Vivimos en un mundo globalizado, las noticias vuelan de un lado al otro del planeta, las tendencias son cada vez más homogéneas, hasta ya casi nos gustan las mismas películas y canciones.
Sin embargo esa globalización, también reparte lo malo entre todos. Un ejemplo muy claro es la contaminación. El humo de los coches de una ciudad China lo podemos respirar a miles de kilómetros.
Pero hay otra contaminación que circula por todo el mundo de una manera más discreta, sin que tenga la atención y los focos del cambio climático, son los contaminantes emergentes.
Cuando vamos al baño, al tirar de la cadena, se acaba el problema, no nos preocupamos a donde va, mientras se vaya de casa, nos importa poco, con la basura igual, puesta en el contenedor , acabado el problema.
Pero no solemos pensar que, por ejemplo, el ibuprofeno que tomamos anoche, el anticopsectivo de hoy, el antibiótico de esta mañana, una vez expulsados llegan a las potabilizadoras que son incapaces de degradarlos, de ahí al mar y de ahí…. pues ya se imaginan. Con Verónica Pino Estévez, investigadora del departamento de Química Analítica de la ULL.
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