A no ser que seas un super humano, estoy seguro de que a veces puede que te encuentres en situaciones en las que tu autoestima, e incluso el respeto que sientes por ti mismo, esté por los suelos.
Y por culpa de eso todo lo que ves por delante de ti se torna negativo y piensas que no vas a ser capaz de conseguir lo que sea que quieras conseguir, independientemente de lo grande o pequeño que sea, o de la importancia o la nimiedad que implique.
Así que lo que voy a hacer hoy es explicarte un ejercicio que si lo pones en práctica estoy seguro de que te va a ayudar mucho a evitar esas situaciones o, como mínimo, a reducirlas considerablemente.
La falta de autoestima no ayuda
Si hay algo que sin duda es capaz de afectar de verdad hasta al más pintado, es esa agónica sensación de que somos menos de lo que realmente somos, o de que nuestras capacidades no son suficientes para lograr nuestros objetivos.
Y es que muchas veces nos obcecamos tanto con la forma en que queremos ver las cosas, que no nos damos cuenta de que en nosotros mismos, o en lo que tenemos a nuestro alcance más cercano, disponemos de las cualidades o herramientas suficientes para salir airosos de casi cualquier situación.
Por eso, y con la idea de ayudarte a que estas situaciones te afecten las menos veces posibles, en este vídeo te voy a proponer un ejercicio que, aunque a primera vista te pueda parecer que no va a servir para mucho, créeme que es tan potente que te va a ayudar, sin que apenas te des cuenta, a incrementar tu autoestima y el respeto que sientes por ti mismo.
Descubre tus activos personales
Este ejercicio consiste en que descubras y te hagas consciente de cuáles son tus activos personales que, obviando la conocida definición contable de lo que es un activo, son cualquier cosa tangible, intangible, real o imaginaria que tiene o podría tener un valor, o que podría conectarte de alguna manera con un resultado deseado.
Y digo descubrirlos, porque generalmente los tienes tan delante de ti mismo que se te pasan desapercibidos, y por lo tanto, cuando de verdad te hacen falta ni siquiera recuerdas que los tienes.
Sin contar con que, por regla general, sólo le solemos dar valor a aquellos activos que son tangibles y que se pueden listar en un balance financiero como podrían ser, por ejemplo: dinero en efectivo, acciones, propiedades inmobiliarias, equipamiento, maquinaria, etc.
Sin embargo, a la hora de la verdad, los activos que más te van a poder ayudar en tu camino, ya sea empresarial o profesional, son los intangibles, y especialmente los más ocultos que, como te he dicho, habitualmente no tienes ni idea que están, y aún menos de cómo explotarlos.
Por lo que lo inteligente es, sin duda, que los identifiques y los tengas bien localizados para que, dado el caso, puedas explotarlos en pos del desarrollo de lo que quieras conseguir.
Y para ello, lo que te propongo es un ejercicio que consiste en listar y diferenciar estos activos en tres listas distintas y que deberías trabajarlas durante al menos una semana para poder nutrirlas bien.
Porque ya te adelanto que intentar hacerlas de una sentada se torna bastante complicado, no solo por el tiempo que te pueda llevar, sino que también, porque no siempre se te viene a la cabeza lo que tú quieres cuando tú quieres.
Aunque si hablamos de lo que sería ideal, en este caso lo sería el que las mantuvieras vivas durante toda tu carrera profesional para que así pudieras seguir engordándolas constantemente.
1ª Lista: Tus habilidades y conocimientos
En cuanto a estas listas, la primera de ella es esa en la que deberías anotar todas tus habilidades y conocimientos, independientemente de que tengas titulación o no.
Que esta lista vendría a ser algo así como una extensión de las fortalezas que indicarías en un DAFO personal, pero aún más completa y sin tener en cuenta ningún tipo de consideración al respecto de tu rol como empresario o profesional.
Y, al hacerlo, has de intentar no juzgar nada de nada y anotar absolutamente todo lo que se te ocurra, por más irrelevante que te pueda parecer.
Que algunas de las cosas que podrías anotar en esta lista son, por ejemplo: la habilidad para escribir, la habilidad para hablar en público, para negociar o para vender. Ser intuitivo, ser organizado, ser capaz de dirigir grupos, saber contar chistes (porque todo vale).
Y también, tener conocimientos de informática, ser experto en manejo de cualquier herramienta, en contabilidad, en astronomía, tener el carné de autobuses, y en definitiva, como te digo, cualquier cosa que se te venga a la cabeza y que en una situación dada de cualquier tipo pudiera considerarse una fortaleza.
Que en este caso, quizá te preguntes que qué sentido podría tener el que sepas conducir autobuses, hacer paellas o contar chistes, si a lo que tú te dedicas, por ejemplo, es a la pesca submarina.
Y, lo que puedo decirte es, en primer lugar que, para obtener resultados diferentes, antes tienes que hacer cosas diferentes. Porque de nada te sirve seguir insistiendo en lo que tú crees que es lo que hay que hacer, si eso no te está dando lo que buscas.
Pero, además, como te he dicho antes, en este caso no se trata de que lo hagas en base a tus roles como empresario o profesional. Sino que has de hacerlo para que te sirva, como mínimo, para recordarte de lo que eres o has sido capaz en tu vida. Así como de tus capacidades.
