos concretos de Laura Domínguez, Carmen Gómez, Mario Arias o Lola Fernández. A esta última le anuncian al final del reportaje (realizado en 2005) que le han detectado un cáncer. Hace poco me comunicaron que hace unos meses (en 2006) había fallecido, y sin ver reconocidos sus derechos como enferma en el litigio que presentan las imágenes del vídeo.
El documento cuenta también con los comentarios de médicos especialistas en SQM, y expertos en el tema.
Habrá quien lo vea un documento alarmista, pero los que ya estamos afectados de SQM saben que no es así. Por otro lado la larga trayectoria profesional de Documentos TV habla por sí sola.
Comentarios
Hola: me gustaría contactar al realizador, sabe como puedo hacerlo? Gracias!
Qué pena que esté tan bajo el volumen
Documentos tv de lo mejor
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