Hablamos con Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción del País Valencià. Desde 2011 esta organización ecologista, viene denunciando la incineración de residuos en la cementera de Buñol, propiedad de la multinacional CEMEX. Describe la incidencia que estas emisiones tienen en la salud, la permisividad con la que ha contado la cementera desde la administración y la situación actual, pendiente de que el nuevo Govern valencià autorice la continuidad de esta actividad contaminante.
Enlaces relacionados:http://www.ecologistasenaccion.es/article33049.html; http://www.ecologistasenaccion.es/article32625.html.
NOTA DE PRENSA DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DEL PAÍS VALENCIANO
19 de julio de 2016
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN PRESENTA ALEGACIONES A LA PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DE LA
AUTORIZACIÓN AMBIENTAL INTEGRADA A CEMEX BUÑOL.
LA PROPUESTA EN TRÁMITE DE AUDIENCIA AUTORIZA LA INCINERACIÓN DE 295.000 TONELADAS DE
RESIDUOS EN LA FÁBRICA DE CEMENTO, INCLUYENDO 75.000 TONELADAS DE RESIDUOS PELIGROSOS.
CEMEX ESPAÑA EN 2011 HABÍA SOLICITADO LA INCINERACIÓN DE 290.000 TONELADAS
ESA AUTORIZACIÓN CONVERTIRÍA A ESA FÁBRICA DE CEMENTO EN UNA MACROINCINERADORA DE UNA
AMPLIA TIPOLOGÍA DE RESIDUOS: HARINAS CÁRNICAS, LODOS DE DEPURADORA, RECHAZO DE RESIDUOS
DOMICILIARIOS, NEUMÁTICOS FUERA DE USO, ETC, CON GRAVES IMPACTOS EN LA EMISIÓN DE
SUSTANCIAS PELIGROSAS A LA ATMÓSFERA.
De muy negativa se puede calificar la propuesta de Resolución redactada por la Conselleria de Medio
Ambiente, que pondría fin a un expediente que se arrastra desde la solicitud de Cemex España en 2011. Esa
multinacional pretendía sustituir hasta en un 90% la energía procedente de los combustibles fósiles por la
procedente de una amplia variedad de residuos. El equipo dirigente de esa Conselleria del PP ya sometió al
trámite de audiencia una propuesta de Resolución en 2014 similar a la que ahora se plantea, a la que
Ecologistas en Acción alegó como parte interesada, y que tuvo como resultado la paralización del
expediente.
Ahora en nuevo equipo de gobierno de la Conselleria de Medio Ambiente, en manos de Vedrs-Equo-
Compromís ha relanzado de nuevo el expediente, con algunas mejoras puntuales (adopción del documento
de Conclusiones de las Mejores Tecnologías Disponibles de 2013, reducción de la tipología de los residuos a
incinerar, imposición de medidas para reducir las emisiones difusas no canalizadas en chimeneas, etc) y
aceptando algunas de las alegaciones de Ecologistas en Acción. Sin embargo como muy grave hay que
calificar la ampliación del volumen de residuos peligrosos (disolventes clorados y no clorados, residuos
combustibles líquidos con sustancias peligrosas, etc) hasta un total de 75.000 t, cuando en la modificación
de la AAI de 2010 se había reducido esa cantidad sensiblemente y la solicitud de Cemex España de 2011 era
de 290.000 t. Además la totalidad de esos residuos incinerados en Cemex Buñol procedían de fuera de la
Comunidad Valenciana - 90% de Cataluña en 2014-, intentando burlar las obligaciones fiscales que gravan la
incineración en esa Comunidad Autónoma.
El extenso documento de alegaciones presentado ahora analiza las insuficiencias de la propuesta de
Resolución: la inexistencia de una evaluación de impacto sanitaria, la necesidad de establecer valores límite
de emisión para sustancias cancerígenas emitidas, la solicitud de la prohibición de la incineración de
residuos peligrosos, la necesidad de asegurar que los neumáticos fuera de uso a incinerar no se puedan
valorizar materialmente con antelación respetando el principio de jerarquía en la gestión de residuos, la
imposibilidad de sustituir energéticamente el 90% de los residuos fósiles vista la evolución en la utilización
de los residuos combustibles en los últimos tres años, la poca fiabilidad como gestor de residuos que
ofrecen las fábricas de cemento, etc.
Ecologistas en Acción el País Valenciano también se opone a que se instale en las instalaciones de Cemex
Buñol una planta de selección, trituación y acondicionamiento de residuos, para que la fábrica de cemento
elabore sus propios combustibles derivados de residuos, lo que supondría convertir a la fábrica de cemento
en una instalación de tratamiento de residuos, con los inconvenientes que pueden causar (generación de
olores, ruidos, malos olores, etc.)
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