Y, aunque puede que pienses que hoy no te va a servir para nada todo eso que apuntes, en realidad nadie te asegura que al hacerlo no vayas a descubrir algo que te pueda ayudar a mejorar el momento por el que estés pasando ahora, o por el que puedas llegar a pasar más adelante.
2ª Lista: Las habilidades y conocimientos de tu personal
En cuanto a la segunda lista, lo que has de anotar en ella son las habilidades y los conocimientos de todos y cada uno de tus empleados o colaboradores, indistintamente de lo básico que pueda ser el puesto que ocupen.
Y, si consideras que son demasiados, pues al menos hazlo de aquellos que sean más importantes para ti.
Que verás como a esta lista sí que le encuentras una clara utilidad de manera casi inmediata, y especialmente si no los conoces a nivel personal.
Pues seguro que te sorprenden los conocimientos y habilidades que pueden llegar a tener algunas de las personas que tienes cerca de ti, y de las que seguro que puedes llegar a sacar partido en algún momento.
Para ello, lo ideal es que te reúnas con cada uno por separado o en grupo, y les pidas que hagan su propia lista, pero sin que tengas por qué darles explicaciones de para que lo quieres.
Aunque bueno, eso ya lo dejo a tu discreción.
3ª Lista: Las personas con las que te relacionas
Y por último, en la tercera lista, que probablemente sea la más poderosa de las tres, lo que has de hacer es una lista de tus relaciones con otras personas, pero bien a fondo.
Es decir, que has de anotar en ella absolutamente todas aquellas personas con las que de alguna manera te relacionas en cualquiera de los ámbitos de tu vida.
Y, aunque lo ideal en este caso es que hayas tenido contacto con ellos al menos una vez, aunque haya sido muy de pasada, también te pueden valer y mucho, aquellos con los que no has tenido contacto directo, pero que a través de con los que sí lo has tenido, pudieras llegar a ellos.
En cuanto a cómo se confecciona esta lista para que sea más fácil, lo que tienes que hacer es dividirla en siete secciones distintas:
En la primera sección has de meter a todas las personas que trabajan o han trabajado para ti, así como a sus familiares y amigos.
En la segunda sección mete a la gente con la que has trabajado anteriormente, tanto si ha sido en otra empresa tuya, como si han sido compañeros en alguno de tus empleos. Y añade también a sus familiares y amigos
En la tercera sección mete a tus familiares y amigos, y a sus familiares y amigos.
En la cuarta sección mete a profesores, mentores, compañeros, y cualesquiera otras personas con las que te hayas relacionado en colegios, institutos, universidades y cursos diversos. Y, por supuesto, sus familiares y amigos.
En la quinta sección metes a aquellas personas con las que hayas hecho negocios de cualquier tipo, ya sea como partner, proveedor o cliente. Y lógicamente, a sus familiares y amigos.
En la sexta sección mete a tus vecinos actuales y anteriores, y a sus familiares y amigos.
Y por último, en la séptima sección mete compañeros que hayas tenido o tengas en asociaciones, clubes, etcétera. Y no te olvides de sus familiares y amigos.
Evidentemente, no hace falta que te diga que esta es la lista más complicada y laboriosa de realizar.
Pero también es a la que más partido le vas a poder sacar, porque supongo que eres consciente de la importancia que tiene que el círculo de personas a las que puedas llegar sea siempre lo más grande posible.
Y no necesariamente para poder venderles algo, sino para que, en un momento dado, te puedan contactar con alguien, te puedan ayudar en cualquier otro tema, o para lo que sea que se te vaya a ocurrir.
Y aunque así de primeras te parezca que va a ser un rollazo tener que hacer unas listas tan largas, porque créeme que alguna lo será, al final son amenas de confeccionar, porque al hacer el inventario de personas, vivencias y situaciones varias, te ayudarán a recordar tu pasado.
Y aunque no todos los recuerdos serán buenos, seguro que alguno te trae a la cabeza algo que se te había pasado por alto y que te podría ayudar en un momento dado.
Conclusión
Y ya está. Esto es todo lo que tienes que hacer en este ejercicio para acabar siendo consciente de cuáles son tus activos.
Así que empieza a rellenarlas y no pares hasta que te sientas vacío completamente.
Y no te agobies si ves que en el tiempo que has planificado no te da tiempo para hacerlas, porque como te he dicho, esta es una tarea que has de mantener viva para poder seguir añadiéndole cosas cada cierto tiempo.
Y no te olvides de anotarte en la agenda un recordatorio semanal, quincenal o mensual, como tú veas, para echarles un vistazo. Que ya verás cómo cada vez que te pongas con ellas se te ocurre algo nuevo.
Ya para acabar, quiero recordarte que si crees que el avance de tu empresa se te está haciendo un poco cuesta arriba y que probablemente una ayudita no te vendría nada mal, te sugiero que solicites una sesión estratégica GRATUITA conmigo para que charlemos y me cuentes en qué punto está tu proyecto y hasta dónde quieres llevarlo, por si yo podría ser ese mentor que te ayudase a conseguir lo que quieres.
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Y te invito a que me dejes un comentario y me cuentes si tú ya habías hecho alguna vez una lista de tus activos y si ello te ayudó de alguna forma.
Hasta la próxima.
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