Lo menciono, digo y repito siempre, en cada CLANDESTINO. Estamos en un medio de comunicación, local y público, pero un medio de comunicación. Esto significa, que todo lo que criticamos de los otros medios de comunicación -léase cadenas televisivas y emisoras de radio, también prensa escrita, obvio- en cuanto a que están controladas, a que responden a intereses de todo tipo y no sólo económicos, sino también personales y partidistas, deberíamos aplicarlo con más interés y razón en los medios de comunicación de proximidad, es decir, en los locales, porque vuelvo y repito, son también medios de comunicación.
Ya lo dijo en su momento Manuel Chaparro, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Málaga y director de EMA-RTV, la Asociación de Emisoras Municipales y Ciudadanas de Andalucía, de la que por cierto, Radio Campillos forma parte porque el ayuntamiento es socio y de la que por cierto, desde el 30 de noviembre de 2015, Francisco Guerrero Cuadrado, sí, el alcalde de Campillos, es vocal del Consejo de Administración. Bueno, a lo que iba, Manuel Chaparro, dijo que “El deterioro de los medios, y con ellos de la profesión periodística, es consecuencia de la profunda crisis ética de la clase política, el sistema económico y sus promotores. Que los medios viven de forma casi mayoritaria entre la gubernamentalización y la corporativización de las agendas informativas, a lo que hay que añadir la banalidad de sus contenidos acríticos, construidos con el objetivo de sumar audiencias pasivas”. Y esto sucede aquí, allí, allá y acullá. En los medios locales, autonómicos y estatales… y no sólo en los que dicen ser públicos. Ahora es cuando me toca decir eso de “quien tenga oídos para oír, que oiga; quien tenga ojos para ver, pero también quien quiera reconocer que reconozca y quien quiera aprender que aprenda”, porque no estamos hablando de VIDENCIA sino de evidencia y porque no podemos ser amortiguadoras del sistema, no al menos en CLANDESTINO. La contradicción no está hecha para ser amortiguada, sino para ser agudizada.
De todo esto conversamos con Ana Encinas Díaz, periodista que formó parte del colectivo editor de "El Salmón Contracorriente", un proyecto de información crítica sobre economía. Especializada en comunicación política e institucional. Se "despertó" en la cantera de voluntarios de Economistas sin Fronteras. Dedicada al periodismo local con la redacción y gestión de contenidos relativos a la Comunidad de Madrid y de los municipios del sur de la región, trabajó durante tres años en un medio de comunicación local que cubría informaciones en municipios del sur de la Comunidad de Madrid, siendo la encargada de la edición de una revista para dos municipios.
Ahora mismo, colabora regularmente con el periódico Diagonal, que en estos momentos está integrado en un proyecto mucho más ambicioso: EL SALTO y también escribe en el blog Contraparte del Diario Público, así como en eldiario.es en alguna ocasión. Y actualmente trabaja en el Ayuntamiento de Madrid, siendo la encargada de comunicación del distrito de Salamanca y también forma parte de los grupos de comunicación de Ahora Madrid y Ganemos Madrid.
Comentarios
s la primera vez que la escucho y eso gracias a Babel latino a Milan. Es una trasmisión que no solo el nombre dice todo y es importantisimo hablar de ese tema muy sentida en tiempos tan sensibles que el mundo esta pasando que nada esta seguro y que todos podemos un dia ser clandestinos. Así como todos tenemos que entrar en contacto con un clandestino. Es importante entonces hablar de temas legadas a eso, drrechos, papeles, trabajo, cooperacioón, mediación y tambien contrastación de poderes que gastan en nombre de los clandestinos. Entonces, gracias